prologo

Sidris, reino de fuego, Renacimiento de llamas, lugar del origen del dragón, Sidris tiene demasiados nombres, es el segundo reino más grande ya que el primero se lo lleva Bectarian (el reino del dios de la luna).

Y sidris se encuentra en el centro de las islas y a su lado esta Vemera, Elmias, Aclanda y arriba de sidris se encuentra Bectarian, Sidris es un reino que para todo busca guerra con sus reinos aliados, dentro de sidris son siete reinos en total.

Reino El trono del dragón, reino donde los primeros dragones fueron vistos.

Reino de los hijos del dragón, reino quien fue primero en fundar el reino del trono del dragón, pero fueron invadidos y enviados a otra parte de sidris.

Reino de los creadores, reino que crea las armas de los soldados.

Reino de los enanos de Plutón, reino donde habitan la mayoría de los enanos.

Reino de las fronteras, reino que protege a los reinos en general.

Reino de los grandes, reino donde habitan los gigantes.

Reino de los sabios consejeros quienes son los encargados de las profecías.

Y todos esos son dirigidos por un dios.

El dios del fuego…Daniel.

Mi padre.

Las personas del pueblo creen que por conocer a mi padre y saber cómo es, significa que me comporto igual, cuando es todo lo contrario, solo busco el bien de los habitantes del pueblo de mi padre.

En cambio, el…mata a todo a aquel inocente sin ningún remordimiento, por lo que me afecta a mí, sola las personas que viven en sidris saben que soy hija del dios del fuego, pero fuera del pueblo nadie sabe, por lo que tengo que guardar ese secreto yo y mi padre, y el guardián de mi padre, muchos otros más, pero en especial yo.

Mi sueño empezaba diferente esa noche. Mi pesadilla empezaba cuando encontraba en un prado, donde la hierba se encontraba muy bien cortada, y el sol con sus ligeros rayos iluminaban las pequeñas alas de las pequeñas mariposas que se encontraban entre los pétalos de las flores, una pequeña niña con un pelo pelirrojo como las llamas que le llegaba hasta la cintura se encontraba caminando mientras reía, una pequeña niña inocente que no sabía lo que le esperaba en un futuro o lo que su padre haría ese día.
Esa niña era yo.

—¡BRISA! —me llamo la guardiana de mi padre, Lilian, era tan molesta, y me molestaba más su existencia porque era la guardiana de mi padre, tanto porque mi padre siempre se la llevaba a la cama, ni siquiera había esperado un año después de la muerte de mi amada madre, para que su amor resurgiera en otra persona—.

Básicamente, yo no era muy cercana a mi padre, ni el a mí, tampoco sabía si él me amaba, y los únicos momentos cuando lo veía era cuando cenábamos, pero aun así no hablábamos, y cuando mi madre estaba viva, ni siquiera nos acercamos a hablar padre e hija.

los recuerdos con él eran borrosos, cuando empecé a crecer me di cuenta de que empezaba a olvidar esos detalles cuando el me abandono, pero si me acuerdo de su cara.

Pero aun así no le voy a perdonar que cuando tenía nueve se hubiera llevado a la cama una semana después de la muerte de mi madre a Lilian. Se que está mal que una niña de nueve sepa eso, pero los niños con sangre de dragón o en este caso pueblerinos de Sidris, el crecimiento de su cuerpo, es diferente a los Darquis, los niños de Sidris su cuerpo se desarrolla más rápido por lo que a los meses de nacido ya hablan y caminan, a los dos años su pelo crece más, a los cuatro su cuerpo ya se ve como de ocho, y a los cinco la madures en los niños es más avanzada por lo que ya sabemos cosas aun que los adultos no nos expliquen, pero la edad en Sidris no importa porque básicamente los doce años son como los dieciocho.

Se que suena raro, pero eso provocó el poder del dragón. El desarrollo avanzado de las personas.
Por lo que, en mi sueño, era una niña de nueve con mentalidad madura de un adulto.

Yo estaba segura de que tal vez mi padre me despreciaba, más porque yo no estaba planeada para caminar por este mundo, más bien mi madre y el tuvieron un accidente, y meses después ya venía en camino. Así que fui un erro, el error de un dios muy poderoso.

—mira niña, está llena de polvo mariposa—me dijo con molestia cuando llegué con ella para entrar al castillo cuando iba entrando me encontré a Liam el otro guardián de mi padre, un chico pelirrojo de ojos grises oscuros de estatura alta, con un cuerpo musculoso, llevaba una armadura de escamas de dragón, porque a pesar de ser el Guardian de mi padre también era, el general de batalla de los soldados y su mano derecha, y Lilian…Lilian solo estorbaba—.

—Liam que guapo te ves—le dijo coqueta Lilian, Liam la vio con una sonrisa—.
—me veo igual que todos los días.

Ella borro su sonrisa por lo que me acerque a él cuándo me vio me cargo en sus brazos mientras yo rodeaba mis piernas en su cintura y con mi brazo derecho le agarre el hombro y con el izquierdo me agarraba fuerte de su armadura, siempre cuando me cargaba mi pancita me daba cosquillas.

Él me sonrió, para después darme un beso en la mejilla, mientras caminábamos a la sala del trono donde se encontraba mi padre.

—¿te ha dicho algo dé mí, mi padre? —le pregunte el solo hacia una mueca—.

—lo siento, Ignis—me llamo por mi segundo nombre—ni siquiera me llamo para traerte, pero le tengo que recordar que tiene una hija—yo solo asentí a penada—.

—Oh, bueno—dije mientras miraba al frente, pero vi como llevaban a una persona arrastras al salón del trono—.

Cuando entramos Liam se dirigió donde mi padre que estaba sentado cómodamente en el trono, su brazo derecho estaba recargado en el brazo del trono, su mano se encontraba dándole vueltas a una espada con el pico en el piso y cada que giraba la espada, la hoja de esta brillaba, su brazo izquierdo estaba recargado también en el brazo del trono y su mano se encontraba en su pierna izquierda, la ropa de mi padre era Negra, pantalones negro de cuero, con una camisa de botones un poco abierta del pecho color negra, su botas negras, y su pelo pelirrojo como el mío, caía en mechones, y sus mano estaban decoradas con anillos plateados, y en la muñeca izquierda alrededor tenía un pañuelo color vino.