Capítulo 25: Hombre herido.

Logramos escondernos en una de las tantas calles de esta extraña ciudad. Tengo el estrés hasta las nubes, en cualquier momento alguien podría dar con nuestra ubicación y morir de la manera menos memorable posible. Hay coches y muchas personas pasando por todos lados, los puedo oír, estamos acorralados en un callejón sin salida, que completa mierda. Para rematar, López está perdiendo demasiada sangre, la bala sigue impregnado en su hombro, esto ocasiona que tenga una hemorragia inminente.

-Tom, tranquilo.-Puedo ver al pobre hombre sudar y temblar.-Saldremos de esta.-Tengo la vista dilatada, ojalá y estos recipientes de basura cubran nuestro hallazgo por un rato más.

-Amigo, se suponía que pasaríamos desapercibido... El plan no era matar a todos como si fuese un puto masacre.-Por ahora no es una buena idea que se quite la chaqueta, no tengo nada útil en mano para evitar que se siga desangrado o hacer presión sobre la herida.

-Me emocioné, perdón.-Empieza a toser fuertemente.-Nunca en mi vida recibí una bala, esto... se siente raro.-Me levanto y miro de reojo sobre los recipientes, justo una furgoneta pasar a lado nuestro, con dos hombre cargando rifles desde las ventanas, me agacho lo más rápido posible.

-Medio mundo nos están buscando haya fuera.-Ahora que lo recuerdo, aún nos falta muchas cuadras para poder llegar al puente Óleo.-¿Tienes tu móvil contigo?

-No... Se me rompió ayer en el enfrentamiento.-Cada vez respira más acelerado.-Me siento mareado, y tengo frío.

Pienso en muchas posibles de como salir de esta, pero en ninguna me marca con un final feliz. Estamos totalmente acorralados, lejos del puente Óleo, no tenemos balas, López está herido, toda esta ciudad de mierda nos están buscando y el bate mugroso que llevo en la espalda ocasionó todos esto.

-Me gustaría decirte que todo estará bien, pero estamos metidos en una gran mierda.-Doy un ojo por todos los lados en este callejón sin salida, y puedo ver una ventana tapada con pedazos de madera.-Veré si puedo ingresar.-Lopez me levanta el dedo pulgar mientras se arrecuesta sobre las cajas de cartón que hay en el suelo.

Me logro parar sin hacer mucha bulla y me acerco con cuidado a la casa. Parece estar abandonada, así que intento romper estos dos tablones con mis manos, pero 4 clavos son más fuertes que yo. Intento buscar algo con lo que me permita abrir esta ventana en su totalidad.

-Toma.-Me tira su cuchilla cerrada.-Es mi navaja, la cargo conmigo para todos lados.-Abro la navaja y espero que esto funcione.

Presionó de dentro hacia afuera, y logro romper uno de los tablones, pero la navaja se rompe. Aún me falta romper el tablón de abajo.

-Mierda...-Mi dedo anular empezó a sangrar, hice un mal movimiento y mi uña se rompió. Pero no le tomo importancia.

Ahora que tengo más facilidad de poder quitar con mis dos manos el segundo tablón, lo intento sin dudarlo. Tiro, tiro y tiro con todas las fuerzas que me quedan, hasta quebrarlo. Caigo al suelo por la inercia, pero nada grave me sucede tras la caida. La ventana finalmente está libre y listo para poder ingresar, pues para nuestra suerte, ni siquiera lleva vidrio encima.

-Ven.-Ayudo a López a levantarse, esté con las pocas fuerzas que le quedan logra pararse y caminar con mi apoyo.

Ingresamos por la ventana y al parecer nos encontramos en la cocina de este lugar. Pero huele a mierda, parece que algo está podrido dentro, y lleva años así. Quiero vomitar, no puedo soportar este olor tan horrible, pero necesito ignorarlo, mi prioridad ahora es López. Se arrecuesta en el polvorosa mesa que está en el centro, y la poca luz que entra por la ventana no es suficiente para hacerle una operación.

-Dudo que haya luz, pero hay que intentar.-Presiono un interruptor y efectivamente, en esta cocina no hay luz.-Buscaré algo que nos pueda alumbrar.-Camino por toda la habitación, reviso los cajones uno por uno, y sólo hay unos cuantos tenedores y cuchillos, de pasada saco un cuchillo para poder estripar la bala que lleva en el hombro.

Intento salir de la cocina, pero las demás puertas están bloquedas, que mierda a pasado aquí y porque todo está BLOQUEADO. 

-Tom, no sé si te sirva, pero tengo un mechero.-Me sonríe mientras me entrega la cajita de su mechero.-No creo que quemar algo sea buena idea.-Saca un cigarro y me indica que lo encienda.-Por favor.-Se termina sacando la chaqueta que siempre lleva y la tira hacía un lado.

Se lo enciendo, y empiezo a fumar. Tengo muchas ideas en mente, pero opto por limpiar el cuchillo con el polo que llevo, no tengo alcohol como los doctores, lo siento.

-No haremos mucho en estás condiciones Tom, ¿Has visto toda la sangre que perdí estando tirado en el suelo?.-No, no, no te puedes despedir de mi, aún no.-Seamos realistas, no saldré de esta, cada vez me siento más débil, y más estúpido.

-Viejo, no puedes morir.-Al parecer la bala impacto con algún nervio, pero esto se ve más grave de lo previsto, pues nunca he visto a alguien morir por una bala en el hombro.-Tenemos que volver.-López mueve la cabeza hacia los lados.-Te sacaré de aquí a cualquier costo.

-Me hubiese gustado tener más aventuras con vos, pero este es el final...-Mientras hablaba, me quedé en blanco. Y mi mente decía SACAR BALA, SACAR BALA.

Sin pensarlo dos veces... y como si de una reacción de vida o muerte, incrustó el cuchillo en el hombre de López.

Empieza a gritar y esto me estresa aún más, en cualquier momento nos podrían encontrar, pero que más da, es todo o NADA. Intento buscar la bala por el hombro, muevo y muevo, pero está más Ondo de lo que creí. López intenta hacer fuerzas para quitarme de encima, pero se encuentra débil y con mi mano izquierda evito que se levante. Sigo buscando hasta que logro alcanzarlo, con cuidado y precisión lo voy sacando, de a pocas, la sangre no deja de salir. Logro extraer la bala por completo, López carga con mucha suerte. Pues salió en una sola pieza, ahora intento prender el mechero para calentar el cuchillo e improvisar un cicatrizado instantáneo.