DESEARÍA QUE TODO FUERA TAN FÁCIL CÓMO DEJARLA RECORDAR
-Quita esa cara Alessa, te trajé aquí para que la pasaras bien- Me expresó Asher un poco estresado- Además ya te pasaste de tragos ¿no crees?
-Tú no me vas a ordenar que hacer, no me conoces- Alcancé a decir entre balbuceos.
-Pero podría hacerlo, ven conmigo- Dijo arrastrandome por segunda vez.
-¿A dónde me llevas?- Anuncié intentando mantener el equilibrio.
No me respondió nada, entramos a una habitación, en el instante en el que di un paso más allá de la puerta mi pulsera comenzó a destilar brillos sin alguna explicación lógica o al menos eso fue lo que pude percibir antes de perder el equilibrio. Asher se agachó para ayudarme a parar, y ahí me besó.
No recuerdo mucho de la noche anterior -No puede ser- fue lo primero que se me vino a la cabeza al notar la presencia de Asher junto a mí, me levanté de un saltó y con esto lo desperté.
-Buenos días Ale- Enunció Asher con una voz ronca que por un momento logró estremecerme.
-¿Pa..pasó algo anoche?- Conseguí decir.
-No lo que te imaginas créeme, sería un canalla si me hubiera aprovechado de ti en ese estado- Contestó manteniendo su mirada fija en mis ojos.
Me senté al borde de la cama dándole la espalda, miré a una esquina de la habitación y eso me recordó.. ¡él me besó! Por alguna razón sonreí como estúpida ante ese recuerdo, sin embargo la cruda realidad llegó en forma de resaca y sin imaginarlo me pateo sin piedad.
-Oye..no te ves nada bien- Dijo sentándose a mi lado.
Un grave error mi querido amigo.
No tengo ni la menor idea del por qué sus palabras se sintieron como dedos llegando a lo más profundo que pueden hacía mi garganta logrando con esto hacerme vomitar, pero no en el suelo ¡No! Justo en sus piernas. BENDITA SUERTE LA MÍA.
Me levanté y tomé mis zapatos en menos de 10 segundos, a mi parecer Flash me quedó en pañales, y sin darme cuenta ya estaba en la estación de buses esperando a que uno, realmente cualquiera llegara pronto. Pasó mucho tiempo, y ningún bus se dignó en aparecer, lo único que se me acerco fue un Asher bien arreglado, quien lo viera diría que es un muñeco salido de una revista y yo...hecha un asco.
-Perdón, no era mi intención volver el estomago encima tuyo- Le dije con mi cara entre mis manos.
-Me lo merecía..de alguna manera tengo la culpa, yo te llevé a esa fiesta y permití que tomaras como loca- Anunció mirando al suelo- No fue la mejor idea para una primera cita -Añadió en susurros.
Me quedé mirando su rostro, era realmente lindo. Iniciando por sus ojos negros y terminando por las venas que sobresalían sutilmente desde su antebrazo hasta su mano.
-Mira..no quiero abusar de ti pero necesito ir a mi dormitorio y no sé cómo llegar ¿te molestaría llevarme?
Dicho y hecho, Asher me trajo a mi dormitorio. No es que estuviera pendiente pero Hope no está aquí, de seguro está con Kyle.
Me da igual, no me importa en lo más mínimo.
Tomé mi computador y di inició a mi búsqueda de un curso de escritura creativa, desde hace mucho quería comenzar a escribir una novela, y ahora que lo pienso las razones por las que no lo lleve a cabo fueron una tontería; Una de ellas era que yo me decía a mi misma.
-¿Qué vas a escribir? No hay nada original que puedas plasmar en un libro, lo único sería incrementar el cliché al que estamos acostumbrados.
Así pensaba hasta que alguien me dijo.
-Es cierto es muy difícil que haya algo original, pero puedes inspirarte en otras historias y ponerle tu toque, ese brillo que lo diferencie de las demás.
Jamás olvidaré eso, todos tenemos un talento por descubrir y escribir es el mío.
Finalmente encontré uno que me encantó virtual, no hay nada mejor que hacerlo desde la "comodidad" de mi cama.
No tengo ni la menor idea de cuanto tiempo llevo en esto, el causante de romper mi concentración fue un mensaje.
Dom; 05:57PM
Kyle.
-¿Cómo va la resaca?
-¿Eso a ti qué?- Respondí frunciendo el ceño.
¿Por qué tenía a Kyle registrado?
-Y ¿Cómo vas con Hope?- añadí.
-"¿Eso a ti qué?"- Reenvío mi mensaje.
Devolví mi celular a la mesa de noche junto a mi cama y cerré los ojos por un pequeño instante.
Desperté con mi computador a un lado con la canción Somebody Else de The 1975 sonando de fondo, muchos dicen que la mejor y más efectiva manera de odiar una canción es ponerla de alarma, por el contrario yo la amo más.
-Segundo día de clases, muy bien Alessa tarde cómo siempre- Escucho una voz familiar dentro de mi cabeza.
Bien Alessa. Estás perdiendo la cabeza; pero ¿por qué la voz de Kyle? Agh.
Entré en el salón, la primera asignatura es Humanismo, cultura y valores. No sonaba tan interesante como literatura; ansiaba por verla, en una hora tomaré esa clase.
Me senté en la primera fila, siempre he amado estar al frente, no es por la miopía que me cargo..bueno, la verdad es que sí, pero también me gusta poner atención.
-Hey tú- Dijo alguien interrumpiendo mis pensamientos. Era Kyle.
Padre celestial.
-Hey.
¿Era en serio? No puede ser que me encuentre a Kyle en todas partes, me voltee hacía él.
-¿Tienes que seguirme siempre?- Solté sin más.
-No todo se trata de ti preciosa- Dijo acomodando su cabello.
En su muñeca tenía una manilla..esa manilla ¿Dónde la he visto antes?
Una hora más tarde el profesor de literatura nos pidió hacer una carta sin destinatario a modo de escritura creativa. Cerré por un instante los ojos divagando en recuerdos mientras escuchaba Love de Finding hope.
-Eres preciosa- Dijo Kyle haciendo que mis mejillas se pusieran rojas.
-Gracias. ¿Nos vamos ya?- Me apresuré a decir.
No tenía ni la menor idea de dónde salió ese recuerdo. Yo jamás tuve esa conversación con él ¿verdad?