Forever alone

Capítulo 1

«Riiiiiiing», sonó el reloj.

Estaba muy emocionada porque era el primer día de clases. Todo iba a ser de lo mejor, conocería nuevos compañeros, tendría muchos amigos, aprendería mucho con mi nueva maestra, y... Estaba nerviosa, emocionada, feliz, tenía de todo.

Brinqué de mi cama y me fui corriendo al baño. Sabía que mi nueva escuela no iba a ser aburrida como fue la otra, donde mi maestra casi no nos ponía a hacer nada.

Me bañé y me cambié muy rápido. «Ya quiero entrar», pensé y miré la hora. ¡El reloj no avanzaba! De verdad me levanté temprano. Eran las siete de la mañana y entraba a las ocho a la escuela.

Me dio tiempo de desayunar un rico cereal. «Nada más un ratito, ya casi es hora», pensé. Agarré el lonche que me había hecho mi mami, la verdad el sándwich se veía muy rico, de eso que de sólo de mirarlo se te antojaba.

Había llegado la hora de irnos, mi mami me llevó a la escuela. Era muy grande, la otra era muy chiquita y aquí sentía que me iba a perder en un lugar.

— No me voy a perder ¿verdad?— le pregunté a mi mami.

— No— me contestó—. Sólo que es un poco más grande que la anterior—. ¿Un poco? Si esta escuela era para gigantes—. Allá está tu salón— me señaló un cuarto casi del tamaño de una casa.

— Está bien. Adiós mami— me despedí para irme a mi salón. La escuela era hermosa, cuando miré atrás había un jardín muy bonito.

Iba caminando al salón cuando sentí que alguien grande me aventó y no distinguí quien era el niño. Total, no importaba, no conocía a nadie y lo hizo sin querer.

Seguí caminando y, si el salón por fuera me gustó mucho, por dentro me gustaba aún más. Me senté en un lugar de las sillas de adelante para poder escuchar con más atención a la maestra.

Llegaban más niños, un niño de cabello negro, piel morena y bajito y una niña muy presumida, que ahora que la veía era Jennifer. «Por favor, no quiero ver a sus amigas»

— Vete, aquí se van a sentar mis amigas— me dijo Jennifer. Era flaquita, un cabello negro muy bonito y ojos grises. Me cambié a la segunda fila, total, no me quería pelear por una silla.

Llegaron otras dos niñas, muy bonitas así como la niña que me corrió, Susan, ella era morena, ojos cafés y un lindo cabello negro rizado, y Alice, que era rubia y ojos azules. Me miraron como si yo fuera algo raro.

Fueron llegando más niños hasta que sono la campana y llegó la maestra.

— Muy buenos días, niños, soy la maestra Lynn Collins— dijo una señora chaparrita, un poco gordita y muy joven—. Me gustaría saber quiénes son ustedes. Empecemos de adelante hacia atrás.

— Soy Jennifer— habló la niña que me corrió.

— Soy Susan.

— Soy Alice.

— Soy Leah— me tocó a mí. Alice se rió a escondidas.

— Soy Phillip— me siguió el niño bajito, y así fueron presentándose los demás.

La clase se pasó muy rápido, me gustó entenderle mucho a Miss Lynn, con Miss Margaret— mi maestra del preescolar— siempre me costaba hacerlo. Bueno, nadie le entendía.

Sonó la campana para recreo, todos se fueron al igual que yo, busqué a las niñas.

— ¡Hola!— las saludé.

— Hola— contestó Susan con cara de ¿fastidio?.

— No nos vamos a juntar con alguien así como tú— me dijo Jennifer enojada—. Pensé que ya habías entendido—. Eran compañeras en el preescolar y me trataban igual que ahora.

— ¿Así cómo?— pregunté.

— Mejor vete— me corrió Jennifer otra vez.

— Esta bien— dije triste.

Me di la vuelta llorando. Ellas eran bonitas, ni siquiera mi cabello castaño claro hacia que yo fuera tan bonita como ellas. Eran flaquitas, yo al lado de ellas era fea y pues yo no era delgada.

Me fui a sentar cerca del jardín y no podía dejar de llorar, mi papá siempre decía que «solo lloran los miedosos» y la verdad yo era una miedosa.

— ¿Que tienes?— me preguntó una niña. Era pequeña de estatura, ojos grises y cabello castaño.

— M-me corrieron— le contesté todavía llorando.

— A mi también— me dijo muy triste—. Soy nueva ¿y tu?

—Si, soy de primero— le contesté llorando.

— No te preocupes, a partir de hoy somos amigas ¿te parece?—la niña me extendió su mano—. Soy Gabrielle ¿y tu?.

— Leah— dije dejando de llorar.

Paseamos por toda la escuela, Gabrielle me presentaba cada parte de la escuela, la única que no me ignoró o me dijo que me fuera.

[*******]

Pasaron los días, a veces no podía buscar a Gabrielle porque mis compañeros y los grandes del último año me encerraban y a veces me golpeaban.

— ¡No! ¡Saquenme, por favor!— les pedí. Eric, del último año se rió a carcajadas con su hermano Roger, que estaba en mi grupo.

No se como pude abrir la puerta, pero ambos me volvieron a empujar haciendo que me pegara en la cabeza.

Una vez, Phillip me cortó el cabello, o algunos me echaban pegamento en el pelo. Sabía que si decía algo me iba a ir peor.

Lo peor fue cuando Elizabeth nos dijo a todos que si le decíamos a la maestra que se robó dinero de su bolsa nos iba a matar a todos.

[*******]

Un día platicaba con Gabrielle, hasta que alguien llegó...

Nota de la autora: *c muere ignorada*

 



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En el texto hay: acoso, amistad, bullying escolar

Editado: 13.09.2019

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