Capitulo 4

Capítulo 4

Seguía pensando en todo, en Axel principalmente. 

Me evitaba la mayor parte del día, solo nos veíamos cuando comíamos, ¿no podía ver que quería ayudarlo? 

Salí de mi habitación suspirando, ese estúpido niño me tenía muy preocupada y eso me iba a causar problemas pero no importaban. Lo miré y me miró asustado queriendo desaparecer pero antes de que pasara eso lo detuve. 

— tú, no puedes huir — lo lleve a rastras a su habitación y suspiré cerrando la misma — ¿que haces? Quiero ayudarte en esto 

—no puedes hacerlo — susurraba algo triste — mira, no es que quiera ser mujer, solo quería ponerme eso, me gusta ser hombre pero... Me, me gusta él — apunto a una foto de él y su mejor amigo Martín — no quiero que nadie más sepa esto... Por favor. 

Parecía querer terminar en lágrimas, no me miraba, solo miraba a la puerta de su habitación como si temiera que nuestros padres abrieran y descubrieran todo lo que sentía. 

— a Martín le gustan las chicas delicadas, por eso quise ponerme eso, pero no me sentía bien. 

Me seguía explicando como si me debiera una explicación o algo, solo me acerqué y lo abracé tan fuerte como pude sin lastimarlo, solo para que sintiera que yo estaría para él siempre. Me abrazó de vuelta y comenzó a llorar como un niño pequeño, seguro esto que sentía lo tenía agobiado y nadie se había dado cuenta, ahora veía que estábamos en el mismo tren. 

Luego de unos minutos se calmó y me miró — estamos bien ¿cierto?

— claro que sí idiota — lo empujé un poco — vamos, acompáñame, debo ir a ver a Juan 

— ¿es tu novio? 

— ¿qué? No — negué rápidamente y me reí — estas de suerte hermano, es bisexual, puede que te guste — bromeo para quitar el ambiente de mierda que se había formado 

— cállate — ríe y caminamos juntos a la salida de la casa. 

Ya en camino a la tienda de Juan estuvimos platicando más cosas, me contó todo y ahora entendía lo que sentía, mi pequeño hermanito estaba enamorado, me daba miedo que lo lastimaran...

Verlo con el corazón roto iba a ser muy duro, aunque supongamos que Martín aceptará que tiene sentimientos por Axel, no significa que fuera a salir del closet e iban a vivir felices, ¿ambos se arriesgarían? ¿Les dirían a sus padres? Y si Martín lo negaba y lo rechazaba dejando de lado su amistad y lo veía como un niño raro y lo comenzaba a odiar, eso iba a ser un golpe aún más duro. 

Si eso pasaba iba a ser yo quien le partiera la cara a ese niño. 

Al llegar con Juan nos saludo alegre. 

—¿por qué esos ojos rojos? — pregunta mirándonos — vaya los hermanos, si que se parecen, es más parecen flores 

— ¿tu también? — pregunté riendo — Axel dice lo mismo, parecemos flores. 

Mi hermano solo se sonrojó y se fue a mirar por toda la tienda mientras nos poníamos de acuerdo para una celebración que tendríamos en el teatro muy pronto.