Fruto De Sangre (la intervención de Pib)

Fue un sueño?

—Hijo esta comida tiene un propósito, es muy pronto para que lo sepas, pero te puedo decir que lo que hago es con mucho amor para ti, para que crezcas fuerte y sano.

Exel salió algo desconcertado de la breve conversación con la madre.

Cada noche Hetel le contaba historias a su hijo, dichas historias tenían lecciones que eran fáciles de entender para un niño, hasta que una noche le conto una historia diferente sobre un rey que gobernaba en un reino que destilaba el mejor licor, ese era un licor tan claro como agua, pero más potente que el mejor vino de todos los reinos. Él era muy feliz, ya que el licor de su tierra era el mejor de todas las naciones y se sentía orgulloso de esto. Él cobraba impuestos a todo aquel que cultivaba su tierra y era muy rico, pero se dio cuenta que una botella de licor de sus tierras costaba una fortuna y entonces se le ocurrió una brillante idea, corrió la voz que no iba a cobrar más impuestos, que a cambio de eso cada granja de licor le daría una botella de la cosecha de ese año a cambio del pago. El rey se sentía orgulloso de su idea, ya que a nadie le gustaba pagar impuestos, y una botella no era nada para un productor de este. Era un trato en el que el pueblo era el más beneficiado, el día llegó y se recolectó una jarra enorme en cada granja, llenando un tonel gigantesco. El rey hizo una fiesta invitando a todos los dueños de las granjas donde se destilaba el licor, para celebrar y dar el primer sorbo del bote donde estaba recolectado el mejor licor que habían llenado sus granjas.

El rey exclamo que con la venta de este tonel la deuda de sus impuestos sería saldada.

—Este será envasado en unas botellas especiales con la leyenda de— El Licor del Rey y será vendido, pero antes de esto tomaré el primer sorbo de tan exquisito licor.

Cogió el cucharón lo metió hasta donde pudo y sacó una gran cucharada del tonel. El rey lo probó y quedó extrañado, lo que probó era agua. El rey no lo podía creer y volvió a probar. Y lo mismo, era simple agua. El rey extrañado pregunto qué pasó. Un consejero del rey, el más sabio, le respondió.

—Lo que paso Rey es que cuando se le pidió a cada granja su contribución, ellos pensaron que los demás darían su mejor licor así que dieron una jarra de agua, porque dentro de tanto licor bueno una jarra de agua no se notaría y todos hicieron lo mismo.

Después de esto el rey aumentó los impuestos y jamás volvió a confiar en su pueblo.

Hetel le explicaba al final la moraleja de la historia— la acción de una persona puede ser insignificante, pero las suma de todos pueden crear una gran obra o un gran desastre.

Pasaron los años y ya Exel tenía diez años.

Hetel enseguida le insistió a su esposo que Exel tenía que ver los terrenos de su familia, aunque fuera una sola vez para que supiera que esos terrenos eran de él.

Xerox no estaba muy convencido, pero de tanto insistir accedió, con la condición de no acercarse demasiado a los terrenos destruidos. Todo estaba planeado para dentro de tres días, era un viaje familiar. Iban los padres de Xerox, sus hermanos, Hetel y Exel. Estos estaban fuertemente escoltados por unos soldados y amigos de Xerox, ya que él no podía ir por el trabajo.

El consejo de ancianos estaba requiriéndolo para que tomara decisiones sobre la expansión del territorio algo inaplazable.

Cuando ya estaban cerca se pusieron a acampar. Los padres de Xerox estaban maravillados del paisaje, era hermoso y muy amplio. Era una planicie llena de plantas, árboles frutales y arroyos de agua cristalina, era un paraíso natural y una gran formación montañosa al fondo que contrastaba con la belleza de la planicie, eran unas montañas muy lúgubres. Allí vivían los Akumis.

Cuando todos se fueron a dormir Hetel despertó a Exel y se lo llevo a escondidas, cogió unas monturas y se dirigió a las montañas a toda prisa Exel estaba todavía adormitado, pero se sentía seguro ya que estaba con su madre, no sabía la prueba que le esperaba.

De pronto paró repentinamente la marcha, se bajó de la montura Hetel y gritó en un idioma extraño.

—Tok tar totor tggator tak.

Exel se quedó extrañado con su madre por no entender lo que decía.

De repente dos criaturas bajaron del cielo tan rápido que Exel solo vio una sombra negra bajar, estos rodearon a Exel y a su madre produciendo unos misteriosos sonidos

Hetel les respondía y señaló a Exel. Estos se acercaron a él, él tenía miedo estas criaturas no eran muy altas tenían más de un metro de altura, completamente negras, con un pico grande y con una lanza, parecía que nunca soltaban de sus garras, eran criaturas de temer.



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En el texto hay: existencialismo, fantasiaepica, es un relato de reflexion

Editado: 21.02.2019

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