-Ese grito incesante en el cuarto de papá y mamá
Así lo describe tu hermano al que debes ayudar, le dices que todo esta bien, papá y mamá solo están jugando, no hay de que preocuparse, pero odias tener que mentirle, odias taparle los oídos para que no escuche aquella discusión.
Se ha vuelto algo rutinario, tener que callar tu llanto, tratar de ser fuerte, por ser el ejemplo de alguien mas.
Quisieras llorar, o tal vez gritar, ir en ayuda de tu mama, pero tu cobardía, te impide luchar. Te quedas callada, tu hermano se duerme y al fin te puedes liberar.
Al día siguiente, nuevos moretones en el brazo de mamá, y nadie toca el tema, porque para ti es doloroso y molesto y para ella vergonzoso todo esto.
Cierta vez lo discutieron, la opción de huir lejos, pero ambas cedieron, al percatarse de que no tenían mucho dinero.
La situación económica lo empeora todo, no pueden escapar de este infierno al que aprendieron a llamar hogar. Desde pequeña, te ha dolido, ver a tu hermano crecer y de muchas cosas carecer; En Navidad, mientras los otros niños tanto de tu edad como la de el, esperaban con ansias los juguetes de Papa Noel, tu tristemente le explicabas que no había dinero, que no había juguetes y un abrazo es lo único que podían disfrutar como familia en aquellos tiempos de chocolate caliente.
Los tiempos cambiaron, el ya no se conformaba, sus compañeros se cuestionaban por que a el regalos no le llegaban. Papa se esforzó, dobles turnos trabajó, y una estabilidad al fin consiguieron, pero no se puede tener de todo en esta vida, hubo ajetreo, papa se empezó a molestar y así comenzaron los tiempos de soledad.
Llegaba a la casa de trabajar, a tu madre gritaba y golpeaba, a ti te ordenaba y si fallabas, de "estúpida" te tachaba.
-Todas las mujeres son iguales, son unas idiotas, buenas para nada, que solo sirven para complacer a un hombre en la cama...- esas y mas fechorías gritaba, haciéndote creer que el tenia razón, pues los adultos son siempre sabios ¿no?.
Y a esto, le sumas tus dudas, y es que en todo este tiempo, no te ha gustado ningún hombre, aun no sabes que es amar. Te da miedo aceptarlo, y no, no es que te confundas y por temor a tu padre lo generalizes y odies a los hombres, eso lo tienes claro. Sabes que hay hombres buenos, pero has tenido reacciones raras al pensar en tu amiga, y sabes que esta mal, pues a las mujeres por genética, por lógica, los hombres les van mas.
No quieres aceptar lo que sientes, porque tus padres o la sociedad, si se llegasen a enterar, de fenómeno te tacharan.
Además, te has cuestionado tu existencia, y es que ¿Que tienes de especial? Al menos que fueras un Einstein o un Hittler, si vives o mueres a nadie le importará.
Con el tiempo aprendiste, a encerrarte en tu habitación, llorar en silencio, maldiciendo haber nacido mujer. Tu autoestima esta por los suelos, te odias a ti misma, odias tu apariencia, tu genero, tus gustos, tus sueños, tu torpeza, tus problemas, tu simple existencia.
Sabes que adolescentes como tu, hay muchas, eres consciente de que problemas, todos tenemos,pero tomas una decisión, y es la de saltar al vacio, en este mundo de perdición.