Al terminar de hacerme el examen de orina nos encaminamos de nuevo a la oficina de la doctora Graciela, al estar en frente de ella enarco una ceja inquieta al no ver a Cristian.
Me pregunto a donde estará, pensaría que tal fue por un café, la tentación de llamarlo fue tanta que la hizo.
Al llamarlo no contesta, pero al intentarlo en la segunda, mi corazón palpito con impulso al escuchar su voz.
-Glenda lo siento – dice y se escucha decepcionado – no creo poderte ir a recoger, tengo un inconveniente.
-¿De verdad? – Pregunto asustada y por pura curiosidad pregunto - ¿Qué te ha pasado?
-Es algo de Alex – escuchar su nombre sentí incomodidad de haber preguntado – hablare con Liam que te vaya a traer…
-No, no te preocupes, yo… - corto la voz para suspirar frustrada – estaré bien, iré en un taxi.
-Ah no eso no – dice y se escucha enojado – llegare en seguida al hospital, tranquila…
-¿Seguro? – pregunto aun sorprendida.
-Si iré en seguida – afirma diciéndolo de nuevo.
-Gracias – digo antes de que cuelgue, luego de terminar la llamada me dedico a escuchar a Graciela de lo que me dirá de mis exámenes.
-Bien Glenda – dice cuando se asiente en su asiento después de ver como salieron mis resultados – hay un problema que es muy serio en el cual debemos controlar.
Me preocupe demasiado al saber ello, siento como la piel se pone de gallina.
-¿De qué se trata? – pregunto en un hilo de voz asustada por saber cómo estará mi hijo.
-Bueno en los resultados de la orina se ve que tienes una infección en las vías orinarías – dice viendo los papeles – debes tomar bastante agua y… ¿has tenido fiebre?
-No, he tomado las vitaminas y sobre todo como enfermera me cuido, si he sentido dolor y pensaba que fuese eso – digo nerviosa.
-Bien pero tranquila Glenda, tu hermoso bebe está bien ahí adentro – dice señalando mi vientre – sin embargo debemos controlar ese pequeño problema, no es tan serio, solo te daré los medicamentos…
-Fosfomicina – respondo diciéndole el nombre del medicamento.
-Exacto – responde sonriendo – si sientes dolor te recomiendo que te des un baño refrescante en esa zona para calmarlo.
-Ok, gracias Graciela – digo sonriéndole mientras acaricio a mi bebe que se encuentra adentro – siempre te recomiendo como la mejor encargándose de los embarazos.
-Oh vamos – dice riéndose – solo porque atendí el embarazo de Megan y ahora el tuyo no significa que sea la mejor.
-Claro que si – le digo asintiendo, ella solo negó sonriendo y luego me dio los medicamentos esenciales para mi infección para después despedirme de Graciela.
Luego me encamino a la salida esperanzada de ver a Cristian pero no se ve, pero prometido que vendría entonces me siento en una banca que se encuentra cerca.
Mientras espero pienso en todo lo que me ha pasado, jamás pensé que sucedería tantas cosas en mi vida sin embargo la muerte de Hugo me afecto tanto que aún no resisto pensarlo sin derramar una tan solo lagrima porque aunque no lo amaba, lo quería, lo quería demasiado por ser una persona buena y ejemplar.
Solo siento que algo no está bien, siempre tengo pesadillas y eso provoca que no pueda dormir, es algo nada común en mí y no deja de fastidiarme saber que algo ha ocurrido que me deja intranquila.
Pero lo único que me deja intranquila es solo pensar en Alan, el ex de Megan, cuando quería abusar de mi amiga, al enterarme me encargue que el señor Richard lo despidiera sin que Megan lo supiese, solo pensaba que tal vez se cambió del hospital, en el cual después me arrepentí porque no era algo que me incumbía y si Megan lo llegase a saber tal vez se enojaría conmigo.
Lo malo de todo esto es que Alan se enteró de que yo hable, porque llego a mí y me amenazo porque el señor Richard hizo que en ningún hospital lo contratase por su mala reputación, ese día no me quede atrás y me defendí alejándolo de mí, se fue enojado y no me agrado lo que hizo el señor Richard porque solo quería que se alejara de Megan sin embargo el jefe siempre tuvo sentimientos hacia mi amiga.
Recuerdo esos tiempos cuando la molestaba diciéndole que Richard estaba enamorado, también la molestaba con Liam cuando ella lo odiaba, bien dicen que del odio al amor solo hay un paso.
No sé cómo es.
Lo único que sé es que si Megan no se hubiese enamorado de Liam yo no hubiese conocido a Cristian, el chico que me hacia reír por sus ideas, recuerdo cuando nos vimos la primera vez, las palabras que derramo el vaso esa vez fue.
¿Se te perdió algo?
Si y yo le pague con la misma moneda esa vez porque me vio espiándolo.
Borro mis pensamientos al ver que Cristian no viene, agarro mi celular con nerviosismo pensando si llamarlo, cuando por fin me decido le marco y no contesta, lo vuelvo intentar pensando que como la vez pasado conteste pero no lo hace.
¿Qué le habrá pasado?
No lo sé pero si realmente no podía me lo hubiera dicho.
¡Idiota!
Me levanto y pido un taxi con rapidez, al hacerlo me introduzco con cuidado, veo en la ventana que una tormenta se avecina y espero que no llueva en la noche porque me da miedo, siempre les he tenido pavor a las tormentas y no importa si truena o caen rayos.
Desde pequeño tuve ese trauma cuando… mis padres estaban conmigo.
Empieza a llover con fuerza y gracias al destino el taxi llega en seguida a la casa, se baja para ayudarme con una sombría en el cual agradecí para luego pagarle, cuando entro a la casa me cambio de ropa y me acomodo en la cama de la habitación.
En un momento a otro me quedo rotundamente dormida acariciando mi vientre.
De repente mi sueño es interrumpido cuando siento una mano en mi hombro moviéndome, abro los ojos y me doy cuenta que es Megan quien me habla, la lluvia aún sigue en su curso pero esta algo oscuro, dormí demasiado.
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Editado: 26.04.2020