Madison
Estaba tranquila en mi habitación leyendo el libro "un beso del traidor" cuando entra mi mamá con una bandeja en sus manos, supongo que es mi cena.
-Hija te traje la cena -dice y por su tono de voz sospecho que ella sabe que algo anda mal-
-Dije que no tenia hambre -digo sin mirarla y vuelvo abrir el libro-
-Cariño, pasa algo?
-No -digo con mi mirada en el libro-
-Madison puedes mirarme cuando te estoy hablando -esta empezando a subir el tono-
-No -digo haciéndola enfadar-
-Se puede saber que te pasa! -literalmente lo digo gritando-
-Se puede saber porque me prohibiste ver a papá -digo elevando el tono a su nivel
-De que hablas? -dice fingiendo que no sabe nada-
-Lo mismo me pregunto mamá -digo sarcásticamente-
-Hablaste con el? -dice como si estuviera preocupada-
-Si y me conto varias cosas de las cuales no te creía capaz -digo mirándola fríamente-
-De que cosas hablas cariño -se sentó a los pies de mi cama y trata de acariciar mi mejilla-
-Tenia 13 años mamá y Lexie 9! Nosotras no teníamos la culpa de que papá te engañara -dije y ella se paro bruscamente-
-Nunca les ha faltado nada! Para que querían al ingrato de tu papá! - dijo gritando-
-Nos hiciste creer que papá nos quería! -Le grito-
-Y eso no les afecto en nada -dice mas calmada-
-Mamá! tengo crisis de pánico desde los 13 años! Tengo que estar medicada y con psicólogo! -hice una pausa y seguí- Y tu dices que no nos afecto en nada! Quizás a Lexie no le afecto, pero te recuerdo que ella no es tu única hija -dije y tome mi celular junto a una chaqueta que tenia encima de la silla, abrí la puerta y baje las escaleras lo mas rápido posible-
-Madison! -grita mi mamá siguiéndome-
-Que no me sigas! -le grito mientras llego a la puerta de entrada-
-No te atrevas Madison! -dice llegando de bajar las escaleras-
-Déjame sola por una vez en la vida!
-Si te vas no vuelves mas a esta casa! -¿enserio me dijo eso?-
-Bien, iré por mis cosas entonces -digo y las lagrimas amenazan en salir, pero no le daré el gusto de que me vea llorar, no esta vez-
-Hija esta es tu casa, nunca lo has necesitado -dice refiriéndose a papá-
-Tu no sabes lo que realmente necesito -dije y le di la espalda para subir de vuelta a mi habitación-
-Madison baja para que podamos hablar tranquilamente! -dice en un intento de querer arreglar las cosas-
No hago casos a sus palabras y solo subo a mi habitación mañana es martes y tengo que ir a clases. Hablare con papá para quedarme unos días con el. En mi teléfono marco el numero que me dio papá. Al tercer timbre se escucha la voz de mi papá.
-Madison?
-Papá -digo y las lagrimas amenazan con salir una vez más-
-Estas bien? -pregunta y dudo en decirle-
-Crees que podría quedarme algunos días en tu casa? -solo rezo por que diga que si-
-Claro, Quieres que te pase a buscar ahora?
-Si es que puedes -digo bajo-
-Solo dame la dirección y te paso a buscar en 1 hora para que tengas tus cosas listas -dice y yo le doy la dirección-
Cuando corto suelto un sollozo y empiezo a echar ropa en una mochila al igual que útiles de aseo personal, un poco de maquillaje y otro par de zapatillas. En otra mochila hecho mis libros y el uniforme del colegio. En otra mochila hecho mi notebook junto al cargador y el cargador de mi teléfono, También hecho mis pastillas y mi billetera la cual tiene una tarjeta que abrí hace algunos meses donde depósito el dinero que gane para las vacaciones de verano. Cuando termino de guardar todo me cambio de ropa y me pongo unos jeans junto a un suéter morado y unas vans, me hago una coleta alta y me lavo la cara para intentar quitarme el rímel que se me ha corrido. Pasan 15 minutos cuando papá me llama para avisarme que esta afuera de la casa así que bajo con una mochila en la espalda y las otras dos en las manos.
-A donde vas? -pregunta mamá parándose del sofá-
-Me voy mamá -digo y sigo caminando a la entrada-
-Madison no te vallas, cariño -dice sosteniendo mi brazo-
-Suéltame mamá -digo y ella me suelta-
-Cariño por favor, piensa en Lexie -dice y yo suelto una sonrisa sarcástica-
-Alguna vez pensaron en mi? -Digo y ella solo se calla- Dile adiós a los demás de mi parte -es lo único que digo cuando abro la puerta y la cierro cuando salgo-
-Te ayudo -dice papá y le paso las dos mochilas que traía en la mano-
-Gracias -digo y el sonríe-
-Eres mi hija Madison, yo siempre estaré para ti -dice mientras deja las mochilas en los asientos de atrás-
Me subo en los asientos delantero, el se sube y comienza a conducir, cuando llegamos a casa el baja mis mochilas y yo bajo la que traía en la espalda. Golpea la puerta y nos abre una mujer de su misma edad.
-Hola, tu debes ser Madison -dice y regala una gran sonrisa-
-Hola -digo y le sonrió-
-Pasen hace frio afuera -dice dejándonos pasar-
-Arregle el dormitorio de invitados para que puedas instalarte ahí -dice aun con su gran sonrisa, ella debe ser la esposa de papá-
-Gracias... -digo ya que no se su nombre-
-Adela, cariño, llámame Adela -dice sonriendo-
-Ven Madison -dice papá y yo lo sigo hacia las escaleras, pasamos por un pasillo hasta llegar a una de las piezas de al fondo- Espero te sientas cómoda
-Gracias papá -le digo y lo abrazo-
-Ya cenaste? -pregunta y yo niego con la cabeza-
-En un rato estará lista la cena, Adela hace unas tortas para morirse -dice sonriendo y yo solo sonrió- Bien acomódate y luego te llamo para que bajes a cenar-
Se fue y yo me quede acomodando mis cosas, Mientras ordeno mi teléfono suena y es una videollamada de Ben así que contesto.
-Hola Mia -dice al otro lado de la pantalla-