PARTE 1
El lobo amado
Capítulo 7 - ALIÉNOR
Tras quedarme dormida, me pongo a dar vueltas en el sleeping. No puedo conciliar el sueño. Sin celular no puedo hacer nada. Tengo una idea muy simple, es ir a la carpa de Iker, pero me da pena, pues me pasaría de confianza con él. Lo pienso varios minutos y lo hago.
—¿Iker, estás despierto?—susurro en la entrada a la carpa de Iker, para no despertar a los demás.
—¿Ali qué pasa? —responde con una pregunta.
—No puedo dormir —ahora no sé qué decir—Estaba pensado sí puedo dormir contigo.
—Claro —, dice con voz grave—Entra. Debe de estar haciendo frío allá afuera.
Pasa como una hora y me encuentro con Iker. Él me tiene abrazada como un peluche.
—Ali, qué tengas dulces sueños.
***
"Otra vez estoy sentada en el tronco, ¿ cómo llegué aquí?, estoy vestida con un vestido de época negro. Es de día, pero hay una luna en el cielo, ¿ Será eso posible? Siento la mira de alguien.
—¿ Quién está ahí? —preguntó al vacío, a la nada. El miedo se apodera de mí, pues uno no sabe que haya gente mala. Detrás de algunos árboles salen como cinco hombres vestidos de negro, tapando su rostro con un pasamontañas y vuelvo a preguntar al ver esos cinco hombres—¿ Quiénes son ustedes?.
—No preocupéis, somos amigos tuyos —dice uno de los cinco hombres, sin dejar ver su rostro. Por el pasamontañas su voz sale distorsionada y no la distingo.
—¿ Qué quiénes son ustedes manada de acosadores? —digo enojada, veo que uno de los hombres se quita el pasamontañas y lo reconozco es Iker—¿Cómo llegué a éste lugar?.
—Te trajo tu hermano —dice Iker abrazándome.
—¿ Asher? —preguntó aún abrazando a Iker.
No obtengo respuesta. Iker sigue abrazándome. Pasan varios minutos e Iker me suelta, pero empieza a tomarme fotos, cada vez que Iker hace un gesto como que le han gustado, mi vestido cambia, pues es lo más obvio es algo no real.
Los cuatro hombres se quitan el pasamontañas, son los chicos: Dante, Max, Adam y Ben.
Parpadeo y todo se torna negro. Aparecen dos niños: una niña y un niño, de aproximadamente cinco años. Reconozco a los dos niños, el niño es Iker y la niña soy yo, los niños no me reconocen.
Estamos en bosque, cerca de la cabaña de verano de los padres de Iker.
—Te vas a subir —dice Iker niño sentado en la rama de un árbol justo al frente mío —Te puedo ayudar.
—Si —dice Aliénor niña, cogiéndose de las manos de Iker niño, para poder subir al gran árbol —Yo quiero.
Aliénor niña, al llegar a la altura de Iker niño. Se pone eufórica al ver un nido de pájaros encima de la cabeza de Iker.
Iker niño señala unos cuatro lobos a lo lejos en un valle. Ninguno de los animales es blanco o negro, antes son cafés, grises, otros son combinados entre esos colores oscuros, pero ninguno es blanco o negro.
—Los ves —dice Iker niño muy alegre.
—Son muy lindos —dice Aliénor niña muy animada por ver a tan hermosos animales.
Llegan nuestros padres: mi padre, John y el padre de Iker, Edward.
—¿Qué están viendo? -—dice Edward.
—Unos animales —responde Iker niño.
—¿ Cuáles? —preguntan al unísono mi padre y Edward.
—Creo que son unos lobos —responde Aliénor niña, nuestros padre al escuchar eso le piden a los niños que bajen.
—Ya se están yendo —dice Iker niño bajando del árbol con la ayuda de nuestros padres, le sigue Aliénor niña.
Esto lo recuerdo, fue la primer vez que fuimos Iker y yo al bosque. Fue muy hermoso y especial es día, pues Iker estaba de cumpleaños.
Todo se fue nublando, hasta volverse totalmente oscuro.
—¿ Qué vieron? —dice una voz que no reconozco y perfectamente es de un hombre joven como de veinte años, es muy grave.
—Unos animales —respondo aún con miedo.
—Te pregunto una vez más —dice la misma voz que no puedo reconocer—¿Que vieron?
—Unos lobos- respondo con miedo en mi voz. Se escucha temblorosa. Todo sigue oscuro, no puedo ver dónde viene esa voz ni a quién le pertenece.