53 - Un gran orgullo destruido.

Gran imperio de Fiore.

Ciudad de Magnolia.

Una inmensa cantidad de humo negro había sido liberado de una forma terrible en cierto punto en específico de aquélla zona central perteneciente a la desolada ciudad de Magnolia debido a la devastadora técnica realizada con un poco de anterioridad por él actual espíritu guardián portador del elemento rayo, mismo joven de intenso cabello negro e intimidantes orbes ónix cómo la tétrica oscuridad de la noche que a su vez se podía visualizar en ese preciso instante respirando de una manera completamente agitada a causa del tremendo cansancio tanto físico cómo mágico que se encontraba sufriendo minuto a minuto en ese momento, tratándose además de un inminente acontecimiento que al parecer comenzó a introducir rápidamente una enorme y notable desesperación en él enfurecido corazón de aquél monarca procedente de las hermosas tierras del reino repleto de nieve llamado Arendelle.

Mientras tanto, la densa cortina de humo color negro había comenzado a despejarse poco a poco de aquél totalmente devastado escenario urbano ubicado en la que parecía ser la zona principal de la majestuosa ciudad de Magnolia, dando al mismo tiempo cómo único resultado que él imponente joven pelinegro no dudará en lo más mínimo en volver a adoptar una clarísima posición defensiva debido a que la hermosa líder de los terribles espíritus oscuros no se apreciaba incorporada por ningún lado.

Sasuke: En...en dónde demonios estás?.

Susurró el joven portador del increíble elemento rayo con una notoria desesperación reflejada en sus palabras al momento de estar observando de una manera sumamente detenida hacía diferentes direcciones de aquélla solitaria ciudad de Magnolia repleta de devastación, además de que aquél gigantesco individuo formado únicamente de energía eléctrica llamado Susanoo había desaparecido de una forma inesperada del deplorable escenario urbano debido a la tremenda pérdida de energía mágica por parte del espíritu guardián de Althohalla, siendo a su vez un lamentable acontecimiento que al parecer dejó completamente desprotegido al flamante monarca del nevado reino de Arendelle ante cualquier ataque que pudiera recibir a manos de la terrible mujer poseedora del gran Mangekyou Sharingan.

Sasuke: Sal de una maldita vez...o es que acaso tu miserable corazón no pudo evitar llenarse de un profundo miedo?.

Habló el joven de fulminantes orbes negros cómo la espesa oscuridad de la noche con un tono realmente burlesco reflejado en su intimidante voz antes de que este mismo espíritu guardián decidiera comenzar a envolver poco a poco todo su cuerpo con lo que parecía ser una ligera aura eléctrica de color morado, de esta simple manera aquél deteriorado monarca de la lejana región de Arendelle declarándose sumamente listo para poder continuar con la feroz confrontación en contra de aquélla maligna fémina de larga cabellera negra que todavía se encontraba totalmente desaparecida del gran escenario urbano.

Kiyomi: Aquí estoy mi amado sobrino.

Al escuchar aquéllas siniestras palabras repletas de una completa diversión, aquél joven portador del devastador elemento rayo no había podido evitar en lo más mínimo sumergirse en un profundo estado completamente estático debido a la poderosa presencia que se podía visualizar ubicada justo detrás de él, misma presencia repleta de un tremendo y descomunal resentimiento emocional que a su vez se apreciaba expulsando en ese preciso momento unas pequeñas cantidades de su impresionante poder mágico hacía diferentes direcciones de aquélla solitaria ciudad llamada Magnolia.

Sasuke: Miserable espíritu oscuro.

Exclamó el actual espíritu guardián perteneciente a la lejana región de Althohalla con una expresión sumamente seria adornando su mirada antes de que este mismo joven decidiera darse la media vuelta mientras procedía a observar fijamente a la fémina que todavía se visualizaba sin realizar ningún solo movimiento, misma mujer portadora de aquél terrible Mangekyou Sharingan que al parecer simplemente se había dedicado en apreciar aquéllos intimidantes e intensos ojos negros cómo la tétrica oscuridad de la noche que en ese preciso momento se encontraban tratando de fulminar hasta lo más profundo de su maligno corazón repleto de maldad pura.

Un rotundo silencio se había apoderado completamente de aquélla precisa zona perteneciente a la desolada ciudad de Magnolia debido a las fulminantes miradas qué aquéllos dos poderosos espíritus elementales se podían visualizar dedicándose de una forma mutua, mismos jóvenes portadores de una cabellera tan negra cómo la tétrica oscuridad de la noche que simplemente se encontraban tratando de intimidarse uno al otro mientras que a su vez ambos individuos se apreciaban sin realizar ningún solo movimiento corporal en aquél solitario escenario lleno de una gran devastación.

Kiyomi: Eres tan parecido a tu padre, así cómo el pequeño Owen es idéntico a ti.

Decía la hermosa reina de Fiore con un tono sumamente suave reflejado en sus palabras antes de que esta misma fémina decidiera acariciar cariñosamente una de las lastimadas mejillas de aquél joven de intimidantes ojos negros cómo la profunda oscuridad, mismo individuo poseedor del impresionante elemento rayo que al parecer simplemente había comenzado a disfrutar con un poco de desconfianza en su mirada cómo aquélla terrible espíritu oscuro se encontraba deslizando una de sus frías manos sobre su blanca piel repleta de dolorosos rasguños sangrantes.

Sasuke: Debes detener este desastre, todavía podemos impedir que la tierra sea sumida en las terrible tinieblas.

Pidió el pelinegro con un tono sumamente esperanzador reflejado en su voz mientras continuaba sintiendo cómo aquélla hermosa fémina de intensos orbes rojos cómo la espesa sangre humana seguía acariciando suavemente una de sus lastimadas mejillas con demasiado cariño, misma fémina qué al escuchar aquélla desesperada petición repleta de una notoria esperanza por parte del flamante monarca del nevado reino de Arendelle no había podido evitar en lo más mínimo que una pequeña sonrisa llena de total diversión comenzará a adornar su mirada.