Ya no era la chica dulce.
Fue separada de su libertad.
Eliminaron su simpleza convirtiéndola en un ser horrible.
Le quitaron dirección a su vida.
Suprimieron su sutileza, lealtad, ternura y fragilidad.
Él hizo con el pensamiento de la chica lo que quiso.
Alejaron su característica alegría y buen humor.
Sustituyéndolas por desconfianza, mentiras y brutalidad.
Dejó de ser la muchacha que todos solían conocer.
Ya no sabía en que creer.
Despreció a quienes la rodeaban.
Porque lo permitieron.
Siente asco al ver su reflejo.
Porque no hizo nada para impedirlo.
Él la moldeó a su modo.
Ella aún sufre las consecuencias.