Capítulo 13: Tienes mi confianza

Un día soleado, en el bosque los pájaros cantaban y las chicharras llamaban a la lluvia.
-Creo merecemos un descanso. Quieres ir al lago, hay un lugar que esta hermoso.
-Preferiría solamente descansar príncipe Song
-Tienes razón, ¿quieres volver al palacio?

Mi sólo sonrió, negando con la cabeza se acostó sobre el pasto, mirando hacia las ramas de los árboles, Song  siguiendole la corriente, hizo lo mismo pero voltiandola a ver.
-¿Sabes? Ese día que nos encontramos, estaba solo, porque me agobia el pensamiento de mi padre, las mujeres de aquí no me dejan de acosar, y en realidad los demás jóvenes de mi edad me odian porque las mujeres que les gustan se fijan en mi y no en ellos, no tengo nada que hacer, ni con quien salir ni hablar, por edo cuando te vi y supe que eras tú, tenía muchas ganas de hablar contigo de cualquier tema.

-Ahora lo entiendo y no te preocupes puedes contar conmigo.
-Muchas gracias Mi, de verdad lo siento por meterte en este lío.
-No hay problema, pero si te podría pedir un favor, cada fin de semana puedo volver a Mugunghwa, quiero traer cosas, decirle a Xindeg que estoy bien, y visitar a Kou.
-Si pero que no se enteré mi padre, hay que terminar la casa cuanto antes.

Siguieron sacando las cosas, muchas de las cuales estaban en muy mal estado, y otras cuantas servirían para hacer otras cosas.
Mas tarde llego la emperatriz Bin y otra dama con una bolsa cada quien.
-Hola chicos les hemos traído el almuerzo, vayan a lavarse las manos al lago y regresan pronto.
-Muchas gracias emperatriz.
Mi y el príncipe obedecieron, trataron de ir rápido pero no tanto, en el camino encontraron con muchas flores pequeñas, y uno que otro conejo.

Mi a cada paso que daba se sorprendía cada vez más, el lugar era demasiado hermoso, y tranquilo, cuando llegaron al lago entendío porque el príncipe Song quería llevarla, habían muchas flores de loto y el aroma que daba era demaciado suave pero se notaba su aroma.
-¿Te gusta?. Sabia que te gustaría, desde pequeña me decías que te gustaban mucho.

-¿Aún lo recuerdas?
-Estube investigando, y cualquier persona que le preguntara me respondía lo mismo. “La flor de loto significa pureza del alma y gracia. "Tu alma es pura como la flor de loto siempre tratas de ver el brillo y seguir adelante.

-Gracias por pensar eso, pero eh cambiado, no soy la misma.
-Tus ojos dicen lo contrario.
-Puede ser.- Dijo Mi mientras se levantaba, le sonrió al príncipe y con solo la mirada le dijo vámonos. Él la siguió dejando que ella caminara adelante, en silencio llegaron de nuevo hasta donde estaba la casa, donde la emperatriz Bin les habia preparado un lugar para que comieran. Después de que terminaron de comer pidió la emperatriz Bin que el príncipe Song y a la dama que iba con ella que se marcharán y se pusiera a estudiar Song, mientras que a Mi le pidió que la acompañará a cortar frutos y flores. 
-Es usted muy amable emperatriz. Muchas gracias.
-No es nada, solo quería ver como iban.
-Falta solo reparar el tello, la puerta, y ventanas.
-Mira Hongyu, en realidad quería hablar contigo. Tú viste lo que pasó en la mañana con mi esposo y su amante verdad, no lo niegues te vi espiarlos.
-Lo lamento.
-Nada de eso, solo pido discreción, no quiero rumores. Y si sabes que traman algo te pido de favor que me dijas.
-No estoy segura pero creo piensa reemplazarla, no como esposa si no como emperatriz.
-Entonces si piensa matarme, cuando consiga ser el emperador de Mugunghwa.
-Espere... Disculpe emperatriz pero yo crei que solo se separarian... Y ¿como que van a conquistar Mugunghwa?
-Mi se que solo eres la prometida de mi hijo, pero debes tener cuidado con no asercarte mucho a él. Y si se que moriré pronto, ¿que puedo hacer?
-Debe escapar y esconderse.
-El es un hombre muy poderoso, el me mandaría a matar, pagaría hasta porque me busque abajo de la tierra.

-No se que hacer lo lamento.
-No hay ningún problema, solamente quería hablar con alguien de confianza, yo confío en ti.

Mi sentía una gran impotencia por todo lo que estaba pasando, quería decirle a la emperatriz Bin que no se preocupara que ella junto a Xindeg, Hansu, el capitán y el emperador Yin, la salvarian pero también existía la posibilidad de que fuera una trampa así que solo se quedó callada, y empezó a cortar frutos.