17 - El largó viaje continúa.

Gran imperio de Fiore.

Zona costera de la región.

3:30 de la tarde.

El brillante sol se ubicaba ahora mismo sobre su punto más alto en el despejado cielo azul de la inmensa región de Fiore, misma región que finalmente había podido dejar atrás aquel terrible clima nublado y tormentoso, tratándose de un estupendo acontecimiento que a su vez fue sumamente agradecido por todos sus buenos habitantes, los cuales después de mucho tiempo pudieron volver a salir del duro confinamiento que representaban sus respectivos hogares.

Mientras tanto, en una gran zona costera ligeramente apartada de aquel húmedo lugar donde habían despertado los dos actuales reyes de Arendelle, cuatro jóvenes elementales de Althohalla se encontraban totalmente tendidos e inconscientes sobre el arenoso suelo de la hermosa costa marítima, los cuales simplemente permanecían en ese inigualable lugar sin ser molestados en lo más mínimo.

Natsu: Hay mi cabeza.

Se quejó el pelirosa con un ligero cansancio en su voz una vez que este mismo logró despertarse en su totalidad, para después simplemente sentarse sobre el arenoso suelo y cruzarse completamente de brazos.

Natsu: Mmm...en...en donde estoy.

Se preguntó a sí mismo mientras apreciaba a sus demás queridos compañeros tendidos de una manera inconsciente sobre la arena de la hermosa costa marítima, los cuales también comenzaban a despertar de forma sumamente pesada.

Gaara: Deberíamos...estar en el fondo.

Yukino: Del mar.

Dijeron los dos actuales espíritus elementales al estar despiertos en su totalidad, mismos que inmediatamente enfocaron sus cansadas miradas en dirección al sentado pelirosa poseedor del fuego.

Gaara: Cuanto llevas despierto?.

Yukino: Estas muy tranquilo

Preguntaron los dos jóvenes con una clara duda en sus respectivas palabras al momento de estar incorporándose, aunque a su vez contando con algunas cuantas complicaciones al tratar de realizar esta simple acción.

Natsu: Desperté hace tan solo unos segundos, además estoy muy tranquilo porque no siento ninguna sola presencia maligna en la zona.

Respondió el pelirosa con una suma tranquilidad en su mirada mientras todavía permanecía sentado sobre el arenoso suelo de la bella zona costera.

Por su parte, Juvia había tardando un poco más de tiempo en poder recuperar totalmente su conciencia, ya que por una muy extraña razón esta misma era la que más desgaste físico contenía en todo su cuerpo, demostrando a su vez esta terrible condición con el simple hecho de intentar ponerse únicamente de pie.

Natsu: Juvia.

Llamó el espíritu del fuego al levantarse del suelo y comenzar a correr velozmente en dirección a su amada esposa de cabellera azul, la cual todavía continuaba intentando ponerse simplemente de pie.

Juvia: Lo...lo lamento mi amor...pero me siento...muy débil.

Comentó la peliazul con un notable cansancio en sus voz al momento de estar siendo cargada cuidadosamente en brazos, siendo a su vez Natsu quien se estaba encargando totalmente de esta misma y cálida acción.

Natsu: No te vez nada bien, estás demasiado pálida.

Dijo el joven pelirosa con preocupación en su mirada una vez que tuvo a su esposa completamente entre sus cálidos brazos, la cual únicamente decidió acorrucar su cabeza contra el fuerte pecho del espíritu del elemento fuego.

Juvia: Cuándo el barco comenzó a hundirse junto con nosotros hacía las profundidades del océano, yo finalmente logré utilizar mi poder para poder evitarlo, aunque eso conllevará gastar totalidad todas mi energías.

Reveló la actual espíritu del agua mientras miraba cansadamente a su esposo a los ojos, mismo que junto con los dos jóvenes más no pudieron evitar sorprenderse de una enorme manera, ya que esto sólamente podía significar que todos ellos estaban vivos gracias al sorprendente poder de la hermosa joven peliazul.

Natsu: Gracias por salvarnos mi amor.

Mencionó el pelirosa con un inmenso cariño reflejado en sus palabras, para después únicamente besar con demasiado amor la frente de su encantadora esposa de cabello azul.

Yukino: Ahora sólamente tenemos un pequeño problema.

Gaara: Y ese mismo problema es saber en donde se encuentran los demás.

Comentaron ambos espíritus de Althohalla al momento de estar mirando mutuamente en dirección al espeso bosque que se ubicaba justamente detrás de la gran zona costera, la cual se apreciaba repleta de una exuberante y variada vegetación completamente verde.

Natsu: Habrá que buscarlos, aunque de algo si estoy totalmente seguro, ahora mismo estamos nuevamente en la región de Fiore.

Pronunció el poseedor del elemento fuego antes de solo comenzar a caminar rumbo a la espeso bosque con su esposa todavía cargada cuidadosamente entre sus brazos, siendo seguido inmediatamente por sus dos queridos compañeros más.

Gaara: Espermos esto salga bien.

Fue lo último que dijo el joven pelirrojo antes de que este mismo y los tres espíritus guardianes más se adentraran simplemente hacía las profundidades del inmenso bosque de Fiore, de esta simple manera tratando de ubicar lo más rápido que se pudiera a sus demás compañeros perdidos, siendo a su vez una gran búsqueda que sería un tanto difícil de poder realizar.

Gran imperio de Fiore.

Bosque de la región.

Mientras que los cuatro espíritus originarios del gran imperio de Fiore comenzaban a adentrarse en las profundidades del inmenso bosque de la región, a unos cuantos kilómetros de distancia dos jóvenes reyes se ubicaban actualmente caminando con una enorme cautela y sigilo, ya que estos mismos lo que menos deseaban en ese preciso momento era llamar totalmente la atención de personas desconocidas, esto a su vez únicamente para tratar de evitar futuros conflictos innecesarios.

Sakura: ¿Crees que los demás estén bien?.

Preguntó la reina de Romalia con duda en su mirada al estar caminando justo a un costado de su amado esposo de cabello rubio, mismo que simplemente mantenía su vista enfocada al frente del camino.