PAIGE WINDSOR.
Luego de estar un rato más con Pierce salgo de su habitación.
Voy al baño, me estuve aguantando desde que llegué y ya no puedo más.
Una vez que hago lo que tenía que hacer, me lavo las manos.
Estaba por salir pero la voz de Leonard y Elena llama mi atención.
No abro la puerta pero me quedo escuchando.
— Sos estúpida.
Ese es Leonard pero por qué la insulta.
— Perdón me deje llevar.
¿De qué hablan?
— Pues que sea la última vez si se llegan a enterar de lo que hicimos, arruinaría a nuestra imagen.
— Si, ya lo sé. Tan estúpida me crees, nadie jamás se va a enterar de que vendimos a nuestra propia hija.
— Más te vale, si Paige se llega a enterar de que en realidad es nuestra hija, no sé cómo reaccionaría.
¿Que?
No, no puede ser.
Eso no es verdad.
Ellos no son mis Padres.
Y si lo son como pudieron hacer algo tan horrible.
Y una vez más los reyes Windsor me sorprendieron.
Aunque ahora me doy cuenta de que de ellos puedo esperar cualquier cosa.
Incluso algo como esto.
Escucho sus paso lejos, así que salgo del baño.
Empiezo a caminar hacia la salida.
Necesito estar sola.
— Lara.
Kendall.
Lo ignoro y sigo caminando.
Salgo del hospital.
Camino sin rumbo fijo.
Como pudieron hacer algo así.
Se supone que un Padre protege a sus hijo, no que los vende.
Y después finjen adoptarlo.
Esperen...
Si soy una Windsor eso quiere decir que Lara era mi gemela.
Y que fue asesinada por mi otra hermana.
Esto es una locura.
Todo esto es una completa locura.
Tengo que hablar con ellos que me expliquen cómo pudieron hacerme esto.
Freno y vuelvo al hospital.
Veo a Kendall, me estaba siguiendo.
Vuelvo a ignorarlo y sigo mi camino.
(...)
Veo a los reyes, ahora mis Padres a unos pasos de mi.
Decidida me acerco a ellos.
— Los odio. —Susurre.
Leonard levanta la mirada hacia mi.
— ¿Dijiste algo?
— Los odio. —Hable más fuerte para asegurarme de que escuchen.
— Son unos mentirosos, son las peores personas que conocí en mi vida.
— ¿Que estás diciendo? Cállate no vez que la gente nos está viendo.
— ¡Me importa una mierda si nos están viendo!
— ¡¿Cómo pudieron?! ¡Yo también soy su hija, maldita sea!
— Baja la voz ¿De que estás hablando? —Elena.
Zorra mentirosa.
— Lo sé todo, se que me vendieron.
El rostro de ambos se pone pálido de solo escucharme decir eso.
Miro a toda la gente que tiene puesto su atención en nosotros.
— Ven a sus queridos reyes no son más que mentirosos, que solo se preocupan por si mismos.
— ¿Saben algo más? No soy Lara.
Todos me veian sorprendidos pero estaba tan cargada por la ira que no me di cuenta en ningún momento que también Kendall lo está escuchando.
— Me llamo Paige, y estos dos que ven aqui. —Los señale. — Me adoptaron para que me haga pasar por su hija amada Lara, a mi a su propia hija.
Vuelvo mi mirada a ellos, quienes me miran enojados.
— Me harté de fingir "Padre", pero debo suponer que lo de saber fingir es de familia.
— Paige.
Kendall.
Está en shock.
Lo miro.
Me ve y se va sin decir nada.
Ahora no es momento de ir detrás de él tengo que ver a mi verdadero hermano.
Los miro por última vez y voy a la habitación de Pierce.
El merece saber la verdad.