Capítulo 10 :Hogar

-Muchas felicidades Chicos.
-Gracias emperatriz Bin.
-Ahora si, señorita ya pensó donde vivirá mientras se llega la boda.
-Esposo mio puede quedarse aquí en la casa.
-Mujer la gente hablara mal.
-No se preocupen su altezas, me podría quedar en la casa abandonada que se encuentra sercas, si me permite arreglarla.
-Me parece bien, pero por hoy si puedes quedarte aquí.
-Muchas gracias
-La llevare a dar un paseo, padre. 
-Con su permiso nos retiramos.

Ya despues de despedirse se salieron, teniendo que aguantar lo que las otras mujeres mormuraban, el rumor había corrido mas rápido de lo pensado después de todo era un pequeño pueblo.
Volviendo ya al bosque el príncipe Song se arrodilló, tomo un mano poniendola en su frente.
-Perdoname por a verte metido en esto, te prometo que encontrando a un mujer que ame, te librare de todo esto.
-No te preocupes, después de esa propuesta, y esta disculpa lo has recompensado.
- Aun asi perdón ¿quieres ir a donde sera tu hogar?
-Si, vamos. Pero ya que me has metido en esto, creo debemos saver mas del uno del otro.
-Yo se mucho de ti, y tu no me recuerdas.
Se levantó con la mirada triste empezó a caminar hacia donde se encontraba la casa, Mi no lo podía negar, de verdad no sabía a que se refería pero después de ver su rostro no creía prudente preguntar algo más tal vez tendrían tiempo mas adelante. Mientras que caminaban Song se agachó recogiendo algo del suelo, Mi por más que trataba no alcanzaba a ver que era.
- Mira esta flor se parece a la flor de loto, es del mismo color que tus labios. Ten es para ti, prometo que mas delante cada temporada te regalaré una flor de loto, por lo mientras recibe esta flor.
-Es muy linda, creo se llama estrella de noche, crece siempre un poco antes de que anochesca.
- Eres muy inteligente.
-Me gusta mucho la naturaleza.
-¿Desde cuándo?
-Creo hace unos 9 años, mi hermano había comido una fruta venenosa, y debía salvarlo, asi que fui con la familia de Xindeg un amigo de mi hermano y ellos me ayudaron, debí aprender mas de plantas para que no volviera a pasar, desde ahi descubrí el gusto por las plantas.

-¿ Entonces a eso te piensas dedicar?
-Si, mas bien al estudio y creacion de libtos donde quede la sabiduría.
-Me gusta como piensas.
-Creo ya no alcanzamos a ver la casa.
- Claro que sí, igual solo tomar algunos minutos.Vamos!!!
Me tomo del brazo, corriendo nos tomo menos de 5 minutos llegar, aun faltaba para que cayera la noche asi que empezaron limpiando y sacando cosas.
- Mi esas tablas viejas que sacamos las puedes partir a la mitad y con ellas hacer un pequeño jardín.
-Muy buena idea, gracias su excelencia. - Dijo Mi con un tono burlon pero feliz.
-Esta mas que claro que lo unico que hago es pensar en grandes ideas.
-Aja, como no.
-Bueno es hora de irnos.
Empezaron a caminar, cuando de pronto Mi se le ocurrió hacerle platica de cualquier cosa, vio que ya habían llegado 

a unpueblo.
-Oye que no ¿estaba mas lejos?
-Lo siento, te engañe solo quería pasar un momento mas contigo, pero como ya es tarde decidí no hcerte esperar mas para que descanses.

-¿Donde me voy a quedar hoy?. - Mi se empezaba a enfadar un poco, sentía que el solo la estaba usando, no podía confiar en nadie que viviera ahí. Tristemente se preguntaba si Xindeg estaba bien y si el príncipe Hansu se había tranquilizado, los extrañaba a todos. 
- Eso hay que preguntar, vamos.