Fraternidad mixta...¡una Mierda!

7. ¿Qué me he perdido?

– Venga chicos, iros a las duchas.- dice Jayden sirviéndose un café.-Desayunaremos fuera. Tengo demasiada resaca para ponerme a limpiar.

No dejo de mirarle las marcas a Jayden. Cuando voy a preguntarle, Ryan tira de mí hacia las escaleras.

– Luego.- me dice.

Subimos las escaleras sin hablar mientras yo voy dejando un rastro de harina. Nos encontramos a algunos de los chicos que nos miran con caras raras cuando bajan las escaleras. No paro de pensar en esas marcas de pintalabios, no recuerdo nada y eso me pone de los nervios.

Vuelvo a las duchas con el neceser en una mano y la toalla en el otro. Segunda ducha en el día y no es ni por sexo, ni por un incendio en el que te ha salvado un apuesto bombero, ni por una guerra de pintura con tu amante, ¿Qué estoy haciendo mal?

Ryan me espera en la puerta de las duchas impidiéndome el paso.

– ¿Estas dejando un rastro para que pueda encontrarte luego? Tranquila, no es necesario.- camina hacia mí y se acerca a mi oreja.- Se dónde está tu habitación.- dice con sorna susurrando en mi oído. Él se aleja y entra en las duchas. Miro el suelo y veo un rastro de harina. Fantástico.

Empujo la puerta de las duchas para inmediatamente salir de ellas.

– ¿Podéis poneros una toalla? Gracias.- digo gritando a través de la puerta. Nada más entrar he visto a Mike y a Dylan completamente desnudos.

– No nos vamos a tapar, no nos avergonzamos de nuestros cuerpos.- grita alguien desde dentro. Se oye una carcajada colectiva a la que yo me uno.

Vuelvo a entrar en las duchas pero esta vez mirando al suelo y poniéndome la mano sobre los ojos para solo ver lo mínimo. Estoy a punto de llegar a una ducha cuando alguien se pone delante de mí. Inconscientemente me quito la mano de los ojos y veo a Dylan desnudo y mojado. Mentiría si dijese que no le doy un repaso disimulado, o eso espero. La impresión hace que me choque contra él y mis manos toquen su firme pecho. Madre mía. Avergonzada levanto la mirada hasta chocar con la suya. Su cara tiene una enorme sonrisa seductora y yo solo puedo notar mi cara ardiendo.

– Disculpa.- digo pasando por un lado y rozándome con su cuerpo.

Intento no pensar en ello mientras me meto en la ducha. Mi pelo está lleno de harina y al mezclarse con el agua se hace una especia de masilla nada agradable.

Salgo de la ducha con una toalla enrollada en el cuerpo y el pelo suelto, la próxima vez debería recordar el traer una toalla para enrollármelo. Mike y Jayden están hablando enfrente de una ducha de la que sale Ryan empapado con una tolla enrollada en la cintura.

Vivir aquí es una tortura y solo llevo un día.

Ya en mi habitación me pongo un vestido de tirantes blanco con flores verdes, amarillas y naranjas. Me calzo unas manoletinas blancas y preparo mi bolso.

Bajo las escaleras encontrándomelos a todos en la entrada.

Son rápidos.

Nos dividimos como la última vez para ir con los coches. Dylan me indica cómo llegar a la cafetería aunque Josh va delante con su coche.

El aparcamiento de la cafetería está bastante lleno y tardamos en encontrar un sitio. Los chicos no paran de protestar porque tienen hambre y mi coche parece el plató de un concurso para saber a quién le suenan más las tripas.

Nosotros aparcamos antes por lo que entramos y cogemos mesa. La camarera que nos atiende no para de ponerles ojitos a los chicos. Jayden nos pide a todos tortitas con sirope y café. Antes de irse a preparar nuestro pedido, la camarera, le entrega un papel en el que puedo figurarme que esta su teléfono. No puede sonreír más cuando él acepta su teléfono. Cuando por fin se va sé que es el momento para saber que pasó ayer pero al parecer los chicos se me adelantan.

Jayden está sentado a mi izquierda, Dylan a mi derecha y Ryan en frente mío. Todos me miran pero son sus miradas las que más noto.

– Ayer fue la mejor fiesta de inicio de curso que hemos hecho y eso tiene mucho que ver contigo, Rose.- dice Jayden.

– ¿En serio? ¿Por qué? - pregunto asustada.

– ¿No te acuerdas?- pregunta y yo niego con la cabeza.

Madre mía, ¿Qué hice?

– ¿De cuánto te acuerdas?- me pregunta.

– Recuerdo tomarme el cuarto chupito y encontrarme muy mareada.

– Esto va a ser divertido.- dice Ryan recostándose en la silla mientras yo frunzo el ceño.

– Empezaremos por lo bueno. Ganaste a Eddie y ganaste la apuesta. El dinero está en el sobre de la compra semanal.- muy bien, eso es genial pero mi corazón va a mil y quiero saber que pasó.- Un rato después del quinto chupito te dio un arrebato y te subiste a la isla de la cocina a bailar, así que antes de que te cayeses al suelo Jayden te cogió y te dejó en el suelo.- explica Dylan.



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En el texto hay: sexo, amor, amistad

Editado: 16.09.2019

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