4 - La gran princesa de la luz.

Región de Arendelle.

Gran bosque del norte.

5:30 de la tarde.

Pocos minutos pasaron desde que aquella joven mujer de bello cabello platinado se presentó ante los tres miembros de las gran familia real, mismos que a su vez no dudaron en mostrarle su enorme agradecimiento por haberlos salvado del inmenso y feroz lobo gris, siendo un animal que no parecía haber dejado ningún solo rastro alguno de su enorme cuerpo.

Por su parte, Yukino sólamente podía apreciar como el brillante sol se ocultaba cada vez más entre las enormes montañas nevadas de la región, indicándole con este simple hecho que la oscuridad de la noche estaba a punto de inundar por completo todo el magnífico reino de Arendelle.

Yukino: Ustedes...ustedes saben llegar al pueblo de Arendelle?.

Preguntó la peliplateada con voz sumamente cansada al mirar directamente a la princesa de intenso cabello rojizo.

Anna: Claro que sabemos, ya que nosotros venimos de ese mismo lugar.

Respondió la pelirroja con una pequeña sonrisa en su mirada, de esta manera provocando una de igual manera por parte de la bella joven ojicafe.

Yukino: Si no es mucha molestia, podrían hacerme el pequeño favor de guiarme hasta ese pueblo, aunque claro...solo si ustedes lo desean.

Comentó con una gran suavidad en su dulce y cálida voz.

Owen: Te guiaremos con todo gusto, es lo menos que podemos hacer después de que tu salvaste completamente nuestras vidas.

Greige: Es cierto, ya que ahora mismo tenemos una deuda pendiente contigo.

Dijeron los dos pequeños infantes mientras se posicionaban justo a un costado de la joven princesa de Arendelle, misma que a su vez simplemente les regaló un ligero asentimiento.

Anna: Bien, entonces debemos de iniciar nuestro camino lo antes posible, ya que no podemos dejar que se nos haga totalmente de noche.

Pronunció la pelirroja antes de tomar cariñosamente a sus dos sobrinos de las manos, para después solo comenzar a caminar nuevamente rumbo a la gran espesura del nevado bosque de la región, siendo seguida a los pocos segundos por la hermosa joven de divino cabello platinado, la cual sólamente observaba a ambos pequeños infantes conversar de una manera tranquila con la bella mujer de ojos azul turquesa.

Yukino: ( Serán sus hijos ).

Se preguntó a sí misma mientras caminaba tranquilamente detrás de la pelirroja y de los dos pequeños niños, misma tranquilidad que de una forma inmediata desapareció en su totalidad cuando un poderoso relámpago azul cayó fuertemente desde el todavía más o menos iluminado cielo de Arendelle, ocasionado con este suceso que Yukino adoptará inmediatamente una clara posición defensiva.

Cuándo la brillante iluminación provocada por el inmenso rayo azul fue desapareciendo poco a poco del gran escenario, una figura masculina comenzó a visualizarse para todo los presentes en el nevado y amplió lugar, de esta simple manera revelando lo que parecía ser un joven hombre de intensa cabellera negra, además de ser también portador de unos ojos tan negro como la misma oscuridad de la noche.

Yukino: No...no puede ser, tu...tu eres Sasuke Fitzherbert...el relámpago negro.

Dijo la joven peliplateada con una gran incredulidad y asombro en sus palabras, pues justo enfrente de ella se encontraban aquél hombre que era capaz de dominar el impresionante poder del elemento rayo.

Anna: Sa...Sasuke.

Llamó la princesa en voz baja al darse cuenta de quién se trataba, al mismo tiempo que ambos pequeños infantes continuaban incorporados a un costado de ella.

Sasuke: Quién eres tú, cuál es el asunto que tienes en esta región?.

Exigió saber el pelinegro mientras miraba a la mujer de cabello platinado con una profunda seriedad en su mirada, incluido a su vez provocando un inmenso temor en la joven de ojos cafés llamada Yukino, la cual sólamente pudo retroceder un poco debido a la fuerte aura mágica que Sasuke se encontraba liberando en ese preciso momento.

Yukino: Eso...eso no es de tu incumbencia.

Habló al lograr poner un semblante serio en su mirada.

Owen: Papá por favor no la lastimes.

Interrumpió en voz alta el príncipe pelinegro al momento de acercarse rápidamente a su recién llegado padre, mismo que simplemente procedió a mirar a su pequeño hijo con una completa seriedad.

Sasuke: Deliberadamente me desobedeciste, te ordene que no te introdujeras en las profundidades del bosque y aún así lo hiciste.

Mencionó el actual rey de Arendelle con un tono verdaderamente serio en su voz, provocando con esto que Owen simplemente bajara su mirada con una clara tristeza reflejada en sus bellos ojos azules.

Anna: Por favor Sasuke no lo regañes, todo fue culpa mía.

Comentó la pelirroja al decidir acercarse también al joven poseedor del elemento rayo, mismo que simplemente volvió a enfocar fijamente su mirada en dirección la hermosa mujer peliplateada.

Yukino: Yo...yo solo estoy buscando el pueblo de Arendelle, ellos tenían planeado guiarme hasta que tu apareciste de la nada.

Pronunció con un enorme nerviosismo al notar como el pelinegro la miraba con una profunda seriedad reflejada en su pesada mirada.

Durante los siguientes minutos transcurridos, Anna se encargó de contarle completamente al ojinegro todo lo sucedido con mucha anterioridad, además de contarle también como esa mujer de ojos cafés los había salvado de aquel feroz y enorme lobo gris, logrando a su vez con esto que Sasuke rápidamente quitara esa mirada seria que tanto lo caracterizó en el pasado.

Sasuke: Te llevaremos hasta el pueblo de Arendelle, aún así te pediré que no causes ningún solo alboroto, de lo contrario me obligarás a tomar cartas en el asunto.

Dijo con un tono mucho más tranquilo en sus palabras, para después sólamente proceder a tomar con una suma suavidad la mano del pequeño príncipe pelinegro, al mismo tiempo recibiendo un ligero asentimiento por parte de Yukino.