"Transforma. Una vez por quien sabe donde, leí esa palabra.
¿Transforma qué?"...
La luna brilla tan majestuosa, las estrellas tratan de alcanzar su imperfecta belleza, soy la única que ve el resultado de su desafío: es imposible alcanzarla.
-Absurdas estrellas, jamás podrán alcanzarla- les digo pero mi comentario es un susurro a sus oídos ya inexistente, mientras al verla tan brillante en el cielo a la luna, trató de alentarla a seguir una noche más, le enumero las bellas cualidades que tiene, es inútil no me escucha teniendome tan cerca.
El ruido del timbre de mis recuerdos me aturde, palabras murmuradas vuelan por el ambiente lleno de personas y el salón de clases se transforma una ves más en otra prisión del día, en otra batalla de hacer oído sordo y seguir como hace la luna.
"Transforma. Una vez por quien sabe donde, leí esa palabra.
¿Transforma, qué? Supongo que los sentimientos en arte, ¿No?.
Desahogarte en el arte, llevar tus lágrimas a papel, a música, a lienzos... Comprimir tu felicidad en canciones, en pinturas, en párrafos... Desatar tú enojo en baile, expresarte con las mascaracas del teatro... No temer con el mismo miedo... Son solo ejemplos de lo que podemos hacer.
Esa palabra me he dejado tan intranquila por días desde su lectura, se mueve en mi cabeza tratando de encontrar la respuesta a la pregunta: ¿Transforma, qué?. ¿Qué tengo yo guardado para transformar?..."
Eso decía en un pedazo de mi ensayo sobre los sentimientos.
Nunca busqué un resalto de marcador amarillo ante palabras oscuras sin gracia, mi intención no era sobrepasar a los cortos de imaginación. Solo necesitaba una buena nota y fue esa excusa la que me llevó a ser nombrada como uno de los ensayos más profundos e interesantes tanto como inigualable en el salón.
¿Pero qué tiene que ver el ensayo con la historia de mi luna? Egoístas estrellas, piensan que brillar solo es cosa de ellas cuando en las noches tan solitarias de los tiempo antiguos la luna brilla para todos, abrasandonos, abrasandolas con amor.
Las palabras de las estrellas comenzaron a circular por todo el universo, despreciando el ensayo de la luna.
Pobrecita, en las noches la motivo a ser ella misma pero a veces no escucha mi voz y se le hace imposible preguntarse quién es, qué hace, para qué existe en el universo, cuál es su rol en él, ¿Solo brillar?, ¿Solo quedarse quieta?, ¿Tan solitaria?.
En las noches de soledad batalleo con ella, me quedo a su lado en mi terraza observándola.
Tenemos tantas similitudes y tantas diferencias.
A veces me lleva a preguntar su presencia ¿Soy semejante a ti? Y si no es así, ¿Quien soy?.
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Escrito por: La Duda.