Evelyn

Una estúpida desición

Llegue por Eve a su casa, estaba muy emocionado porque volveríamos a salir juntos, además tenía que contarle que ya tenía todo preparado para mi partida a Canadá, no había podido contarle antes por el hecho de que no nos hablábamos, pero estaba seguro de que le emocionaba la idea

— ¿Cómo vas con el servicio social?

— Ni me lo recuerdes, ya casi termino, pero se ve cada cosa, la verdad me afecta estar ahí

— Que mal, debe ser difícil

— Un poco, lo único que me tranquiliza es la música que escuchan ahí

— Sí me contó tu mamá, que escuchan pura música de viejitos jajaja

— Ahh, entonces ¿por eso escucho saludos de un Eder a una Evelyn?

— Sí, soy yo quien le manda mensaje a los locutores para mandarte saludos

— Hay qué lindo eres, gracias

— No tienes que agradecer

— ¿Qué es eso tan importante que tienes que contarme?

— Pues, hace un mes, mi primo Erick el que vive en Canadá vino de visita a México, y todo un día lo pasamos juntos, me contó que tiene planes de abrir una empresa en donde vive y necesita a alguien que esté a su lado, y la única persona en la que pensó, fue en mi

Seguí contándole los detalles de esa visita y de la conversación con mi primo, pero mientras lo hacía, podía ver en la cara de Eve, que no le estaba agradando nada de lo que le contaba

— ¿Y ya estás juntando dinero para poderte ir?

— Tengo un poco ahorrado, pero solamente necesitaré llevarme un poco de ropa, algunas cosas y mi cámara, mi primo ya me consiguió donde vivir, el trabajo es seguro con él, y mi papá me dijo que el pagara mi boleto de avión

— Oye qué bien, y ¿para cuándo te irías?

— En Julio, dice mi primo que lo mejor es llegar en verano, para poderme adaptar al clima, ya que a pesar de que Vancouver es la ciudad más cálida de Canadá, es fría todo el año, y en invierno es más fría aún

— Pero tú no tendrías problema con eso, a ti te encanta el frío, y nunca te abrigas aunque haga mucho frío

— Eso crees, de hecho eso creía pero me cuenta mi primo, que lo más frío que llegamos a estar aquí, es lo más cálido que está Vancouver

Recuerdo que Eve me cambio el tema, en ese entonces estaban por abrir un nuevo centro comercial a unos minutos de nuestras casas, y me dijo que sería buena idea salir con los chicos de la iglesia a ese centro comercial

— Creo que los convencernos de venir, ya es justo que ellos vengan es la misma distancia de aquí a Azcapotzalco que de Azcapotzalco a Coacalco

— Si, tienes razón, oye pero tú hermano quería que fuéramos nosotros tres y Mónica

— Estaría muy bien, ya después invitamos a los de la iglesia

— Si

Y así fue, la primera vez sólo íbamos nosotros 4, la pasamos bien, fueron horas y horas de café y plática

La segunda la planeamos muy bien, invitamos a los chicos de la iglesia, los convencimos de que tenían que venir a Coacalco, porque nosotros siempre vamos a la ciudad con ellos.

Llegamos todos juntos después de la iglesia, y fuimos primero por hamburguesas y malteadas, después de comer a alguien se le ocurrió ir al cine, pero solo Eve y yo apoyamos la idea, después a alguien se le ocurrió ir al centro comercial de enfrente, ahí había una zona de videojuegos y pista de hielo, a esa idea todos accedimos

Cruzamos la avenida y llegamos al otro centro comercial, nos dirigimos a la zona de videojuegos, pero para nuestra sorpresa había un juego típico de una feria en la parte exterior de esa zona; los autos chocones

De inmediato corrimos a preguntar cuánto costaba el uso del juego, y para nuestra suerte este era muy accesible, pero Eve y su hermano estaban viendo otras cosas; una vez que pagamos para usar el juego, todos hicieron parejas para subir a los autos, un piloto y un copiloto por auto, pero yo quedé solo, de inmediato busqué a Eve y la llamé para que se subiera conmigo

Una vez arriba me dijo algo de lo que ya me había dado cuenta, y que ella se dio cuenta de mí

— Oye, ¿a ti te gustaba Karla cuando llegaste a la iglesia no?

— Si, pero ¿Por qué la pregunta? ¿Será por qué se subió en el mismo auto que Joel, y a ti te gustaba Joel?

— ¿Cómo sabes que me gustaba Joel?

— Porque te conozco muy bien, además tu cara me dice que quieres que sea rudo con ellos, y golpee su auto con todo ¿verdad?

— ¡Duro contra ellos!

Pasamos varias horas en los autos chocones y la verdad es que creo que sí nos pasamos con Karla y Joel, Pero al final nos divertimos mucho

Después de eso, todos se despidieron, ya era tarde la casa de cada uno quedaba lejos; solo quedamos Eve, su hermano y yo

— Eder, me quedé con ganas de ver la película, ¿quieres ir al cine?

— ¡Claro! Yo también me quedé con ganas de ir

Cuando su hermano nos escuchó, nos dijo que nos dejaba solos, que él se iría a su casa, pero para ese entonces él ya me caía bien, así que le pedí que se quedará con nosotros

No recuerdo qué película vimos, pero algo pasó ese día después del cine

— Otra salida que la pasó excelente contigo Eder

— El que lo disfruta más soy yo ehh

— Pero la que más te va a extrañar cuando te vayas a Canadá, seré yo

— No quería tocar ese tema

— Pero no vayas a llorar, por favor que me harás llorar a mí también

— Está bien pero no volvamos a tocar el tema, quiero disfrutar lo que me queda de tiempo en México

Nos dirigimos a su casa y al llegar, su hermano se bajó del auto y entró a su casa, pero Eve se esperó conmigo

— Tenemos que repetir lo de los autos chocones

— ¡Claro! Pero la próxima tu contra mi

— ¡ay no! Me vas a deshacer jejeje

— jajaja eso sí, mejor lo hacemos juntos contra quien esté ahí

— Te voy a extrañar, no te quiero perder

—No me vas a perder, voy a venir una vez al año y podremos pasar toda una semana juntos, además tenemos WhatsApp y Skype,

— Lo sé, pero no será lo mismo

— Ven conmigo, así no tendríamos que separarnos




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