Era una mañana hermosa pero cerca de la cocina estaban dos cuerpos agotados y dormidos, acurrucado uno sobre el otro , eran Samantha y Anne. Inicialmente Samantha se había quedado a cuidar a Anne pero el sueño la agotó y se recostó sobre el sillón.
Sin darse cuenta su cuerpo comenzo a acurrucarse cada vez más hasta quedar como si estuvieran abrazadas, la primera en levantarse fue Anne quien sintió un gran alivio pero luego comprendió que no había dormido con nadie.
Volteó su cara quedando de frente con Samantha a pocos centímetros de distancia, y decidió inspeccionar más de cerca a Samantha, realmente tenía unas pestañas largas y rizadas, sus labios eran carnosos y algo gruesos, su nariz era perfecta.
Se paso alrededor de un minuto observando a Samantha hasta que el cuerpo dormido de Samantha que buscaba un lugar en donde recargarse hizo presencia acurrucándose en Anne quien su corazón comenzó a latir rápidamente.
Samantha se levantó por el aumento de actividad cardíaca donde al darse cuenta de que se encontraba abrazando a Anne se separó rápido y levantó del sillón.
—Perdona por dormirme en ti—. Se levantó de golpe Samantha mientras se sonrojaba.
—Oh, no te preocupes-—. Habló rápidamente Anne.
Un silencio se creo entre ellas hasta que una voz proveniente de la planta de arriba las interrumpió, era Dylan que estaba peleando con Tyler por lo que era al parecer un atuendo que ambos traían puesto.
—¡Yo me puse primero el traje!
—¡No es cierto!
Samantha se comenzó a reír y se dirigió a la planta de arriba , sin antes dedicarle una sonrisa de felicidad a Anne , a quien su corazón le comenzó a latir rápidamente de nuevo.
—¡NINGUNO DE USTEDES USARÁ ESE TRAJE!—. Gritó Samantha mientras los dos gemelos la veían con asombro—. ¡SON ADULTOS COMPÓRTENSE COMO TAL!
—Está bien—. Resoplaron ambos-. Nos pondremos algo más.
—Bueno bajen por que haré el desayuno—. Se metió en la conversación Dan—. Son tan infantiles.
Los cuatro hermanos bajaron a la cocina y Samantha sacó del refrigerador la pizza que habían preparado horas atrás Anne y ella, probo un pedazo frío y le gustó mucho la pizza.
Anne había subió a su cuarto para bajar vestida y bañada cuando de pronto bajó por las escaleras un Stefan bañado y con una camisa holgada , con unos jeans pegados y unos tenis.
"Olvide por completo a Stefan" pensó Samantha.
—Chicos él es Stefan—. Lo presentó rápidamente Samantha a sus hermanos—. Lo rescate.
—¿Cómo que lo rescataste?—. Preguntó Tyler—. No entiendo.
—Lo estaban vendiendo en una subasta en Seattle.
—¿Y por que lo estaban vendiendo en una subasta?—. Comenzó a decir Dylan—. Supongo que era una subasta ilegal.
—Es un acompañante—. Explicó Samantha—. Es un ente que acompaña a su dueño hasta el resto de sus días.
—Bueno, si quieres que este aquí—. Comenzó diciendo Dan—. Tienes que enseñarle a no decir nada del mundo de los acompañantes y Vampiros, por que va a tener problemas. Supongo que lo vas a adoptar.
—Tenía planeado ponerle también nuestro apellido, ya que ahora es de la familia— . Comentó Samantha-. Claro si no les molesta
—Me parece bien—. Dijo Dylan—. Es ahora parte de la familia.
—Aprobado por tu hermano Dan.
—Es un buen acto—. Dijo Tyler—. Después de muchos años tendremos otro hermano más, pero, ¿Cuántos años tienes?
—Tengo veinte años—. Habló por fin Stefan.
—Eres mas chico que nosotros—. Señaló Dylan a su hermano—. Bienvenido.
—Gracias.
El desayuno transcurrió con normalidad y con una serie de preguntas para Stefan ya que querían saber de dónde era, qué hacia , porque se encontraba en Seattle y como había encontrado a Sam.
—Pues prácticamente el aura de Samantha me golpeó cuando comencé a observar a todo el público, y su aura estaba escondida como un 70%—. Comenzó a describir Stefan la parte de la subasta—. Al final pidió un millón por mí.
En ese momento sonó el timbre de la casa y Dan se levantó para abrir la puerta, en la puerta se encontraba Jaime , dueño de la cafetería Royal, el cual venía acompañado de una mujer algo vieja, aproximadamente unos sesenta años.
—¡Oh!— . Comenzó hablando la viejita—. Hola, disculpa quiero saber si en esta casa se encuentra Anne , necesito hablar con ella.
—Claro, espere un momento.
Dan corrió hacia a habitación de Anne y le comentó que en la puerta estaba Jaime junto a una viejita por lo que Anne quien ya estaba arreglada tomo un suéter y se dirigió a la puerta.
—Hola señora Royal—. Preguntó amablemente Anne—. ¿Cómo se encuentra?
—-Llámame Margaret , Anne sabes que odio que me llames señora Royal.
—Discúlpame, entonces Margaret—-. Anne mostró una sonrisa agregando—. ¿Qué necesita de mí?
—Necesito que me acompañes, si no te molesta.
—Claro que no, pero déjeme tomar algo para desayunar.
—Ya es algo tarde, ¿Te desvelaste?—. Preguntó Margaret.
—En realidad dormí como reina, dormí muy bien—. Anne sonrió al recordar que había dormido con Samantha.
—¡Oh hija!—.Comentó en tono feliz—. Perdóname, estuviste con alguien.
—No, no, no, no—. Negó rápidamente Anne mientras se sonrojaba —. No pase la noche con nadie.
—¡Oh querida!—. Tomó uno de sus cachetes—. Perdón en meterme en tu vida personal. Ve a buscar tu desayuno.
-Bueno pero pasen un momento, me sentiría muy mal si se quedaran afuera.
Jaime solo se rió al ver lo sonrojada que estaba Anne y entraron Margaret y él a la cocina en donde se encontraban los Evans desayunando pizza.
Jaime observó a la familia Evans, a decir verdad era una familia que se llevaba bien y se había acoplado a el estilo de vida de Ezequiel y Anne.
Anne tomó un recipiente en donde metió tres rebanadas de la pizza que había hecho el día anterior, y por inercia volteó a ver a Samantha con quien suavizo un poco su mirada normalmente dura, cosa que no pasó desapercibida por Jaime quien guardó ese recuerdo.