Soledad

Sumida en un silencio ensordecedor,

Buscando una voz, esa voz que antes escuchó.

Tan ensimismada que no hallaba la razón,

Dolía, dolía cada vez más 

Un alma solitaria, que soñaba a la orilla del camino.

Pero con miedo de caminar en él,

Un alma que en sus adentros gritaba,

pero por fuera era paz y tranquilidad.

Un alma que cayó en el engaño de la vida.

Esa alma era yo, soñando despierta con lo que tanto me aterra...

La soledad, que una vez fue mi aliada;

luego se convirtió en mi enemiga.

Replicaba en mi interior.

Me presentó aquellos rincones que en algún momento consideré lejanos...

La soledad y la ansiedad jugaron con esa alma que solo buscaba amigos,

solo buscaba en quien confiar.

Pero un día finalmente soledad salió huyendo despavorida,

ansiedad dejó de tocar a mi puerta para salir a jugar. 

En cambio llegó alguien que me abrazó y evaporó mis miedos,

alguien que cumple mis sueños y me acompaña en el camino. 

Que me escuchó cuando creí estar sola y me dió el poder para vencer.

Alguien que llenó el vacío insaciable que en mi ser habitaba.

Jesús en medio de sus procesos me limpia, me sana...

Mi alma se alimenta de él y ya no le falta nada.

Soledad ya no me visita,

angustia desapareció.

Encontré amor, encontré vida. 

Encontré mi lugar para crecer y para soñar.