Recuerdo que cuando era pequeña, me sucedieron diferentes tipos de eventos, pero uno de ellos quedó impregnado como un tatuaje en mi mente, en la época de mi inocente niñez.
Como era hija única, dormía con mi madre por que mi padre tenia turno nocturno en el trabajo, así que éramos solamente ella y yo en casa, en la colonia donde vivíamos, en ese entonces no existía mucho alumbrado público que digamos, las calles se encontraban sin pavimentar, existía mucha área verde, esto incluía arboles de gran tamaño, pasto, plantas pequeñas, una variedad de flores, cerca de casa se encontraban las vías del tren, así que por las noches se escuchaban trabajar las maquinarias de esos transportes, pero en la madrugada solo se escuchaban los grillos darnos su melodía el cual nos hacía dormir tranquila y pacíficamente, en días lluviosos solo se podía escuchar el tronar de la tormenta que pasaban dejando su ruin humedad y devastación, al día siguiente calles llenas de lodo era el panorama para observar y caminar en ellas, en cuanto a la oscuridad que brindaba cada noche con luna llena las sombras de los arboles se proyectaban de manera siniestra, dejar volar la imaginación era tú peor enemigo, por que imaginabas los peores monstruos que te pudieras haber topado solo en tus peores pesadillas.
Como todo niño el miedo era constante, a criaturas que jamás verías en la vida real, pero que para ti lo eran.
Una de tantas noches, nos acostamos esperando que el señor Morfeo viniera por nosotras para llevarnos al mundo de los sueños, pero creo que tenía otros planes para ambas, la cama de mi madre estaba ubicada a modo que nuestros pies quedaran ubicados hacia la ventana, aclarando este punto, estábamos observando hacia la claridad que brindaba la luna en la ventana, cuando de la nada apareció una criatura peluda y color negra parecida a un Critter pero estaba en su forma de pelota (el que haya visto la película sabrá de lo que hablo), en pocas palabras era una pelota negra y peluda, las dos quedamos estáticas al verla, nuestras respiraciones eran entrecortada, pero ninguna se atrevía a mover un solo músculo, con los ojos muy abiertos vi como de repente saltó a la altura de nuestros pies, así como vimos que desapareció en la orilla de la cama, mi madre no perdió tiempo en encender el interruptor de la luz de la habitación, se asomó para verificar que cosa era esa criatura, la buscó por debajo de la cama, en todas partes por si se había movido a alguna parte de la habitación, pero para sorpresa de ambas no había ninguna pelota peluda.
Han pasado varios años ya desde esa experiencia, cuando recordamos los sucedido, hasta el día de hoy nos seguimos preguntando que rayos sucedió esa noche, nos quedamos con más preguntas que respuestas.
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¡Hola! ^___^, disculpen por dejarlas abandonadas un buen tiempo, pero no me encontraba con los animos de escribir, aquí les dejo una pequeña historia, espero les cause escalofríos.
¿Alguno ha vivido este tipo de experiencia parecida o algo parecido?
Gracias a todas las que me siguen y han leido alguna de mis publicaciones, recuerden que sin ustedes no soy nadie.
Las quiero mucho.
H.K. ^___^