En alguna otra vida…
Lo mejor de mis mañanas es despertar junto a mi esposa o mejor dicho, junto al amor de mi vida.
Me levanto de la cama con un poco de dificultad, la lesión del partido de la semana pasada aun me está matando. De mi mesita de noche tomo mis vitaminas y me las paso con un gran trago de agua. Rodeo la cama hasta llegar al otro lado, me inclino para depositarle un beso a mi bello ángel.
Antes de preparar el desayuno salgo al balcón a agradecerle al Cielo por un nuevo día. Saludo al sol y a las nubes, estas me contestan con el movimiento de los árboles y el canto de los pájaros. Les regalo una sonrisa y les mando un saludo a todas esas personitas que me cuidan desde allá arriba.
Para el desayuno preparo el favorito de mi esposa: panqueques, fruta y leche con chocolate. Apunto de ir a despertarla, por la escalera bajan corriendo mis dos pequeñitos, mis más grandes tesoros.
Emma se avienta sobre mí y la tomo en brazos, ya tiene puesto su uniforme de fútbol. Le deposito un beso en la frente, ella me abraza por el cuello y me da un beso en la mejilla junto a un “Te quiero”. Después de bajarla es Dylan quien me pide que lo cargue, él aún sigue en pijama y con las lagañas pegadas.
─¡Papi! ¡A mí me tocaba hacer el desayuno! ─se cruza de brazos y hace una mueca con los labios.
─Lo siento, pequeño, lo olvide. Te prometo que juntos vamos a preparar la comida, ¿qué te parece?
─Solo si preparamos pasta y si después vamos por un helado.
─Trato hecho.
Estrecho su pequeña mano y lo dejo sobre el suelo. Emma ya está devorando su desayuno.
─¡Buenos días mis pequeños! ─dice mi bella esposa.
Los pequeños dejan su comida y corren a abrazar a su mamá. Esta es la imagen que tengo todas las mañanas y me causa ternura como Dylan es igual a su madre, los dos tienen el cabello hecho un desastre y en la cara aún tienen la almohada marcada. Los dos pueden andar en pijama todo el día y vivir feliz. Emma es todo lo contrario, ella es como yo. De lunes a viernes nos despertamos temprano y salimos a correr, por las tardes vamos a nuestro entrenamiento y nos ponemos como locos al ver un partido de fútbol.
Ana viene hacia a mí y me devora en besos. Esto es lo que más disfruto: sus labios. Podría besarla todo el día y nunca me cansaría. Sus besos son lo que me dan la energía para aguantar todo el día.
La primera vez que la vi que quede paralizado por lo que mis ojos estaban viendo. Cuando nuestros ojos se encontraron supe que ella era la chica que tanto había estado buscando, confirme que ella es la chica que tanto aparecía en mis sueños.
Siempre he tenido la sospecha de que en otras vidas ya nos habíamos conocido y es que siempre he tenido la sensación de que ella y yo ya estábamos destinados a encontrarnos.
Ella es mi alma gemela, mi complemento y mi razón para vivir. Desde el día uno ella le trajo color y felicidad a mi vida y me dio a dos pequeños que amo con toda mi alma. Es por eso que cada día le agradezco al Cielo y le pido que nuestras almas vuelvan a encontrarse en las siguientes vidas.
─Papi, ¿me puedes contar de nuevo la historia que nos contaste anoche? La del ángel guardián enamorado ─me pide la pequeña Emma.
Es su historia favorita y la mía también. Es la historia que suelo soñar todos los días.
─Había una vez, un chico que soñaba con ser futbolista y chef…
Diario New Star
05 de Junio
El ángel que mando el Cielo
Alonso Miller Morgan, comenzó su carrera futbolista en el equipo de Malto a los diecinueve años de edad. Desde ese entonces es conocido como uno de los mejores futbolistas del país. Aparte del fútbol desde pequeño ha tenido un gran amor a la cocina y es por eso que a sus treinta cinco años decidió tomar un descanso y perseguir uno de sus más anhelados sueños. Al poco tiempo abrió su primer restaurante llamado “Dos A” el cual en la actualidad cuenta con tres estrellas Michelin. Junto a su hijo, Dylan Miller, es dueño de varios restaurantes del país. Mientras que su hija, Emma Miller, siguió sus pasos en el fútbol siendo jugadora y capitana en el equipo femenil de Malto.
Alonso está casado con la reconocida escritora Ana Evans, entre sus libros se cuenta Entre la Tierra y el Cielo, el cual se convirtió en BestSeller poco después de su publicación.
Para muchos Alonso se ha convertido en un ejemplo a seguir y una motivación para nunca abandonar sus sueños. Muchos dicen que es un ángel que envió el Cielo y es que desde el primer instante que lo vimos en la cancha nos robó el corazón, pero nos quitó el suspiro luego de probar las deliciosas cosas que cocina.
No te pierdas este sábado por el canal ocho el especial de la vida de esta maravillosa estrella.