Capitulo 5 - Auxilio

Empezó el juicio, la vida sigue pasando por mis ojos, los recuerdos, los consejos de mamá, incluso las veces en que cobardemente discutí con ella, cada cosa vivida, cada cosa aprendida.

• Mamá, Te Amo
• Joder mamá, dime que todo esto es una horrible pesadilla y que pronto voy a despertar.
• Mamá, ahora me encuentro sólo, te estoy viendo sonreír, queriendo aceptar algo de la cual no eres culpable.
• Señor juez por favor, haga justicia.

En estos momentos mientras debato con mi mente, mientras lucho con mis recuerdos, llega una llamada de Hugo…

Por teléfono:

• Elena (con alegría de comunicarse conmigo): ÁNGEL! ¿Cómo estás?
• Yo (feliz y sorprendido): Hola, Elena, feliz de escuchar tu voz y ¿Tú?
• Elena: Aquí con el Señor Hugo yendo a ver al abuelo de Danna, para ver si despierta y te va a ayudar a ti y a tu mamá.
• Yo: Elena enserio, muchas gracias, espero el abuelo pueda despertarse y pueda venir.

(Elena cuelga la llamada)

Mientras en moto Hugo y Elena se dirigen al hospital, Danna se encuentra en la habitación hablando con su abuelo que hoy sería el juicio y dictarán sentencia.

Elena y Hugo llegaron al hospital, y Elena se dirigió a hablar con Humberto, en el corazón de un adulto mayor, ¿Que sentimientos se pueden despertar por medio de una dulce niña?

No sabemos lo que Elena le dijo a Humberto, aunque para que Elena entre a la habitación, tuvieron que entretener a las enfermeras y parte de la seguridad en ese piso del hospital, bueno estaban Ana y Carlos quienes eran expertos en generar escenas para llamar la atención y luego seguir como si nada.

El abuelo de Danna, al escuchar la tierna voz de Elena, junto a la nobleza que caracterizaba a aquel hombre, abrió los ojos, miró a Elena y dijo; “vamos al juzgado, para hacer justicia.”

Pero, ¿cómo iban a movilizarse?

Casualidad o destino, Edward y Alex estaban pasando camino al juzgado en sus motos, pero Edward se puso a discutir con un conductor en un semáforo y al salir para seguir peleando con ese conductor, el abuelo de Danna se subió en la moto y listo para salir al juzgado, Danna le pregunta

• Danna: “Abuelo, ¿sabes manejar?”
• Abuelo: “¿Qué tan difícil puede ser?”

Hugo venía con Elena, Alex vino con Anna y Carlos y el Abuelo con Danna, emprendieron un viaje, algo chistoso, pero muy eficiente.

(Mientras en el juzgado)

Me encontraba escuchando lo que ese cobarde de mi padre, tenía para decir de mi madre.

Las cosas que Gaby tuvo que inventar para sentir que hizo justicia por la muerte de su mamá, y en especial la mirada y risa sarcástica, del novio de ella.

Visualicé cada detalle de mi madre, ¿Cómo podía sentirse ella tranquila pese a todo?

Visualicé cada rasgo de su cuerpo, sus cejas hermosas, idénticas a las mías, sus lunares.

Estaba con una pasión, entristecido y con rabia, la injusticia que se estaba haciendo, aún no me explicaba el ¿por qué justo a mamá?, el ¿por qué nos estaba pasando esto a nosotros?

Mientras por mi mente pasaba este pensar, en el juzgado empezó a dictarse sentencia, la misma que era desfavorable para mi mamá.

Entró parte del juzgado, pero no se demoraron mucho al salir y empezarse a decir la condena que injustamente tendría que cumplir mi mamá.

En aquel momento, se escuchó un ruido de varios motores y bocinas de motos, cuando empezó a ingresar el abuelo de Danna y todos quienes lo acompañaban, a lado de él se encontraba Elena con la cabeza abajo al ver a su hermana, pero sonrió al verme a mí.

El abuelo de Danna súbitamente grita, diciendo que:

• Tengo pruebas que desvinculan a la acusada con el asesinato de Clara. (sacó de su bolsillo una memoria micro sd de 16gb)

El juzgado empezó a mirarse entre sí, cuando Viviana sale corriendo a ver a su papá y hablar con él, mientras tanto en el juzgado se sentía un ambiente diferente, miles de cosas pasaban entre cada uno de nosotros.

Viviana dijo ante el juzgado que el papá sufría de depresión por la muerte de su esposa, siguió hablando y el hombre mayor bajó su cabeza y no quiso ni intentó siquiera verme.

Danna se acercó y me empezó a consolar, se sentenció a mamá con 288 meses de reclusión penal, por asesinato.

Después de todo quedé perplejo, no sabía qué hacer, tenía las ganas en mi corazón de abrazar a mi madre, pero los guardias no lo permitieron.

Me quedé varios minutos sólo, llorando en esa banca del juzgado, Elena no pudo hacerme compañía, Gabriela se la llevó muy enojada por haberse fugado, pero se habían quedado afuera.

Hugo también se encontraba afuera, al igual que Danna y su familia.

Cuando me acerqué a la salida, vi a Elena conversando con el abuelo de Danna, empecé a acercarme lentamente, ya no estaban los guardias del juzgado, al salir yo cerraron las puertas, no había ningún policía alrededor, ya se había llevado a mamá a la cárcel y no existía nada de seguridad.