Capítulo 14: Recorrido

Principito trataba de fijar la mirada en algún punto fijo del techo, seguía sintiéndose cansado pero ya en su mente figuraban muchas preguntas, las cuales le impedían conciliar su sueño. Después de algunos minutos de meditarlo preguntó:

— ¿Dónde estamos, Zorro?

Zorro era el único que se encontraba en la habitación, hasta hace unos momentos se encontraba entretenido mirando a través de la ventana como las personas caminaban —Creo que Rousse lo llamo algo así como invitados....habitación de invitados. En la cálida pero no acogedora casa de Rousse.

— ¿Cuánto tiempo me quede dormido?

— ¿Estás seguro que quieres que te responda? —dijo Zorro con un aire bromista.

Principito sonrió ligeramente. Se levantó, estiro un poco los brazos, ya que los tenía muy tensos, y finalmente se sentó al borde de la cama y miro a su alrededor. La habitación se encontraba algo vacía. Había una repisa algo desgastada por los años con algunos libros, un escritorio y algunas cajas puestas en la esquina de la habitación no parecían ser muchas tampoco parecían ser pesadas. Tuvo curiosidad de saber que contenían pero no se atrevió a acercarse ni mucho menos a husmear en estas. Más bien optó por buscar con la mirada su libreta y su lápiz. No tuvo que buscar mucho, ambos objetos se encontraban encima de la mesita de noche al lado de la cama.

La puerta se abrió y Rousse entró. Observo a ambos amigos y luego se sentó al borde de la cama.

— Otra vez intentaste llamar a tu familia ¿no? —Intuyó Zorro.

Rousse asintió sin mucho ánimo. Frustrada se frotó con las yemas de sus dedos la cien— Espero que este problema se termine cuando sepan que ocurrió aquella noche— dijo con voz agotada— Desde aquella vez ya no son los mismos.

— Haremos lo mejor que podamos— Prometió Principito mientras apoyaba una mano en su hombro.

— Gracias pero...—dijo Rousse retirando la mano del muchacho — no necesito más palabras de consuelo— dijo observando a ambos amigos, al parecer Zorro habría también intentado animarla— quiero acciones, necesito resultados para creer que así será.

— De acuerdo, Rousse— Después de pensarlo un poco, como también de recordar lo que sucedió antes de caer dormido. El muchacho decidió preguntar— Rousse... ¿Podrías mostrarnos la ciudad?

— ¿A qué viene... —preguntó Rousse inmediatamente.

Principito la observo intrigado ante la reacción inmediata que tuvo ella. Rousse prosiguió:

—Espero que aún sigas recordando lo que acabamos de hablar—Principito asintió—aún existe este problema... el misterio de aquella noche.

—Lo sabemos— Esta vez intervino Zorro.

Rousse trató de no mostrar lo confundida y disgustada que se encontraba. No comprendía en que podría ayudar hacer aquel recorrido, parecía una perdida de tiempo y aquello la desalentaba. Se sentía disgustada por que no tenía ánimos ni mucho menos lo tendría para recorrer un lugar que recorrió un montón de veces.

—Aún tengo que esperarlos, Principito.

—No veo el problema de quedarme y mandarte un mensaje con la idea azul—Zorro como todo amigo fiel apoyo la idea de Principito, a pesar de lo alocada que era para Rousse. Dos contra uno no parecía ser nada justo.

— ¿Qué harás cuando te vean, Zorro?

— ¿Estás subestimando mis habilidades de escondite, Rousse? —Dijo Zorro confiado y con una sonrisa burlona— Estas hablando con un gran experto.

—Se alarmarían demasiado si llegarán a verte.

— ¿Qué es a lo que temes, Rousse? —Preguntó amablemente el Principito.

—No es eso, solo...solo me aseguraba—Se levantó de la cama—En un momento vuelvo—dijo antes de volver a salir de la habitación.

—Me pareció o...— Comentó Zorro dudoso en voz baja apenas la puerta se cerró.

—Yo también lo creo—Confirmo su amigo para luego suspirar. Podría adivinar que lo siguiente sería más difícil de lo que pensaba, ya que no seria nada sencillo encontrar a una persona entre una multitud, sin saber datos o su nombre. Recordaba perfectamente que cuando se encontraba semidormido, y después que Zorro corrió en busca de ayuda, observo a unos metros más allá a aquella persona cruzar la calle, pero no se encontraba lo suficientemente bien para seguir su rastro, incluso tal vez fuera la clave que tanto buscaban. Esperaba encontrar a aquella persona, pero también le interesó la actitud de Rousse. Esperaba también descubrir ello.

Los constantes pasos de las personas, los cláxones que sonaban de vez en cuando. Fueron los primeros sonidos que escucharon al salir. Esta vez la luz del sol no los acompañaba sino mas bien tenían delante suyo un panorama nublado, pero por el color de las nubes podría decirse que estaba atardeciendo detrás de estas.

El tumulto de gente desde su punto de vista parecía solo moverse en una sola dirección. Aunque a veces se dispersaban o volvían a juntarse, como un cardumen luchando contra la corriente y enfrentando un peligro que tal vez ahora ignoran. La mayoría vestía con colores apagados por lo que Principito parecía ser un punto brillante por la tonalidad de su cabello.

...

—Bien, esos fueron los lugares— Dijo la joven de cabellos castaños dando por finalizado el recorrido — ¿Podemos seguir resolviendo el misterio de aquella fiesta? —añadió con desanimo.

Principito la observo confundido —Solo me mostraste tres lugares.

—Este lugar no tiene mucho que digamos—Respondió con la misma tonalidad de desánimo y molestia.

Desde el inicio del recorrido, ella había demostrado ese animo tanto en su forma de hablar como en sus acciones. Aquello preocupó a Principito, quien también no tardó en darse que cuenta que...

—Rousse— La aludida lo observó— ¿Me estás ocultando algo?

—Sabía que lo notarias— Respondió la aludida mientras se apoyaba en una pared cercana y echo su cabeza para atrás. Era mejor admitirlo, nunca le gusto mentir o ocultar cosas no eran de su estilo— Ven, sígueme— Dijo luego de haberlo pensado un rato.