El error fue dejar de quererse para querer a otro.
Le otorgó el poder de lastimarla a su antojo.
Entregó su alma.
Su corazón.
Sus deseos.
Su razón.
Sus virtudes.
Sus aspiraciones.
Sus sueños.
Su camino.
Se entregó por completo.
Y él destruyó en un segundo lo que ella construyó en años.