He olvidado el día desde que comencé a sentir estos sentimientos, sin embargo nunca olvidaré el día en que te acercaste con esa deslumbrante sonrisa.
Como hijo de dos soldados rasos, mi esperanza de surgir dentro de algún Cuerpo de Asalto es improbable, es algo que siempre me ha sido recordado desde que tengo memoria. Con esto en mente la verdad es que nunca me esforcé en mejorar, tan solo seguí la corriente y me adapté a los demás, me mimeticé para convertirme en una mera sombra de mis compañeros, después de todo, poseo estos genes que nunca servirán para nada. Esa era mi forma de pensar, hasta que llegaste e irrumpiste mi mundo.
– ¿En serio, eso es todo? Vamos, no necesitas perder la esperanza antes de iniciar. Te cuento un secreto, desde hace tres semanas que estoy visitando al Ultimo Humano De La Antigua Era sin falta. Es increíble, te lo juro, desde ese día no he dejado de pensar en él. – Acercando tu rostro al mío sonreíste de una manera la cual siempre recordaré. – Te tengo una propuesta, quieres venir con nosotras, he conocido a una amiga, se llama Lyraji, es muy tierna aunque algo enojona, estoy segura de que te entusiasmarás tanto como yo.
Sin poder decir palabra alguna tomaste mi mano y me arrastraste contigo.
Pese a ostentar una expresión que siempre espantó a los demás, sin dudarlo te acercaste a este deprimente chico para tratar de apoyarlo. Yo no fui el único en recibir tu calidez, no eras simplemente la futura Capitana debido a tu línea genealógica, eras una Líder que admirábamos y amábamos por el simple hecho de ser tú.
Con el paso de los años ya no pude seguir junto a ti, todos queríamos estar a tu lado, desde niña has poseído un carisma que atrapa a cualquiera que se tope contigo, eres increíble, yo no puedo hacer eso, por mas que lo intente me es imposible el poder percibir como se sienten los otros, de alguna manera tu logras ver debajo de las máscaras que siempre mostramos a los demás.
Debido a que no poseo tu talento, solo soy alguien más de entre los cientos de candidatos a soldados. Desde cierto día comencé a ver como algunos hombres comenzaron a dejar de ver simplemente a la futura Capitana, con el paso del tiempo te convertías cada vez mas en una hermosa mujer, dentro de mi un sentimiento turbio se acrecentaba. La única persona con quien hablaba era contigo, cuando estaba junto a otro compañero era como si mis palabras no salieran, estaban en mi mente sin embargo no las lograba pronunciar.
Poco a poco comencé a alejarme, sentía que simplemente te estorbaba, era un lastre para tu magnánimo futuro, hasta que me hiciste ver tu punto de vista.
– No me interesa nada de eso, somos amigos, que importa si estamos destinados a poseer distintos rangos, somos compañeros que lucharemos por La Colonia. – Colocando tu mano en tu pecho, pronunciaste las palabras que aun resuenan en mi mente. – Creo profundamente en las personas, creo en mis compañeros, creo en ti, creo que… es posible cambiar el futuro si nos lo proponemos. No quiero ser simplemente alguien que pueda alcanzar logros gracias a la ayuda de mis padres y antepasados, quiero ver como esos logros son cumplidos gracias a mi esfuerzo, así que, al igual que te lo he dicho antes, no te rindas sin haber iniciado.
Desde ese momento deje de lado mi antiguo yo. “Quiero seguir a tu lado”. Con ese pensamiento en mente decidí renacer, los años que había desperdiciado debían ser recuperados. Comencé a practicar en las simulación mas que nadie, estudiaba las diferentes estrategias establecidas una y otra vez, forcé mi cuerpo y mente hasta superar mis límites, no podía quedarme atrás, que importa si poseo estos genes, ahora quiero demostrarte que tu convicción es real, puedo mejorar, no seré un simple soldado raso destinado a permanecer en las sombras de tu Cuerpo De Asalto, quiero estar entre los mejores, por sobre todo, quiero verte feliz al ver que tu forma de pensar es real.
Gracias a mi esfuerzo es que soy el primero de mi familia en poseer un rango mayor al de mero soldado raso, de hecho, soy un Soldado Condecorado De 5 Estrellas, el mayor puesto que puede alcanzar un Soldado, estoy a nada de obtener mi promoción, al momento de recibir esta condecoración fuiste una de las personas que aplaudía con más emoción de entre los presentes, solo un poco más, solo un pequeño paso mas para ver como rompo con las barreras establecidas. Mi amada Dara.
– … Amada Da… Mejor comienzo otra vez. – Destrozo un nuevo intento.
Arrojo ese trozo de papel al tubo, a una velocidad rauda desaparece en dirección al Reciclador. He perdido la cuenta de cuál es el número exacto de intentos que llevo, pero son demasiados, como es que una simple carta es tan difícil de escribir.
– Un nuevo fracaso, desde ayer que no paras.
Pese a estar solo con una leve luz encendida, Jeran, mi compañero de cuarto despierta y comenta como si nada.
– Es solo que, pensaba que sería más fácil. – Respondo claramente frustrado.
– Eres una damisela en apuros.
– Cierra la boca.
– ¿Por qué una carta de entre todas las opciones?
– Por las novelas históricas.
– ¿Qué tiene que ver eso?