"Castigo"
-<<Emma Harrison y Ginger West; favor de pasar a la oficina de la directora>>- esas palabras me seguían torturando mientras caminábamos hacia la dirección.
Ginger y yo nos encontrábamos en la dirección hablando con la directora y el maestro encargado del laboratorio. Resulta ser que encontraron las sustancias en mi mochila y los utensilios en las de Ginger mientras estábamos en la hora del descanso.
-Mire profe, no pasa nada; solo realizamos una pequeña broma así que todo bien- dice Ginger apunto de pararse del asiento, pero el profesor Tomas (encargado del laboratorio) le da una mirada de regaño para que se siente y mi amiga lo obedece. La observo mejor, me da gracia, por eso es mi mejor amiga. Ella es directa y su estilo no le importa para nada, siempre esta con una camiseta, unos Jeans, un abrigo o camisa amarrada a su cintura y una gorra puesta hacia atrás; mientras, que yo soy pues...yo. De las dos soy la sarcástica, además, siempre me ha encantado ver el lado bueno de las cosas ya que me refleja una imagen de la perspectiva del objeto o persona; me encantan los paisajes, siempre me ha gustado detenerme un rato y quedarme a pensar las cosas que suceden hoy en día.
-Claro que pasa algo!- miramos a la directora un tanto desconcertadas- su profesor de matemáticas, el señor Rutcher, acaba de sufrir un accidente. Mientras conducía su corazón sufrió un ataque. Él... él está muerto.
Yo observo a Ginger asustada.
Mi corazón se detiene por un instante.
Creo que nos acabamos de meter en serios problemas...
-¿C-como sucedió esto?- digo mientras me tiembla la voz.
-Les he explicado siempre que estas dos sustancias no se pueden juntar- dice el profesor Tomas mostrándonos el polvo para gas y otro más que jamás había visto.
-Eso no es de nosotras- dice Ginger.
-¡Tu no me engañas, lo hemos encontrado en sus mochilas!- grita el profeso Tomas muy enojado ya que Agustín Rutcher y el eran muy buenos amigos.
-No se preocupen- habla esta vez la directora refiriéndose a nosotras- no irán a la cárcel por asuntos estudiantiles y privados, y mantendrán todo en silencio porque si se da a saber la Universidad sufrirá cargos serios de protección al maestro y el uso de sustancias peligrosas sin el consentimiento de la Misma; pero tendrán una fuerte sanción- la puerta se abre mostrando así la presencia de mis padres y los padres de Ginger. Estos toman asiento muy disgustados a cada costado de nuestros lugares.- su castigo es cubrir horas extras a los maestros del área de Kínder, limpiar el colegio una semana, ayudar al servicio de la cafetería y entregar volantes por otra semana después de que termine el trabajo de la limpieza y luego de esa semana tendrán que ayudar a actualizar el periódico escolar por un mes, que se me olvida...ah! Si, por el resto de este año tienen que ayudar al sustituto del profesor Rutcher.- se preguntaran ¿ayudar al Kínder? Bueno, resulta que nuestra Universidad está ligada a un colegio. Triste.
Ambas abrimos los ojos como platos, pero no dijimos nada solo para no causar más problemas de lo que habíamos causado. Después de que nuestros padres nos regañaran seguimos tomando las clases que nos faltaban.
Íbamos caminando por los pasillos de la universidad algo desanimadas. Aun no podemos creer que el profesor Rutcher haya muerto por nuestra culpa. Tal vez era odioso, pero en el fondo lo queríamos mucho.
-No puedo creer lo que hemos hecho- dice Ginger desanimada.
La ignoro un segundo.
-Estoy segura de que eso no estaba allí, ni siquiera era mío- digo para mí misma.
-Él era un buen hombre ¿Cómo crees que estaría su familia cuando se enteren de que ya no está?
-Ginger... ¿tú agregaste esa sustancia accidentalmente por casualidad de la vida?
-No, como crees, ni siquiera sé que era eso- ella me mira apenada- pero ya! Ahora pensemos en otra cosa.
-Como por ejemplo...
-No lo sé, después se nos ocurrirá algo.
(...)
Ginger además de ser mi mejor amiga, también es como una hermana, literal, nunca nos separamos. Estoy preparando mis cosas para quedarme a dormir en el departamento de Ginger. Nosotras nos turnamos algún día para quedarnos en el departamento de la otra, hay días que lo hacemos solo por aburrimiento y en otros planificamos para por ejemplo quedarnos de lunes a miércoles en mi departamento y de jueves a domingo en el suyo.
Ginger y yo somos amigas desde los ocho años y al cumplir los dieciocho nos volvimos 'independientes' por así decirlo. A mamá no le gustó la idea de que viviéramos por nuestra cuenta pero algún día tenía que irme de su casa, ahora después de dos años viviendo en este departamento ella acepta la idea de que consiga dinero y viva por mi propia cuenta, aunque algunas veces sea inmadura—recordando lo que sucedió esta mañana—inútil Emma.
La razón por la que voy al departamento de Ginger es que nos sentimos culpables por lo que le ocurrió al profesor Rutcher y teníamos que despistarnos de lo que causamos.
Editado: 02.08.2019