ELENA
en medio de la oscuridad tuve tiempo de pensar en las cosas buenas que he tenido, antes mis pensamientos eran opacados por las ocasiones en las que herí a las personas más cercanas, mis recriminaciones me costaron la convivencia con los demás, la oportunidad de darme una enorme alegría, el no permitir que nadie cruzara las barreras que impuse y me lastimaron más que nunca, haberlas creado nunca me peso tanto como ahora y cuando nuevamente vi Ael mi corazón dio la respuesta a la pregunta que él me hizo en la recamara.
El espejo que sale del suelo en el cubículo que me ha puesto la trampa de Lico, muestra una imagen opaca y llena de rencor, instintivamente mi mano va hacia el collar que hicimos con Sami para apresar la esencia que se estaba liberando a causa de ellos, sus ojos no tienen vida parece ausente de la realidad y sin duda así era mi imagen en medio de la oscuridad, sin sentimientos, sin capacidad de pensar mas lejos de mis deseos mas oscuros, en definitiva, es algo que no permitiré que salga.
Comienza a salir del espejo un cuerpo negro, espero que tome la forma que se me mostro, pero para mi sorpresa es mas alta, de hombros anchos, cuerpo trabajado bajo en uniforme de combate completamente negro con vetas rojas y cinto dorado, cabello negro, mandíbula cuadrada y definida, sus ojos grises penetrantes y fríos, la sensación de sentirte atrapada bajo ellos puede ser para muchos hipnotizante, pero para otros la forma más aterradora de que alguien invada tu privacidad.
Su mirada me recorre y se detiene en los detalles del abrigo, armas y en el collar, me da una sonrisa diferente de las pocas que vi cuando estaba a su lado, en esta ocasión no siento hostilidad, rabia o sentimiento negativo, me confunde su actitud, saca una silla del espejo y se acomoda frente a mí, sus ojos no dejan los míos ni por un instante.
Sonríe con calma y golpea el piso dos veces con su pie derecho, inmediatamente las paredes se aclaran, dejándome ver a Luisa arrodillada y una mujer exactamente igual erguida a punto de lanzar otro golpe, se oscurece el costado izquierdo y muestra Aline a mi derecha, sangrando y sujeta por sus látigos, igual que con Luisa pelea con ella misma, por ultimo frente a mi aparece Ael, instintivamente me acerco al muro pero es imposible llegar hasta donde esta, se encuentra en el piso siendo golpeado constantemente por su propia imagen.
Las paredes se oscurecen nuevamente y se que el ir con ellos no asegura que los dejen en paz, eso es imposible por el riesgo que representan, pero también se me viene a la mente los planes que tenemos, Zeto espera paciente, pero sin apartar su mira, con rostro sereno regresa a su asiento, respira profundo y me incita a dialogar.
No digo nada solo afirmo con la cabeza, sonríe en forma satisfactoria, el espejo vuelve a surgir y me indica que debo atravesarlo, me asegura que todo estará bien, pero no se que esperar de esto y solo ruego que todo funcione.
Al otro lado llego a una habitación con solo una mesa y dos sillas, el portal desaparece a mi espalda dejándome encerrada entre estas cuatro paredes que no tiene puerta ni ventanas, no sé cuánto pasa, pero mi paciencia que es poca, se termina de agotar, de repente aparece Zeto y se sienta en una de las sillas, me invita hacer lo mismo, sin otra opción lo hago esperando que la charla sea breve.
se acerca y me inyecta algo en el cuello, con rabia alejo mi rostro de su tacto y decidida a continuar con esto no menciono ni una palabra , resisto el malestar que produce las agujas extrayendo algo de mí, cada momento que pasa el dolor es insoportable y mi debilidad aumenta – relájate – dice mientras me comienzo a sentir mareada, aturdida, dejo de tener control de mi cuerpo y siento mi energía salir sin reparo alguno, el collar comienza a volverse pesado Sami me dice que debemos resistir que ella se encargara de mantener bajo control la energía del collar.
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Editado: 12.01.2023