Me levanto totalmente aturdida en el piso de la cueva, había algunos cuerpos inertes en el piso y otras personas de pie. El jefe y su pequeño ejército ya no se encontraban.
Cuando me localizo en mi cabeza ir donde Simon y estoy a punto de saltar, no lo hago, porque ya el resto de mi hogar estaba totalmente en llamas. Adiós mamá.
Quizás funcione y si no tendría que dejar a estar personas aquí.
Aunque era inútil intentar que ellos logren verlo usando su magia, finalmente después de un pequeño rato, logro visualizarlo, había mucho caos e intento tirarme, pero era como estar anclada hasta que finalmente lo logro, luego de un par de minutos. Quedo agotada, sentada en el piso.
Intento levantarme del piso, pero mis piernas fallan, estoy muy débil, justo ahora. Con toda la fuerza que me queda me levanto usando una leve corriente de aire.
Thomas agarra mi mano y la apretá.
Cuando por fin me siento de nuevo yo. Noto todo el caos, hay gritos por todos lados, fuego, armas, es una locura.
Nos adentramos todos en el palacio, las personas corrían de un lado a otro entre los escombros, algunos de nuestros hombres encontraron a sus hijos, hermanos, entre otros familiares y así fuimos perdiendo las personas que nos acompañaban hasta quedar solo Thomas y yo.
Me escondo dentro de un baño para buscar al jefe y él estaba en la sala principal, solo, sentado en el trono de la realeza. Era sencillo arreglar cosas cuando tenías magia, pero solo la sala principal estaba arreglada lo demás seguía en cenizas. Sería fácil matarlo. Me transporto con pequeño cuchillo que tenía, lo único que debía hacer era clavárselo en la cabeza. Cuando me transporto, me aseguro que sea a lado de él. Aunque el parece que lo esperaba pues me congela ni bien aparezco a su lado.
Uso aire para sacarlo del trono, pero él lo rechaza moviendo su mano, dirigiéndolo hacia mí y salgo volando hacia atrás chocando contra la pared que se encontraba a una distancia notable.
Tenía a Pamela, Simon y Sam, mi corazón se paraliza, esas personas eran lo más cercano a una familia.
Puede que tenga más poder que él, pero él tenía muchos años de entrenamiento y era muy poderoso.
Me agarra del cuello y me lleva así hasta el balcón.
Intento zafarme de su agarre, usar magia, pero era inútil, todo era inútil. Mis ojos se empezaron a apagar hasta que caigo en el piso. Thomas le había incrustado el cuchillo en su cuello, pero solo logro enojarlo y ganarme tiempo.
No podía atacarlo a él directamente porque eso sabía que era lo que iba a hacer, entonces hice un agujero en el suelo inadvertido cae dentro de él. Thomas se apresura en levantarme y llevarme con los demás. Aunque no respondía, era como unos zombis o robots.
Pongo mi mano sobre la cabeza de Sam y me adentro en ella. Todos estaban bajo el mismo encantamiento que yo, viendo lo feliz que eran. Los traigo a la realidad como puedo y una vez cuerdos de nuevo, el jefe reaparece.