VI

Narrador omnisciente.

Las chicas se encontraron con sus amigas en la salida del hospital y decidieron ir a comer algo. En el lugar contaron todo lo que pasó.

Por otro lado, el pelirrojo ya había despertado, él, su hermano y su amigo Soushi, tenían que irse del hospital ya que su padre no podía enterarse  que él estaba ahí.

Cuando llegaron al ascensor, el pelirrojo y su amigo comenzaron a hablar de ambas chicas.

—¡Dieter me dijo que era agradable y que siempre ayudaba a todos! —dijo Soushi — Pero nunca pensé que nos tiraría los zapatos en la cara —

—Cuando lo conocí no creí que haría eso, al menos es lo que puedo decir como su compañero —respondió el pelirrojo.

Por otro lado, Kousuke trataba de recordar en dónde había visto aquellos orbes azules, pues le resultaban familiares.

—¿Y que hay de la otra chica? La que tiene el cabello como color vino oscuro—preguntó Soushi y eso hizo que Kousuke prestara atención a su conversación— ¡Deberías haber visto lo que le hizo a tu hermano! ¡Lo levantó como a una pluma!

Al pelorrojo no le sorprendía, pues antes la había visto hacerle una llave a un tipo.

—Es increíble, ¡Casi le rompe el brazo a un tipo que estaba molestando a Shin-ae! —exclamó el pelirrojo y ambos amigos rieron—Además, ambos ya la conocíamos antes.

Kousuke al escuchar esto, pensó que tal vez le resultaba familiar por esa situación. Tal vez en ese momento había estado junto con ambos jóvenes y ahí los tres la habían conocido.

—¿En dónde? —Le preguntó el de orbes azules al pelirrojo.

—Un día, acompañé a Soushi a comprar un videojuego y ahí la conocimos, ambos discutieron por el juego, al final la chica se fue con otra copia porque dijo que iba a discutir con un hombre por eso—Rió.

Soushi reaccionó con un: “¡Ah, ya recordé!”

El mayor descartó esa opción y dejó de pensar en dónde había conocido a aquella chica de orbes azules. Le causaba curiosidad ese color azul tan extraño.

Jae-Kyung/ Tn

Al día siguiente, me desperté, fui al baño, me duché y cepillé mis dientes, luego me puse un hoodie y un pantalón deportivo y me dirigí a la sala.

—Buenos días —Saludé a Sim-Han, el padre de Shin-ae.

—¡Buenos días, Jae! —me abrazó.

—¿Dónde está Shin-ae? —pregunté.

—Ella salió a la pastelería de Maya, te están esperando —Dijo—

—¡Gracias y adiós! —me despedí y me dirigí a la pastelería.

×××

Al parecer, la pastelería estaba cerrada. No había llevado el celular, así que no pude llamar a Shin-ae.

—Si yo fuera Shin-ae... ¿A dónde iría un Sábado por la mañana? —Susurré para mí misma.

¡Iría por donas!

Caminé hasta donde vendían sus donas favoritas y me dispuse a buscarla. En el lugar me encontré con tres chicos conocidos.

—¡Hola, Jae-Kyung! —me saludó Dieter, me alegraba que conmigo no fuera un tartamudo.

Ma acerqué a ellos y los saludé. El chico moreno le mandaba miradas al pelirrojo, las cuales entendí.

—Sí, soy la del videojuego —dije mirándolo.

—¡Cool! Soy Soushi —dijo
extendiendo la mano.

— Jae-Kyung Kyo—tomé su mano.

Mi vista de posó en el pelirrojo ¿Qué carajo le pasó en la cara?

El chico se levantó y me extendió la mano.

—Soy Yeong-Gi, lamento no haberme presentado antes—Sonrió apenado.

—No importa, yo tampoco lo hice, de todas formas ya sabes mi nombre, así que no hace falta presentarme—dije cruzandome de brazos —¿Qué carajo te pasó en la cara? —pregunté.

—¡Fue tu amiga! —Rió Soushi.

—¿Vieron a Shin-ae? ¿Dónde está? —dije mirando a mis alrededores.

—Estuvo aquí hace unos minutos, ella fue la que me hizo esto —Señaló su cara y yo reí.

—¿Por dónde se fue? —insistí

Yeong-Gi y Soushi compartieron miradas.

—Te lo diremos sólo si aceptas algo—dijo Soushi.

—¿Qué cosa? —dije irritada, no me gusta que no sean directos.

—Se nuestra amiga —dijo el pelirrojo sonriendo.

Lo miré de reojo ¿Amiga? ¿A qué viene eso?

—¿En serio? No me hagas perder el tiempo, puedo buscarla yo sola —respondí seria.

—Sí, pero dijiste que necesitabas encontrarla rápido, si la buscas tú sola te demorarás más, si nosotros de ayudamos... —interrumpí al pelirrojo acercándome a centímetros de su cara

—¿Con quién crees que estás hablando? —dije mirándolo fijamente a los ojos —No soy tan manipulable como tú crees— me separé de el.

—Lo siento —respondió mirando al suelo desanimado.

Vaya, estos chicos de verdad esperaban que yo fuera su amiga. Bueno... No pierdo nada en darles una oportunidad.

—¿A que casa de Hogwarts perteneces? —le pregunté al pelirrojo, esa es mi pregunta para saber si somos compatibles o no.

—Eh... Hufflepuff—respondió confundido y yo sonreí.

—Está bien—ambos celebraron —Ahora díganme por dónde se fue —dije.

—Por el estacionamiento —dijo Dieter

—Gracias —me despedí y me fui.