Frame [#3 Aberrantes]

Capítulo 6 - Su forma de hacerlo está mal

Lamento la tardanza, he estado haciendo demasiado y nada al mismo tiempo. Espero que les guste este capítulo :c y lo siento, de nuevo

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Phemphit era parte del grupo, no podía solo ignorarla después de lo sucedido. Debían estar unidos más que nada.

Phemphit asintió y le sonrió.

No era su típica sonrisa de oreja a oreja, era una sonrisa más calmada, quizás, estaba mintiendo. Cooper asintió e hizo una mueca de inquietud.

Las puertas se abrieron de par en par. Todos salieron del elevador y antes de que Phemphit lograra ir al sofá en el que recurren siempre, Cooper la tomó de la muñeca. Esto la hizo frenar en seco. Su rostro comenzaba a calentarse, su corazón paró de latir unos segundos para volver con gran intensidad.

—Phemphit —habló Cooper—, acompáñame, por favor.

Phemphit vio a Cooper a sus brillantes ojos azules.

A pesar de la escena, sus ojos continuaban brillando. Esos ojos azules la atrapaban cada vez más, no importaba cuanto los bloqueara y se dijera una y otra vez que estaba mal, siempre se iba a dejar sumergir en ese celo azulado.

Nuevamente, Phemphit, asintió.

Cooper la liberó de su amarre y escondió ambas manos en sus bolsillos. Ambos se perdieron por el corredor para dirigirse al «armario».

Le decían «armario» a la habitación, a pesar de que lo único que había allí eran sus trajes. Sus uniformes eran protegidos por cristales transparentes mientras que una luz rodeaba sus prendas como si se tratara de una pieza de arte. La persona en tener la idea había sido Chao junto con Murphy para poder lucir más «impotentes».

Cooper se colocó frente al traje de Murphy. No era nada fuera de lo común. Un traje similar al resto de color negro, a excepción de que en lugar de pantalones cargaba unos pantaloncillos para que sus piernas de tijeras tuvieran más movilidad.

—Estoy actuando como un idiota —habló Cooper escudriñando el uniforme de su antiguo amigo.

Phemphit permanecía de pie en el centro de la habitación. El cabello de Cooper estaba revuelto, la etiqueta de su camisa estaba fuera de lugar, eso significaba que estaba desesperado en llegar.

—Si hablamos de idioteces creo que yo lo fui más —respondió Phemphit con un hilo de voz.

Cooper negó con la cabeza.

Algo que Phemphit notó la primera vez que conocía a Blue Velvet fue la manera tan llamativa de ser. Ambas eran opuestas. La primera vez que puso un pie en la torre todos la amaban. Murphy amaba ver películas con ella, Chao siempre le hacía bromas mientras que Blue Velvet respondía con bromas más pesadas, incluso con Shixed. Shixed y ella solían hablar de libros, de sus vidas, y como sus padres eran una mierda.

Ella acaparaba la mirada de todos, siempre sabía que decir, mientras que Phemphit era muy reservada, tímida. Nunca ha sido el reflector y claro, Cooper la miraba con los mismos ojos ella deseaba ser vista.

Allí comprendió que ella jamás estaría a la altura de Blue Velvet.

—Lo que menos quiero es que te sientas incómoda en tu propia casa, solo por mi y mis actitudes tan... —Cooper pasaba la mano por su cabellera negra.

—Es mi culpa, yo...

—Phemphit, no —Cooper giró sobre sus talones para verla a sus brillantes ojos rosados—, deja de justificar a las otras personas y piensa en ti primero.

—La última vez que hice eso la embarré muy mal —Phemphit bajó la mirada.

Antes de que Cooper lograra decir algo, Chao entró a la habitación con una expresión bien alarmada.

—Chicos —Chao se sujetaba del marco de la perta, parecía que había llegado corriendo y se detuvo en seco al verlos a ambos—, tenemos un problema.

—¿Justo ahora? —Cooper corrió junto con Chao.

Phemphit iba detrás de ellos, en lugar de caminar ella volaba por los corredores para lograr alcanzarlos. Al llegar al centro de computación, Shixed se encargaba de recopilar información con respecto al caos.

—¿Qué sucede? —Preguntó Cooper acercándose a Shixed.

Ella continuaba tecleando en el panel de control sin apartar su mirada de la gran pantalla que revelaba 4 videos distintivo. Por la forma en como las cámaras se agitaban, eran grabadas por un teléfono celular. Otro monstruo.

—¿Otra de esas cosas? —preguntó Chao.

—Parece que alguien liberó su Glamour —respondió Shixed—, desde la niña de la otra vez, varios están revelando quién realmente son.

—No entiendo porqué eso está mal —respondió Chao.

—No lo está —comentó Cooper—, su forma de hacerlo está mal. Vamos. Antes de que ConAbe haga algo.

Shixed y Phemphit salieron del edificio sobrevolando por los aires, siempre eran las primeras en llegar ya que tenían una gran capacidad y un gran poder dentro de ellas. Cooper se dirigió a las escaleras y bajó los peldaños de dos en dos con Chao a su costado. Una vez en el sótano encendieron las luces circulares del techo iluminando cada zona de la zona.




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