46 - El reino de Arendelle corre peligro.

Gran imperio de Fiore. 

Antiguo templo eclipse.

Actualmente, las gigantescas nubes de color negro continuaban formando lo que parecía ser un inmenso tornado sobre el totalmente tormentoso cielo perteneciente a la misteriosa región de Fiore, tratándose al mismo tiempo de un terrible acontecimiento que a su vez se encontraba siendo completamente provocado por la deteriorada fémina poseedora de unos fulminantes orbes rojos como la espesa sangre, misma mujer pelinegra que además se podía visualizar sintiendo un descomunal dolor tanto físico cómo emocional debido a las exigentes acciones que se apreciaba realizando en ese preciso momento.

Mientras tanto, la flamante monarca perteneciente al nevado reino de Arendelle se podía apreciar observando detenidamente todo aquel desastre climático provocado con un poco de anterioridad por la terrible espíritu oscuro poseedora del devastador elemento agua, siendo un descomunal hecho ambiental que a su vez había repleto de una tremenda preocupación él cálido corazón de la hermosa fémina de intenso cabello rubio y orbes azules como el mágico mar.

Ultear: No me has respondido...mi pregunta...reina de las nieves, cuánto...amas a tu maravilloso hogar?.

Decía la maligna fémina de intenso cabello negro con un tono sumamente siniestro reflejado en sus palabras mientras todavía continuaba con uno de sus brazos totalmente extendido en dirección al terrible tornado que aún seguía formándose poco a poco entre el tormentoso cielo de Fiore, de esta simple manera provocando a su vez que un feroz viento gélido comenzará a fluir brutalmente en esa precisa zona del congelado y deteriorado templo eclipse, siendo además una devastadora acción que se encontraba ocasionando que una inmensa cantidad de poderosos relámpagos de color amarillos siguieran cayendo fuertemente contra las tierras del brillante bosque repleto de cristales. 

Elsa: No...no te atrevas a pronunciar el nombre de mi hogar nunca más, tu no...no eres digna de hacer eso.

Habló la actual quinta espíritu de Althohalla con un tono realmente serio reflejado en su voz al momento de estar observando fulminantemente a la fémina de terribles orbes rojos que todavía continuaba con uno de sus brazos totalmente alzado, misma fémina de intenso cabello negro qué no parecía estarle importando en lo más mínimo la enfurecida mirada que la joven de linda cabellera rubia le estaba proporcionando en ese preciso instante, tratándose de un hecho que a su vez sólamente se podía visualizar desesperando de una forma tremenda tanto a la flamante reina de Arendelle cómo a la hermosa portadora de las inigualables mariposas púrpura. 

Ultear: Esperó que te hayas...despedido de tu hogar cuándo te marchaste...ya que nunca más...lo volverás a ver majestad.

Declaró la maligna pelinegra con una expresión sumamente siniestra en su deteriorada mirada mientras que a su vez decidía dirigir uno de los rayos de luz púrpura que se podían visualizar siendo liberados de la antigua puerta eclipse en dirección al tornado que todavía seguía formándose sobre el tormentoso cielo de Fiore, ocasionando al mismo tiempo con este inminente acontecimiento que un enorme y extraño portal repleto de una inmensa cantidad de magia elemental procediera a abrirse inesperadamente ante las notorias expresiones completamente incrédulas por parte de sus dos hermosas adversarias, las cuales al parecer no daban crédito a todo lo terrible que se encontraba sucediendo en ese preciso momento en las brillantes tierras pertenecientes al casi devastado bosque lleno de misteriosos cristales.

Shinobu: Que...que demonios haces.

Exclamó la joven de intenso cabello negro y lindos mechones púrpura con una notoria incredulidad al estar observando fijamente cómo aquel portal creado de total energía elemental había comenzado a volverse cada vez mucho más grande, dando cómo único resultado qué una inmensa cantidad de terribles demonios portadores de una completa oscuridad empezarán a cruzarse rápidamente a través de ese mismo portal repleto de magia, siendo de esta forma cómo la hermosa fémina de intimidantes orbes rojos cómo la espesa sangre parecía haber dado comienzo a una devastadora e inevitable invasión al reino de Arendelle.

Ultear: Estos demonios se encargarán de que tu no tengas un hogar al cual regresar, ya que el reino de Arendelle será...completamente destruido.

Dijo la terrible espíritu oscuro con un inmenso odio reflejado en sus rencorosas palabras al momento de estar observando fulminantemente a sus dos poderosas contrincantes elementales, mismas féminas procedentes tanto del nevado reino de Arendelle como del misterioso imperio de Fiore que simplemente se dedicaban en apreciar con una notoria incredulidad en sus respectivas miradas cómo aquéllos malignos demonios continuaban cruzando a través de aquél enorme portal formado de total energía, siendo a su vez una lamentable escena que únicamente parecía haber ocasionado que una tremenda preocupación comenzará a introducirse de una manera sumamente rápida en el cálido corazón de la flamante y hermosa reina de las nieves. 

Elsa: No...no te permitiré hacerlo.

Pronunció la joven reina de Arendelle con una notoria determinación reflejada en su dulce voz antes de que una fuerte corriente de viento gélido comenzará a fluir fuertemente por toda esa precisa zona del deteriorado templo eclipse, tratándose de una simple acción que al mismo tiempo había provocado que la linda vestimenta azul perteneciente a la quinta espíritu de Althohalla empezará a cambiar de una manera completamente fugaz, de esta forma dando paso a lo que parecía ser un hermoso vestido blanco de manga larga y que además contaba con dos largos velos un tanto transparentes posados sobre sus suaves hombros, mismos velos que a su vez se encontraban fluyendo libremente a causa de aquélla inminente onda de hielo producida con un poco de anterioridad por su propia transformación sumamente divina.