La esperanza, llena de optimismo, basada en la fe.

"La esperanza es el ancla del alma".

Es un estado de ánimo optimista basado en la expectativa de resultados favorables.

La esperanza está ligada estrechamente con la fe. Quien tiene esta virtud considera que puede conseguir algo o alcanzar un determinado logro. Se hace alusión a la esperanza cuando se pasa una dificultad, ayuda a no caer en la depresión aferrándose a la idea de que pronto las cosas mejorarán.

La esperanza de querer obtener algo depende mucho de lo que hagamos para lograrlo. No podemos simplemente anhelar una determinada cosa y no hacer nada para obtener aquello que es deseado. Un esfuerzo debe de ser hecho de nuestra parte.

Un claro ejemplo es el estudio, si en la ocasión anterior no nos favorecieron los resultados, nuestra esperanza debe de ser esforzarnos para ser mejores en la próxima oportunidad y así lograr aquello que se anhela; pero como antes ya se mencionó, no debemos sólo de albergar la esperanza de mejorar, esa misma esperanza que albergamos debemos de acompañarla con las ganas, las intenciones y los esfuerzos de mejorar, para así lograr nuestro objetivo.

Hay esperanzas con diferentes enfoques; uno de ellos es la esperanza de una madre, la cual posee en su corazón el deseo de ver crecer a su hijo, la fe de que este logre todas sus metas, el anhelo de ver cumplidos todos los sueños de su retoño.

La esperanza de una madre siempre es de bien para su hijo. ¿Qué madre le desearía un mal al fruto de su vientre? Todas las madres consideran que las victorias de sus hijos son las suyas.

La esperanza que tenemos como estudiantes es pasar de año lectivo con grandes éxitos siendo mejores que ayer, aprendiendo más hoy y mejorando para el mañana; pero como vuelvo a decir y a recalcar nuestra esperanza debe de ir acompañada de acciones que nos permitan alcanzar los objetivos que previamente nos propusimos.

Nuestra esperanza como nación es de alcanzar la paz; el objetivo como persona, lograr un estado de no violencia.

Si tenemos la esperanza de obtener paz, hagamos lo necesario para ganarla; guardando nuestros modales y comportándonos como debe de ser, sería una excelente manera de comenzar.

Nuestra esperanza es la de ser mejores para hacer un mejor mañana que el hoy.