Y así fue, al otro día comprobamos que estaba cargado, así que salimos de nuevo y esta vez al tanto de la serpiente. Desgraciadamente, aunque estuvimos atentos perdimos a uno de los soldados sin poder evitarlo. Fue duro, pero había que seguir, lo más que podíamos hacer era prestar nuestros respetos y despedirlo. La verdad me deprimí un poco, sin embargo, no había tiempo para descansar.
Dos semanas después ya habíamos avanzado bastante, teníamos la energía, Lee consiguió el gen y una forma de probar si los tenemos o no con ayuda de Berin. Si, tanto él como Dael tienen el gen, no es increíble, que casualidad y ahora ambos no salen de la biblioteca. En cuanto a la parte de ingeniería, pues es la más difícil, una semana más y ya saldremos.
Los que hemos terminado nuestras partes nos tomamos un descanso el fin de semana, así que Lee y yo nos vamos juntos a nuestro nido de amor luego de visitar a mi familia y el sorprenderme pidiéndome matrimonio. Las lágrimas se me salieron y lo abracé con fuerza, por supuesto que me casaría con él. Estábamos celebrando en la cabaña, me encantaba el anillo que me regaló y mientras se lo decía tocaron a la puerta.
—Buenas noches, chicos, sabía que estarían aquí este es su nidito de amor. —Me mordí el labio inferior mientras que Lee se reía, yo no podía evitar ponerme roja—. Está bien Alexa no hay nada malo en eso.
—Puede ser señor Kim, pero igual es algo incómodo.
—Okey, bueno vine porque tengo esto para ustedes.
Nos entregó un sobre.
—¿Qué es?
— Una invitación del presidente.
—¡¿En serio tío?!
— Así es.
—¿Por qué el señor presidente quieres vernos?
—Supongo qué es debido a que se enteró de nuestra investigación.
—¿Cómo? ¿Tiene espías en nuestro grupo?
—Me temo que así es, pero ya lo tenemos localizado y controlado.
—Me alegra.
—No entiendo Alexa por qué se preocupan, es el presidente.
—Lee, lo que está en juego es la vida de mucha gente.
—Lo sé. ¿Y?
—Que no sabemos que harán los presidentes, qué opciones tendrán en mente. Y si el presidente quiere que una de las naves sea solo para esta Colonia.
—Bueno no lo vería tan mal si hubiera más naves.
—Exacto, pero únicamente hay dos hasta ahora. No conozco al presidente, sé que muchos lo admiran, no obstante, el poder es complicado. No podemos permitir que ninguno de los cinco presidentes se apodere de las naves. Señor Kim estoy segura de que ya todos los demás saben de nuestra investigación.
— Así es, me han notificado sobre eso.
—No quiero ser pesimista, mas, creo que tendrá que tomar medidas con respecto a nuestra investigación y las familias de los miembros de esta.
—Ya lo había pensado.
—Parece que lo de llevarte a conocer a mis padres será más rápido de lo que planee.
Kim se aclaró la garganta.
—¡¿Perdón?!
—¿Qué pasa tío? Pensaba presentarle a la familia a mi prometida.
—Wow qué?!... ¡¿En serio?! ¡Felicidades! ¡¿Tu padre lo sabe?!
—Sí, me lo pidió en frente de mi familia.
—¿Y por qué no fui invitado?
—Porque pensaba invitarte con nuestra familia y así de paso llevas a presentar a la tuya.
—¡Estás loco! Querías tirarme primero a los leones, ¿eh?
Ambos se reían.
— No, no tío, claro que no. Solo fue una idea.
— Alexa nuestra familia es bien complicada, así que no te ofendas con cualquier cosa que suceda.
—Tío la está asustando. —Ambos se reían de mi cara, la verdad sabía que podía ser un poco complicado por la creencia de algunas colonias de no ligarse—. En fin, solo quiero cumplir con mi deber de presentar a la mujer que amo y con la que me voy a casar pase lo que pase
—Okay fue suficiente, eso será cuando hallamos asegurado todo. Ahora lo que interesa es poner la investigación a salvo y a las familias e incluso amigos bajo protección. Habrá forma de hacerlo sin ser descubiertos.
Rápido desvié la conversación, pues me sentía los cachetes encendidos por la confesión de Lee.
—Ya estoy en ello, mandé a preparar todo y las instalaciones están siendo acomodadas. Además, toda la investigación está a salvo, pero debemos hacer esto con calma sin levantar sospechas. Dependiendo de lo que ocurra mañana estoy seguro de que su vigilancia incrementará el doble.
—Eso es seguro tío.
—No se preocupen por nada, estamos trabajando.
Al día siguiente nos preparamos y por primera vez Lee mostró su auteco.
—¡Wow! Se ve que veremos al presidente.
Él se rio y nos montamos, a mitad de camino parece que vio que no llevaba mi anillo.