Minutos después me habla por mensaje Martha... lo encontré extraño ya que nunca conversamos, somos compañeras de curso pero no somos las mejores amigas.
(Mensaje)
Martha Evans: ¡ISAAAAA!
Isabella Mitchell: Hola Martha, ¿qué pasó? jajaja
Martha Evans: Te tengo que contar un secreto... tienes un admirador secreto en el último curso.
Isabella Mitchell: ¿Yo? jajaja ¿y quién sería?
Martha Evans: Es secreto, no te puedo decir...
Isabella Mitchell: ¿Alguna pista?
Martha Evans: Una sola... lo agregaste a facebook...
*Martha Evans se ha desconectado*
El único chico que se me viene a la mente es Max, porque "todo calza", lo que escuchó Bea y ahora esto... es extraño, ¿de la nada me encuentra linda? no sé, será por alguna razón.
No sé qué pensar ahora, dejaré que las cosas pasen, sólo eso.
Minutos después llegan mis padres, cenamos y luego me voy a dormir, pero antes le mando un mensaje a Bea, tenemos que juntarnos para contarle lo que había pasado con Martha, tiene que saberlo.
(******)
Otro día más, lo bueno es que hoy no hay clases... tal vez me junte con Bea para conversar de todo.
Me levanto con ánimo, desayuno, mis padres otra vez no estaban, pero bueno, trabajo es trabajo, o eso dicen ellos siempre. Pero la cosa es que no alcancé a pedirle permiso para salir con Bea, si salgo se enojarán así que mejor le digo que ella venga para acá, sí, será lo mejor.
(Llamada)
—Bea, hola
—Isa
— ¿Viste mi mensaje anoche?
—No, no lo alcancé a revisar, ¿qué decía?
—Nos tenemos que juntar, te tengo que contar algo...
—Ya... ¿dónde? —dijo con voz preocupada.
— ¿Vienes a mi casa? mis papás no están...
—Está bien, nos vemos.
—Nos vemos.
Mientras esperaba a Bea me pongo a ordenar la casa en general, contando mi habitación. Cocino algo de almuerzo sólo para Bea y yo, ya que no sabía en realidad si mis padres llegarían, y Melissa no llega hasta la noche.
Luego de unos minutos tocan la puerta, era Bea, mi querida amiga dramática.
—¿Qué pasó Isa? ¿Estás de novia? ¿Embarazada? ¿Te cambias de casa y te vas del país? —dice dramáticamente entrando a la casa. Yo sólo me pongo a reír fuertemente, no sé de dónde saca tanta tontería junta.
—No Bea, nada de eso amiga —digo calmándola y riéndome por lo bajo.
—No te rías, algún día puede pasar cualquier cosa y tengo que estar preparada... —dice más calmada.
—Es sobre Max... —y su cara es de sorpresa.