Estoy de regreso a casa una vez más, en esta larga caminata por la ciudad en busca de un maldito trabajo, supongo que es una derrota más agregado a mi larga lista de fracasos. No puedo creer que hayan pasado 6 malditos días y ni las gracias he recibido durante este tiempo. Rose intento buscarme algún trabajo a través de sus contactos, pero al parecer ninguno estaba dispuesto a recibirme y con mucha razón.
Puedo asegurar de que presente mi currículum más de veinte veces a diferentes empresas, y de todo esto, tan sólo obtuve cuatro entrevistas y creo que cada entrevista fue peor una de la otra.
Todo para llegar a una misma conclusión "No cuentas con educación superior, no tienes profesión y ni un tipo de experiencia laboral", insistía en que podría trabajar en cualquier cosa o cubrir algún espacio vacío por algún tiempo, pero para mi desgracia, todos me trataron como el inútil que soy.
Llego a la puerta a mi casa una vez más, es de noche y me encuentro muy agotado. Intento buscar mis llaves, pero recuerdo que siempre las olvido en la mesa de la sala. Espero que Rose este dentro.
-Rose, ¿Estás ahí?.-Toco la puerta un par de veces.
No hubo respuesta alguna, no tengo idea de que hora pueda hacer, pero ya oscureció hace un buen rato. Me siento en las gradas a esperar.
Cierro los ojos, y reposo mi cuerpo sobre la puerta a descansar un momento. El sueño me consume muy rápido, y me quedo dormido en tan poco tiempo. Pero en el ligero sueño que tomé, escucho unos pasos acercándose hacía mi.
-¿Tom?.-Abro los ojos con pesadez y veo a Marcos.-Amigo, ¿estas bien?.-Se acerca como si estuviese analizando a un muerto.
-¿Qué haces aquí?.-Estoy muy confundido, me levanto de la siesta. No tengo idea de cuanto tiempo llevo aquí durmiendo.
-Me enteré que el jefe te despidió y mierda, creo que fui el último en enterarme.-Se sienta a lado mío.-Me pareció raro no verte en el trabajo, pensé que te encontrabas mal de salud o algo de ese estilo, pero luego me dije "Él me hubiera avisado".-Se rasca el codo, pues lleva una cicatriz algo grande.
-Me despidió por un mal entendido, no lo culpo de nada.-Bostezo.-Creo que estuve a nada de secuestrar a su hija.-Mi amigo sonríe, ni siquiera me cuestiona, ya que él esta acostumbrado a las cosas que me pasan.
-Hace un par de días han traído a un nuevo conductor y al parecer es mudo.-Creo que Marcos ha consumido algo, el comportamiento que lleva es extraño.-Esta callado todo el maldito día.
-Es curioso que haya conseguido mi remplazo tan rápidamente.-Empiezo a sospechar.-Quizás ya me quería despedir desde hace mucho y este a sido el momento perfecto para hacerlo.
-Ahora que lo dices, tiene mucho sentido.-Saca un cigarro de su bolsillo y lo enciende.-Pero... ¿Porqué habría que odiarte?
-Soy un estúpido Marcos, no soy capaz de hacer algo bien sin cagarla antes.-Marco me pasa un cigarro y lo prende.-Ya sabes como soy.
-No digas eso hermano, me has salvado muchas veces.-Me coloca su mano en mi hombro.-Vine hasta aquí a darte una nueva oportunidad.
-Te escucho.-Fumo de mi cigarro y me encanta.-Pero antes, ¿Me haces un favor?
-Claro, ¿Cuál es el problema?.-Me observa con atención.
-¿Has traído tu móvil cierto?
-Si, lo traje.-Lo saca de su bolsillo.
-¿Puedo marcar a Rose?.
-Por supuesto, ten mi móvil.-Me lo entrega desbloqueado.
Me levanto de las gradas y camino sobre el césped mientras escribo el nombre de Rose en contactos. Espero a que me conteste, pues a veces tiene el móvil silenciado ya que no le permiten usarlo en horario la laboral.
Probé un par de veces más, pero no responde a mi llamada.
-Podemos desestresarnos como los viejos tiempos, Tom.-La invitación me llamo mucha la atención.-Ya sabes a lo que me refiero.
-¿Quieres que vuelva consumir mierda?.-Son las 9:12pm, es extrañísimo no ver a Rose en casa.
-Obviamente Tom.-Tira el cigarro sobre mi jardín.- Conseguí un nuevo proveedor.-Me sonríe de manera escalofriante.-A traído productos de todo tipo, y digamos que estoy ayudando a que su negocio se expanda por esta ciudad.
-¿Eso no es peligroso?.-Marcos trabaja para John, ¿para que arriesgarse?
-Tom, has hecho cosas peligrosas durante toda tu vida, esto no es nada.-Se levanta de las gradas y camina hacia mi.-Además, creo que ese Tom arriesgado aún existe, y quiere volver a sentir adrenalina correr por tus venas.
-Marcos, ya cambie.-Intento sonar serio.- No me vas a comparar con mi yo de 18 años que le encantaba meterse en problema por diversión.-Él me observa algo desafiante.
-Supongo que Rose, te hizo esto.-Se acerca mucho más a mi.-Te has vuelto un maricón, no te conocí así hermano, ¿Dónde esta el tipo que le gustaba amenazar y extorsionar a las personas por tener un poco de LSD en su cuerpo?
-Carajo, deja de comportarte como un IMBÉCIL.-Lo miro a su rostro y muestra tics en los ojos.-¿No te has visto al espejo, Marcos?
-Siempre lo hago, y estoy orgulloso de seguir en esta jodida vida.-Camina de un lado para otro.-Te sorprenderás de ver lo que he sido capaz de hacer durante estos años sin tu ayuda.
-Marcos, creí que dejaste este mundo de mierda.-Estoy ahora mismo muy decepcionado de Marcos, me ha mentido todo este tiempo.-Eres un imbécil, no entiendo como John aún no te despide.
-Para que te quedé claro.-Me muestra una bolsa con hierba.-Sigo trabajando en ese lugar por el simple hecho de que el jefe consume mi merca. Además es la excusa perfecta para ocultar todo lo que hago en mis tiempos libres.-Este tipo es más listo de lo que parece.-Te estoy dando la oportunidad de ser uno de los míos Tom, me has ayudado mucho por todos estos años, ahora es mi turno de ayudarte amigo.-Me frunce el ceño.-Supongo que te agarre desprevenido respecto a todo esto y también la mentira de que deje de consumir esta mierda.-Traga saliva, de manera incómoda.- Pero podrías considerar mi propuesta, ¿No te gustaría salir con alguna chica juguetona por ahí, mientras cargas contigo 200 pavos en tan sólo una noche?