56 - La leyenda del trueno.

Gran imperio de Fiore.

Ciudad de Magnolia.

En el tiempo actual, pocos minutos habían transcurrido desde qué aquél flamante monarca procedente de las nevadas tierras del bellísimo reino de Arendelle había recibido de una forma sumamente directa aquélla poderosa onda expansiva por parte de la maligna líder de los terribles espíritus oscuros de Fiore, misma fémina de fulminantes orbes rojos cómo la espesa sangre humana que al parecer simplemente se podía visualizar en ese preciso momento observando de una manera detenida como el segundo hijo de su hermano mayor continuaba sepultado entre una gran cantidad de escombros.

Mismos pesados escombros que a los pocos segundos procedieron a ser fuertemente expulsados hacia diferentes direcciones de aquélla desolada ciudad de Magnolia debido a una gran cantidad de energía eléctrica de brillante color morado, de esta simple manera revelandose poco a poco ante la expectante mirada de aquélla terrible reina del misterioso imperio de Fiore lo que parecía ser la deteriorada silueta de un intimidante hombre de intenso cabello negro cómo la tétrica oscuridad de las lúgubres tinieblas.

El cuál a su vez se podía apreciar en ese preciso instante con su torso completamente al descubierto y con aquélla misma zona de su deteriorado cuerpo repleta de un inmenso número de heridas sangrantes, las cuáles al parecer habían sido totalmente resultado de aquél devastador e inminente ataque que había recibido con un poco de anterioridad por parte de la poderosa fémina de ojos rojos.

Kiyomi: ¿Qué sucede, no me digas que te has quedado totalmente sin energías?.

Comentó la flamante reina del misterioso imperio de Fiore con una notoria diversión reflejada en sus palabras al momento de estar apreciando cómo aquél joven de intimidantes ojos negros cómo la noche se encontraba respirando de una forma sumamente agitada debido a sus graves heridas, mismas heridas repletas de una ligera cantidad de sangre qué al parecer se podían visualizar en ese preciso instante provocandole completamente un tremendo e insoportable dolor tanto físico como mental al poderoso espíritu guardián perteneciente a la región de Althohalla.

Sasuke: No...no me daré...por vencido.

Habló el joven portador del devastador elemento rayo con un inmenso odio reflejado en su intimidante tono de voz al estar observando fulminantemente a la terrible mujer que se ubicaba de pié a tan solo unos cuántos metros de distancia de él, misma fémina de siniestros orbes rojos cómo la espesa sangre humana que simplemente se podía visualizar demostrando en aquél preciso momento lo que parecía ser una pequeña sonrisa repleta de diversión ante la mirada enfurecida por parte del joven originario del impresionante reino llamado Arendelle.

Kiyomi: Anda...acércate mocoso...o es que acaso ya no tienes las fuerzas suficientes para seguir combatiendo?.

Provocó la flamante reina del misterioso imperio de Fiore con aquélla gran sonrisa siniestra adornando su hermosa mirada al momento de estar apreciando cómo aquél lastimado joven de intenso cabello negro seguía respirando de una forma agitada, mismo espíritu guardián portador del impresionante elemento rayo que simplemente parecía haber decidido comenzar a dirigirse poco a poco en dirección a la terrible fémina de aterradores orbes rojos cómo la sangre.

Sasuke: No...no me...detendré. 

Susurró el actual monarca procedente del nevado reino de Arendelle con una ligera dificultad reflejada en sus palabras mientras continuaba dirigiéndose lentamente en dirección a la líder de los terribles espíritus oscuros de Fiore, tratándose a su vez de una hermosa fémina de bellísimo cabello negro cómo la noche que además todavía se podía visualizar portando en una de sus manos aquélla afilada y larga espada formada completamente de energía elemental, misma arma repleta de una inmensa cantidad de poderosos rayos eléctricos de intenso color morado que al parecer había sido creada con anterioridad por él joven que actualmente pretendía seguir combatiendo en contra de la mujer que aseguraba ser un antiguo familiar suyo.

Kiyomi: Acabaré con tu vida de una manera sumamente lenta y dolorosa.

Decía la hermosa líder de los terribles espíritus oscuros con un tono sumamente siniestro reflejado en su voz antes de que esta misma fémina decidiera desaparecer y reaparecer a una tremenda velocidad justo enfrente de aquél joven de intimidantes ojos negros cómo la noche, él cuál al parecer no había podido evitar en lo más mínimo sumergirse completamente en un profundo estado de shock debido al descomunal e inesperado movimiento que acababa de precenciar por parte de aquélla maligna mujer poseedora del devastador Mangekyou Sharingan.

Kiyomi: Puedo ver claramente el miedo reflejado en lo más profundo de tus ojos, en donde quedó toda esa valentía que demostrabas hace unos segundos?.

Preguntó la hermosa fémina de intenso cabello negro cómo la tétrica oscuridad de la noche con una pequeña sonrisa repleta de total diversión adornando su intimidante mirada mientras que a su vez se podía visualizar observando fijamente al segundo hijo de su difunto hermano, mismo joven portador de aquél devastador elemento rayo y procedente de aquéllas tierras del bellísimo reino de Arendelle que al parecer todavía se apreciaba totalmente sumergido en un absoluto estado de shock ante la notable expresión divertida por parte de su terrible contrincante.

Sasuke: Yo...yo jamás tendré miedo de ti.

Respondió el flamante espíritu guardián de Althohalla con una notable seriedad reflejada en sus palabras una vez que esté mismo joven logró salir de aquél profundo estado de shock en el que había permanecido durante unos segundos, tratándose a su vez de un hecho que simplemente parecía haber ocasionado que aquélla terrible fémina de malignos orbes rojos cómo la espesa sangre humana comenzará a reír de una forma sumamente divertida y siniestra.

Kiyomi: Pues deberías tenerlo idiota.