Esto es guerra, querido vecino

45. Haré lo que quiera con ella

Tyler

—Lo siento... —solo dijo mientras caminaba hasta sentarse nuevamente en el sillón, refiriéndose a la cuchara que minutos antes había tirado.

Yo negué y traté de sonreír pero solo conseguí tener un ceño ligeramente fruncido... porque... porque ahora también tenía en mi cabeza lo que sea que le hubiera pasado a Ross.

—¿Que pasa? —habló mirándome a los ojos —Tyler acaso... ¿hay algo que no sepa?

Puse mi mano sobre mi cabeza.

¿Porque demonios debía pasar toda esa mierda?

—Tyler —me llamó con voz temblorosa; escondiendo su cuerpo entre la sabana.

—Es Ross —hablé sin más. Debía ir al grano —me llamaron, esta en el hospital...

Ella abrió sus ojos de repente y estos mismos no tardaron demasiado en llenarse de lágrimas —¿Ro-Ros? —tartamudeo aún sin poder creerlo —ella... no eso, eso es imposible. Hablé con ella tan solo hoy en la la mañana, eso no puede ser.

Me acerqué inmediatamente. La tomé de las muñecas con suavidad y la mire fijamente —¿que te dijo?

—Iba a hablar con Patrick, recuerdo que dijo que le devolvería no recuerdo que cosas —humedecio sus labios secos —iba cortar con el Tyler, de eso estoy segura —suspiró pesadamente. Sentí como la piel de sus brazos se herizo completamente —todo esto es mi culpa —arrebató mi agarre para finalmente esconder su rostro entre sus manos, los sonidos de sus sollozos no se hicieron esperar —yo, yo... si yo no la hubiera dejado ir... ¡tan solo si fuera sido más lista con ella! Algo me decía que algo malo iba pasar. ¡Pero siemplemete me quede ahí parada como una tonta!

Algo dentro de mí se removió.

Sentí un gran vacío dentro de mi estomago.

Mordi mi labio, y finalmente tomé fuerzas para lo que tenía planeado hacer.

Tomé sus dos muñecas, sosteniendolas con fuerza y permitiéndome ver sus ojos totalmente rojos.

—Mirame Kelsie —le grité en el momento en que desvió su mirada —¡Mirame ahora!

—¡No! —me gritó, saltándose con más fuerza.

 

Kelsie 

—¡¡Ya basta!! No me toques —cerré mis ojos con fuerza mientras me abrazaba con mis propios brazos.

Abrí mis ojos nuevamente y lo vi... vi a Andrew.

Sentí los asquerosos dedos de Andrew sobre mí. Las horribles lágrimas nuevamente se resbalaron por mis ojos, había llorado tanto que por poco ardía. 

Tenía un miedo profundo y una desesperación profunda.

 

Tyler

 

Me quedé por un momento estático y sin entender nada. 

Kelsie estaba teniendo una crisis.

Tragué saliva y me atreví a acercarme y aprisonarla entre mis brazos. Entonces nuevamente quiso soltarse con violencia.

—¡Soy yo! ¡Kelsie, por el amor de Dios! ¡Mirame! ¡Soy yo!

Suspiro pesada y entrecortadamente quedándose quieta.

Aun con mis brazos alrededor de ella la recoste sobre el sillón poniéndo su cabeza con cuidado sobre la almohada, para después poner la sábana sobre su cuerpo.

Su cuerpo temblaba. Mis brazos la abrazaron por la cintura.

Quise levantarme, pero su mano me detuvo inmediatamente.

Atrayendome poco a poco hasta estar cerca de su rostro.

—Po-Porfavor... no me dejes aquí sola —le sonreí un poco para después acostarme a su lado. Su cara quedó recargada en mi cuello, sintiendo el aire caliente de su respiración.

Kelsie seguía llorando con los ojos cerrados. Mi mano acaricio su frente hasta llegar a su hermoso y sedoso cabello. 

—Ya no llores —le susurre con mis labios pegados a su cabello —ya estás aquí, conmigo y nadie te hará nada malo. Nadie volvera hacerte nada malo, porque yo nunca te dejaré sola.

Sus lágrimas no pararon, sin embargo, por primera vez luego de un largo rato finalmente me miro —¿Nunca... me dejaras sola?

—Nunca te dejaré sola —le sonreí esperando que ella hicera lo mismo como siempre lo hacía, pero solo obtuve que sus labios no pararán de temblar.

—Nunca, lo haré te lo prometo —sorbio su nariz mientras levantaba apenas un poco la cabeza.

—Ya no puedo seguir así Tyler... no entiendo porque me esta pasando esto —yo solo asenti sin saber realmente que decir.

—Cierra los ojos.

Ella me miró extrañada mientras se limpiaba las lágrimas —¿que?

—Porfavor, hazlo —repetí.

Ella lo hizo lentamente.

Quería hacerlo. Quería hacerla olvidar todo lo que había pasado. Queria eliminar ese recuerdo de su memoria.

Me acerqué con sumo cuidado hasta topar mi nariz con la punta de su nariz. Mis ojos aún en esa posición viajaron a sus labios, tan rosados, tan carnosos... tan apetecibles.

Mordi y remoje mi boca mientras sentía la dificultosa respiración de Kelsie.

Mis manos se deslizaron de apoco desde sus manos hasta su cuello y finalmente mejillas, las cuáles seguían mojadas, las limpié con cuidado.

Ella no volvería a llorar. Yo me encargaría de eso.

Se recargo en sus codos inclinandose levamente. Pegando aún más su cuepo al mío.

—Kelsie estoy aquí. ¿Confías en mi? —pregunté casi sintiendo la punta de sus labios.

—Si... —habló casi en un suspiro —confío en ti...

Finalmente me acerqué a sus labios, quería besarla con suavidad, pero de pronto ella unió mas fuertes nuestros labios al punto de dificultarme respirar. No me molestó, quise seguir el ritmo, pero me sorprendió cuando su lengua se metió humeda.

Me separé apenas un poco, me cogió del pelo y no reparó palabra para nuevamente unir nuestras bocas.

Su lengua jugaba juguetona con la mía, podía escuchar los chasquidos perfectamente, y juró por Dios que era el sonido mas excitante que había escuchado.

Me relamo los labios cuando finalmente me separo de ella, alcanzando sus brazos para después alzarlos y aprisionarlos entre mi mano izquierda.

Mientras que con mi otra mano acarició apenas un poco su suave y fina piel en su mejilla.

—Nadie te podrá hacer nada malo porque yo estoy aquí —ella no dijo nada, solo abre los ojos. Lo se, sigue asustada. Lo se muy bien  —solo cierra los ojos... yo estoy aquí no te preocupes.



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En el texto hay: novelajuvenil, comedia romantica, vecinos

Editado: 05.02.2020

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