Capitulo Diez

Gabriela
Llegue a la sala donde estaba anteriormente y me espante al ver a Thomas y Dylan en la pantalla de una computadora que tenía un chico de computación en sus manos. Dylan tenia la cabeza mirando hacia la derecha, sus venas del cuello eran negras, su pelo estaba despeinado, y pude notar que tenia un liquido negro en su barbilla. Thomas miraba al cámara con odio, también tenía el pelo alborotado y un ojo morado en la cara. 

- Gabriela no hagas nada -dijo Thomas, un hombre lo golpeo haciendo que el baje la cabeza-
- Hola Gabriela -dijo Jeff parándose en el medio de la cámara, su rostro acaparaba toda la pantalla- 
- ¿Que quieres? -dije con mis brazos cruzados, debía mantener la cordura, Dylan y Thomas estaban en peligro, tenia que actuar seriamente- 
- Creo que ya lo sabes -dijo el, escuche que Dylan grito desesperadamente, un grito de dolor-
- Dylan -grite, me encamine hacia la computadora y la agarre entre mis manos, Jeff rio y se hizo aun lado para que pueda ver a Dylan en su silla, con la cabeza hacia atrás y su cuerpo teniendo espasmos, estaba completamente tieso. Deje la computadora en la mesa y me lleve las manos a mi boca, evitando no gritar- Dylan, por favor -Jeff volvió a ocupar toda la pantalla, cerré mis ojos y apreté los puños- 
- Si me das lo que quiero, puedo liberar a Dylan de su miseria, pero tene en cuenta que para eso solo hay un lapso de una semana, antes de que se convierta en una maquina de matar, controlado por mi -mire a Tony, este estaba en otra computadora, posiblemente pueda rastrearlos- 
- Dilo -dije llevando mis manos a mi cuello-
- Tu padre tenía algo muy importante, algo que estamos seguros de que te dejo antes de que te lleváramos, si me lo traes Thomas y Dylan van a ser libres 
- ¿Cómo tendría algo de mi padre? No conozco nada de él, ni un recuerdo, ustedes me los borraron -Jeff entrecerró los ojos-
- Gabriela -escuche a Thomas hablar, Jeff se corrió de la cámara y dejó que los vea a ellos dos, Dylan ahora estaba mirando a la cámara, de su boca colgaba un hilo del líquido negro- richiami. Gabriela, richiami -dijo Thomas sonriendo levemente- 
La pantalla se apagó, mire a Tony a ver si pudo haber encontrado algo, esperaba recibir una sonrisa junto con un salto de alegría, pero recibí una mueca junto con un movimiento de negación, golpee la mesa con fuerza y apoye mi cabeza en la misma. Richiami, richiami, richiami.Levante mi cabeza despacio y mire a Alex que estaba apoyado contra una mesa con los brazos cruzados y su mirada clavada en el piso.

-Richiami -él me miró confundido, Alex sabia italiano, pero parecia no recordar esa palabra. El italiano fue uno de los lenguajes que se prohibieron hablar en el mundo después del siglo 21. Alex aprendió por su cuenta ese idioma que lo tenia fascinado- Alex, vos sabes italiano
  - hace mucho que no lo leo ni practico -dijo agachando la cabeza, su padre habia quemado todos los libros de italiano que Alex poseia, no queria que ese idioma se vuelva a conocer. Agarré las manos de Alex, este me miró con esos ojos azules que parecian que querian ayudarme,le suplicaba con la mirada que lo haga- repetí la palabra -dijo-
  - richiami -dije imitando el acento que oia en mis sueños, él se concentró en mi mirada, como si hubiera la respuesta en ella-
  - recuerda -dijo él-
  - ricorda uccello nero -dije también repitiendo e imitando el acento de mis sueños, él entrecerró los ojos-
  - recuerda pajaro negro 

Sentí que el árbol de mi muñeca quemaba, grité de dolor haciendo que Alex suelte mis manos. El dolor era insoportable, sentia como si abajo de mi piel hubiera algo caliente que estaba por arder en llamas y mi piel arderia también. Agarré mi muñeca y la apreté fuerte, el dolor no cesaba, sentia que habia algo ahí dentro. Tony agarró mi mano, sacó de su bolsillo un bisturí y lo apretó contra mi tatuaje, ahora gritaba aun peor, pero no por el bisturí, porque el calor debajo de mi piel era muy doloroso. Cerré mis ojos, el dolor paró y escuché un "bip", al abrir mis ojos me encontré con Tony sosteniendo con sus dedos una especie de chip azul que emitia una luz roja, y sangre de mi muñeca.

  - Que es eso? -dijo Valeria mientras apretaba un trapo sobre mi muñeca parando el sangrado- 
  - Son sus recuerdos -dijo Tony sonriendo- Gabriela, estos son tus recuerdos cuando eras una niña, antes de que te interceptaran. Puedo ayudarte a recuperarlos, con una mini cirugía que no tiene riesgos
  - Y que esperamos? -dije riendo de felicidad, esta era la primer fase del plan-

Thomas

La celda donde me encontraba me hacía acordar a mi vieja habitación en la cabaña donde viviamos con mi familia, habia dias y semanas que pasaba solo en esa habitación, separado de mis padres y a veces de Stuart, mi padre nos obligaba a estar en habitaciones separadas porque a veces se escuchaban a personas fuera de la cabaña, y podian ser policías, pero usualmente eran solo personas que salian a correr. En mi habitacion solo tenia un libro que leia una y otra vez “Las aventuras de tom sawyer” era el unico libro que quedaba en la cabaña, los demas fueron quemados por los dueños anteriores, como casi todos los libros que existieron. ¿Por que quemaron todos los libros que existian? porque el gobierno tenia una lista extricta de libros que la gente podia conservar, que eran una mierda porque solo hablaban de una dominacion suprema como la que ya habia o gente que vivia feliz en un mundo donde eran sumisos, como ahora. Tambien tenia una cama, una campera, un cuchillo, un arma, y un wokitoki donde hablaba con Stuart cuando me aburria, el siempre estaba en la habitacion continua a la mia. Todas las noches nos hablabamos, el era un chico muy asustadizo asi que para calmarse tenia que hablar conmigo, yo sufria de insomnio asi que hablar con Stuart no se me hacia molesto. La diferencia de esa habitacion con la celda es que por lo menos tenia a Stuart, ahora no tengo a nadie, y menos a Stuart. La mayoria del tiempo pienso en el, los recuerdos me atormentan toda la noche, en especial nuestra ultima discusion, antes de que se fuera con el grupo de Ian.