Miro de reojo la puerta mientras me acomodo en la cama, sin duda Megan vendrá en cualquier momento con el desayuno, lo aceptare pero no saldré de aquí, no puedo, llevo una semana sin Hugo y realmente es lo peor que me ha pasado, no tenerlo a mi lado, siempre hablábamos antes de dormir y al abrir mis ojos en la madrugada estaba ahí sonriéndome.
Todos esos recuerdos hacen que las lágrimas regresen a mis mejillas, nunca pensé que doliera tanto, más cuando tendré un pequeño recuerdo de él cuándo nazca, tocan la puerta en ese momento y menciono con un hilo de voz que pase mi amiga porque sé que es ella.
-Buenos días – dice con una sonrisa sosteniendo en sus manos una bandeja con una plato de comida - ¿Cómo estás?
-Bien – respondo cuando se acerca, pone la bandeja encima del colcho para luego agarrarme la mano junto a la suya para dedicarme una sonrisa apagada.
-Sé que esto es muy difícil Glenda – dice y yo no puedo evitar llorar de nuevo – pero debes ser fuerte, por tu bebe hazlo por el – dice cuando se acerca y me abraza con ternura – eres mi amiga y no me gusta verte llorar.
-Estoy intentándolo – digo en un hilo de voz – pero lo extraño bastante.
-Si lo sé – dice acariciando mi cabello – pero él no hubiera querido esto Glenda y lo sabes, queremos que estés bien tú y el que llevas adentro.
-Solo…. – digo cortando la voz para alejar sus brazos con lentitud, ella me ve confundida – quiero estar sola.
Me pongo bien en la cama para intentar comer algo, comeré aunque me cueste porque quiero que mi bebe nazca sano y salvo, es lo único que me queda de él.
-Está bien – dice suspirando con lentitud, da media vuelta y camina para la puerta, agarra la perilla y antes de irse me da una media mirada – come algo, por favor.
-Si – respondo con una pequeña sonrisa apagada, cierra la puerta dejándome sola, me siento bien así.
Me gusta la soledad por ahora, agarro mi celular de la mesita y me veo en la pantalla, tengo muy marcadas las ojeras de tanto llorar y me cuesta dormir.
He tomado las vitaminas que me recomendó Megan como doctora, aunque yo ya sabía no lo había pensado por todo lo sucedido, toco mi vientre mirándolo con ternura.
-Mi bebe, ahora hay que enfrentarnos al mundo solo tú y yo – digo cuando me empiezo arreglar mi cabello – tu tía Megan nos apoyara pero en las noches y parte del día tenemos que hacerlo juntos.
Digo esperando que mi bebe me escuche, cuando me peino me acerco a la bandeja y empiezo a comer aunque mi apetito no ayuda.
-Mami no tiene hambre mi bebe – digo cuando mastico un pedazo de salchicha – pero comerá para que tú te alimentes, porque mami te quiere ver sanito cuando nazcas.
Mastico con pereza todo pero realmente tengo que comer, sin embargo es lo único que hare, Megan sin duda quera que salga con ella algún lugar y la verdad no me siento con ganas de salir y ver mi alrededor desde que él no está, no lo sé, siento demasiado dolor para disfrutar algo que sin duda me recordara algo de Hugo.
Como lo extraño, no puedo recordarlo sin que una lágrima caiga, no entiendo como nuestro destino tuvo que ser así, ¿Por qué morir en un accidente?
Los policías me comentaron que al hacerle una prueba de ADN, dieron con que iba tomando, no lo podía creer al principio y aunque él siempre tomaba nunca pensé que muriera de esa forma.
Me seco las lágrimas y sigo comiendo, después de comer algo me mantengo en la cama para rebajar el estómago; termino de hacerlo me voy al cuarto de baño para bañarme, tengo que quitarme el estrés que lo tengo acumulado desde antier que no me baño.
Dejo que el agua caiga en mi cuerpo y las lágrimas desaparezcan con ella, Megan es una buena amiga sin duda, no quiere verme llorar pero es imposible no hacerlo en estos momentos, sin embargo darme hospitalidad en su casa mientras me recupero fue lo mejor que pudo hacer pero no quiero estar con nadie, solo quiero estar en un cuarto esperando que este dolor desvanezca, con la soledad.
Aquí sin embargo es lo que quiero pero al salir de la ducha, se escucha los gemelos llorar y una niña pequeña gritando emocionada, este no es el silencio que yo quiero.
-¡Susy ten cuidado con el celular! – exclama desde afuera del cuarto mi amiga, sonrió por saber que está teniendo una batalla con sus bebes.
Me quedo en la cama acostada cubriéndome con las sabanas, en un momento pensé en ayudarle a Megan con sus bebes pero el sueño fue más fuerte.
Cuando de repente despierto afligida y sudando al tener una pesadilla, no la recuerdo del todo pero al saber estoy sudando siento como se me hela la piel.
Soñé con Hugo que estábamos en la casa cuando de repente al voltearlo a ver no está y lo busco con preocupación por querer saber dónde se encuentra cuando de repente aparece a la par mía pero con diferente rostro. Ahí desperté, al ver a mi alrededor me doy cuenta que el sol ha cambiado de posición, agarro mi celular y abro los ojos como platos al ver que son las dos de la tarde.
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Editado: 26.04.2020