Engañada, humillada pero más fuerte que nunca.

Capitulo 34

Narra Lavinia.

 

Siento como en mi cama se mueve algo, abro los ojos, veo a mis dos diablillos abrazados a mí bajo las mantas, por lo visto se pasaron en la noche a mi cama. Son mi salvacion del día a día, nose lo que hubiera hecho sin que ellos llegaran a este mundo. Me acuerdo perfectamente de aquel día que me enteré que estaba embarazada, nunca pensé que me podía pasar eso después de haber estado con Ethan. Solo estuvimos una vez juntos y el señorito metió un gol a la primera increíble, pero no solo eso, de ese gol salieron dos regalos. Mis padres pensaron que los rechazaría por ser sangre y carne de él, pero tenía muy claro que también eran sangre y carne mía. Por esa razón tengo a estos dos diablos casi estrangulandome el cuerpo bajo las mantas. 

Se que lo que pasó ayer fue algo difícil de digerir, quién hubiera imaginado que le leerán la mente a su propio padre para sonsacar la verdad de porque nunca ha estado al lado de ellos y mío. Son demasiado inteligentes estos señoríos, pero como dicen la curiosidad mató al gato y eso es lo que ha hecho, apagar una relación entre padre e hijos que será difícil para Ethan recuperarla.

Les tocó sus hombros para levantarlos.

 

-Venga renacuajos es hora de levantarse.

-Mami un poquito más, nos prometiste que nos ibas a dejar dormir todo el tiempo que estuvieran aquí esa gente, que no entrenaremos.- Respiro sabiendo que lo que dice mi hijo es verdad.

-De acuerdo, luego vendrá la nana a levantaros, no darle problema o estaréis castigados medio siglo entendido.

-SIIII!!!- dicen los dos a la vez acurrucados en el sitio donde estaba oliendo mi aroma.

 

Desde muy pequeños buscaban mi aroma para poder dormir, dicen que son cosas de lobos. 

Voy al baño a darme una ducha y prepararme para el dia de entrenamiento con los clanes, es hora de demostrar de que somos capaces mi familia.

 

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Me encuentro en el campo de entrenamiento con mis hermanos, ellos llevan su ropa de entrenamiento. Toda la gente de los clanes nos mira por nuestras vestimentas, sinceramente lo veo normal, ya que no son los típicos chándal, es un cuero resistente y flexible, perfecto para la “realiza” como diría mi madre.

 

-Buenos días!- Mi padre dice con una sonrisa en su rostro.- Bienvenidos todos al campo de entrenamiento del lugar, se que teneis muchas ansias para quitaros estrés, por esa razón mi adorada hija tuvo esta maravillosa idea.

-Ayer mi hija dijo que daríamos una explicación de lo que pasó entre nosotros para que por fin las razas se unieran y la única explicación es el amor.- Mi madre mira a mi padre con ojos brillantes.- Hace muchos siglos nuestros clanes estaban en guerra, había dos herederos buenos en la lucha, pero cuando por primera vez se vieron en el campo de batalla decidieron seguir a su corazón, antes que a sus padres y así nacieron estas tres hermosuras.- Dice mi madre señalandonos a nosotros.

 

La historia de mis padres me encanta, desde pequeña he escuchado su amor auténtico y como ellos solos se enfrentaron a sus clanes por el amor que se profanaban entre ellos dos. Siempre pensé en tener un amor como el suyo, pero por lo visto el destino le molaba más pegarme una patada en el culo y que me rasque del dolor, porque vamos para lo que me han dado que se lo queden. A Veces pienso que si la diosa Luna tiene tienda para devolver juguetes rotos, na una broma, a veces las cosas hay que tomarlas con humor en vez de caer en una depresión y no salir más del hoyo.

Miro a mi alrededor, todos nos miran pensando en cuál será el siguiente paso a tomar, se que más de una nos tienen ganas se les nota en la cara.

 

-Oye!- Me dice Danae- Cuando vayas a pelear con Vanessa me incluyes hermanita, tengo ganas de arrancarle los pelos y hacer un muñeco vudú con él.

-Te oido.- Dice Kendall.- Te recuerdo que eres la Luna reina, compórtate como tal, sobre todo porque tienes que defender a tu gente y aunque te moleste ella entra dentro del saco.

-Entonces si la destierro me la puedo comer?- Kendall la miró con horror.- Broma mi amor, no te asustes, pero lo des destierro iba en serio.

 

Mi cuñado la mira alucinado, como si no conociera a Dánae lo suficiente para saber que eso va demasiado enserio. Cuando se conocieron ella era una niña como decir “santa”, no que va. A Danae siempre le representaron las serpientes, dicen que las serpientes que confían en brujas, es porque son tan poderosas que nadie podría matarlas y es aquí donde existe el ejemplo de mi hermana. Sabe qué artimañas hacer para que las personas caigan en sus trampas y si se empeña a que Vanessa caiga en la que ponga lo ara como estupida y yo estaré para reirme en su cara.

Doy un paso al frente y decido empezar con los contrincantes.

 

-Empecemos! Quien quiere ser el primero en pelear.- Un vampiro levanta su mano.- Perfecto acércate. Con quien deseas pelear??

-Con ella.- Dice señalando a mi cuñada.

-Suerte la vas a necesitar vampirito.- Le dijo tocándole el hombro.

 

Me cruzo con mi cuñada y ella me guiña un ojo. Si no lo convierte en piedra ya mismo es porque se quiere divertir un rato con él como si fuera su nuevo juguete. Me siento alado de mis padres y es hora de divertirse.

 

-QUE EMPIECE LA ACCIÓN. ¡ATACAR!- Grito con diversión.


 



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En el texto hay: dioses, mates, amor d

Editado: 24.03.2021

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