WENDY
No se cuando ni como ha sucedido pero Chase se ha levantado de su asiento y en estos momentos está rodeando mi cuerpo con sus largos brazos. Las lágrimas se deslizan por mi rostro como si fuesen una cascada al mismo tiempo que mis sollozos se pierden en el pecho de Chase. Él tan solo se dedica a abrazarme con fuerza y a frotar su mano sobre mi espalda, gesto que por un lado disminuye mis sollozos y el temblor de mi cuerpo, pero que al mismo tiempo me causan mas ganas de llorar al recordar que él solía hacer lo mismo en situaciones como estas.
Mis intentos por no llorar fueron inútiles, en cuanto Chase nombró esa palabra las imágenes de su rostro, de sus caricias, de sus abrazos, de todos los recuerdos que tengo de él y junto a él aparecieron frente a mi con la misma intensidad de siempre. Por mas que intente no pensar en ello es imposible, jamás podré hacerlo, el sentimiento de culpa siempre estará allí, por más que digan que yo no he tenido nada que ver, que no ha sido por mi, yo aún sigo negándolo. Las palabras "todo ha sido por tu culpa, tu lo has matado" se repiten una y otra y otra vez en mi cabeza. Durante estos dos últimos años esa frase fue una de las causantes de que me mantuviera despierta por las noches y alejada de todo y todos durante el día.
"Todo ha sido por tu culpa, tú lo has matado" repite mi voz interna constantemente en mi cabeza y allí es cuando me doy cuenta que aún no lo he superado, había creído que si, que ya estaba todo resuelto, que ese sentimiento de culpa se había ido, pero tan solo estaba oculto, esperando la mas mínima situación para aparecer nuevamente y decir "aquí estoy de vuelta, creíste que me había ido pero no es así"
CHASE
Su rostro había cambiado de un segundo a otro, sus manos jugaban con todo lo que había sobre la mesa, en un principio creí que eran tan solo los nervios de estar a solas junto a mi, en otro momento ya lo había notado, pero en cuanto su rostro perdió su color natural, sus manos comenzaron a temblar y sus ojos se cristalizaron, noté que eso no era a causa de los nervios. Fue visualizar una tímida lágrima deslizarse por su pálida mejilla lo que me impulsó a lanzarme sobre su diminuto cuerpo y rodearla con mis brazos. Dudé al hacerlo, primero porque sabía que era una persona que no le agradaba el contacto físico de personas "extrañas", siempre se mantenía dos pasos alejada de mi, siempre estaba a la defensiva de cualquier movimiento que hiciese. Una parte de mi decía que tan solo le preguntara si se encontraba bien e intentara calmarla desde lejos, pero mi lado impulsivo me dijo que no podía dejarla sentada allí sola. No perdía nada con intentarlo, es por ello que en menos de lo que canta un gallo me levanté de mi asiento, me coloqué en cuclillas quedando a su misma altura y la envolví con mis brazos, para mi sorpresa ella no se alejó, se aferró a mi sudadera y le permití llorar todo lo que creyera que era necesario llorar.
Luego de unos largos minutos ella separó avergonzada su cuerpo y con ambas manos cubriendo su rostro para que no la viera intentó hablar.
—L-lo sient-to
—No tienes porqué disculparte—hago una breve pausa para volver a ponerme de pie e ir a buscar la silla y colocarla a su lado—¿quieres hablar de ello?—negó con su cabeza y estuve a punto de decirle que está bien, que no tenía que sentir la obligación de hablar conmigo, que lo entendía, pero al parecer cambió de opinión porque su gesto de negación se transformó en un "sí" dicho a penas con un hilo de voz y aún derramando unas pocas lágrimas.
—Yo... lo siento, creí que... lo había superado pero... al parecer no—limpia con el dorso del suéter su rostro y baja nuevamente la vista al suelo.—Tu... has nombrado a mis padres, y en Portland vivo tan solo... con mi madre. Mi... mi padre... falleció hace dos años...
Mierda, mierda, mierda.
Estaba seguro que algo de lo que yo había dicho fue el causante de que ella comenzara a llorar y se sintiera así de mal.
<<Hace dos años... tuvieron que llevarme de urgencia al hospital—sus ojos comienzan a humedecerse y en unos pocos segundos su rostro se verá empapado de gruesas lágrimas otra vez. No puedo permitirlo
—Está bien, no lo hagas. No es necesario que me lo digas.
—No—responde ella en un intento de sonar convincente—necesito hacerlo—asiento con mi cabeza indicandole que continúe, ella inspira y exhala lentamente con los ojos cerrados y prosigue.—Él... estaba fuera de la ciudad, y cuando se enteró que yo estaba en el hospital y que había llegado al mismo inconsciente, canceló rápidamente su itinerario y se dirigió hacia Portland. Él... sabía que algo así me iba a ocurrir, me lo había advertido, pero yo... yo no le hice caso. Me advirtió que lo que hacía era como estar jugando con fuego y que si no hacía nada, sí seguía jugando en un algún momento me iba a quemar. Tomé sus palabras como quien toma las de un desconocido: sin importancia. No le hice caso y...
—Te quemaste—digo por lo bajo siguiendo con su metáfora. Ella logra escucharme y asiente
—Mi madre le había dicho que no era necesario ir al hospital, que ella lo mantendría al tanto de mi estado, pero el se negó, prefirió cancelar la reunión mas importante de su carrera profesional para ir a verme, pero... él...él nunca llegó—una vez mas su rostro se llena de lágrimas pero aún así ella sigue hablando—Su auto trasnitaba una carretera recien pavimentada, a escasos kilometros de él se había producido un choque por lo que decidió tomar un atajo. Su compañero Marvin quien iba con él en ese momento le sugirió que esa zona era muy peligrosa a esas altas horas de la noche, que sería mejor esperar a que el tránsito disminuya y seguir por la carretera principal, pero él se negó, prefería arriesgarse antes de perder un minuto mas alejado de su hija sin saber cual era su estado de salud. finalmente llegaron a la zona que Marvin le había indicado, no saben en que momento sucedió pero fue tan solo pestañear cuando se encontraron en medio de una carrera ilegal de motos y autos, mi padre sin tener experiencia alguna en realizar maniobras drásticas hizo todo lo posible por huir de ese lugar, giró el volante para un lado, luego para el otro y cuando creyeron que habían podido largarse de esa espantosa situación, el auto sale volando por los aires envuelto en llamas. Al parecer uno de los autos que participaban de la carrera se desvió y colisionó con mi padre y su amigo, y tras el golpe no trasncurrieron siquiera cinco segundos que el vehículo explotó con ellos adentro.—Wendy vuelve a limpiar las lágrimas de su rostro y por mi parte estoy atónito, no sé que decir ni hacer, ella se percata de ello y continúa hablando.—Al parecer mi padre murió en el acto, mientras que Marvin logró sobrevivir luego de permanecer casi un mes en coma. Hasta el día de hoy no logro poder sobrellevar su muerte sin culparme, sin decirme que, si tan solo lo hubiese escuchado cuando me dijo que era arriesgado hacer lo que estaba haciendo yo...—solloza— no habría terminado en el hospital y él aún estaría aquí conmigo.