Capítulo 3:

Llegó al bosque y avanzó varios metros en su interior sintiendo miedo al recordar las palabras de mi madre antes de que me diera el mapa y muriera:"nunca vayas al bosque hija mía,hay muchos peligros ocultos en el" y ahora años después estaba yendo hacia ese lugar tenebroso por que mi madre me lo pedía a través del mapa,irónico ¿No?

De repente me deslizo y caigo rodando por un desnivel de tierra causando que me corte con algunas piedras la pierna y entonces mientras intento quitarme las hojas y piedritas de la pierna me doy cuenta que es demasiado tarde y que ahora no puedo seguir caminando, porque el bosque es demasiado peligroso en la noche, podría perderme o incluso encontrar algún animal o criatura. 

Oh genial,lo que me faltaba ¿Que más me puede pasar hoy?
 

Olvidade que nunca hay que retar a los dioses porque si lo haces,cosas malas te pueden suceder y justamente eso fue lo que ocurrió. 
 

Un sonido serpenteante fue el aviso de que tenía que alejarme pero con la pierna herida no pude moverme y la serpiente me mordió justo en un brazo para después irse arrastrando lejos. 
 

—Oh por zeus! ¿Es en serio?-Exclamó enojada por mi mala suerte mire mi brazo y noté que tenía sangre y unos pequeños agujeros de los colmillos de el reptil. 
 

—Muy bien ¿Cómo me dijo mi madre que se sacaba el veneno de serpiente?—Me pregunto a mi misma. 

—Si alguna vez una serpiente te muerde hija y estás sola recuerda que debes chupar el veneno con tu boca y escupirlo durante unos minutos,no te alarmes con la sangre y escupe bien—Recordé la voz de mi madre indicandomelo después de asesinar una serpiente que se había colado en mi habitación. 

—Muy bien Clarisse,sin asco y sin temor—Digo internamente—¡Artemisa por favor no permitas que trague!-Pido a la diosa. 

Sujeto mi brazo herido con el sano de forma en que los agujeros de la mordida quedaron cerca de mi boca y comienzo a succionar el veneno y a escupirlo,mi sangre se sentía caliente y su sabor era metálico. 

Así dure 30 minutos chupando y escupiendo para luego lavar mi la boca con agua que siempre cargaba en una botella en un pequeño bolso. 
 

—Bien,creo que ya saque todo el veneno, cuando llegue a el templo de Hermes mañana le pediré ayuda a Apolo para que me cure ahora debo dormir pero ¿Como lo haré? 
 

Me levanto y con palos y piedras que encuentro alrededor de donde caí logró hacer una fogata y me acuesto al lado de está
 

—Deméter por favor no permitas que nada me pasé mientras duermo—Ruego a la diosa. 
 

Espero que la oráculo de Delfos tenga razón y la naturaleza me cuide, es la primera noche que paso lejos de casa… Y te extraño mamá, espero que Hades te tenga en un buen lugar. 

Así me quedo dormida para finalizar mi primer día de aventura,un día duro y largo. 

A la mañana siguiente despierto cuando los primeros rayos del sol otorgados por Apolo llegan a mi cara,me estiró y agradezco a los dioses por cuidarme durante la noche. 

—¿Que puedo comer? Tengo hambre—Digo con una mano en el estómago que gruñe de hambre. 
 

De repente de entre los árboles salen dos mujeres que por su forma de vestir eran ninfas del bosque,de inmediato me levantó y retrocedo.
 

—¿Qué hacen aquí? Alejense!—Ordenó. 

—Tranquila Clarisse,no venimos a hacerte daño—Dice una de las ninfas. 

-La diosa Deméter nos ha ordenado que te diéramos de comer y beber para que pudieras continuar con tu viaje—Agrega la otra ninfa al ver que no cedo ni bajó la guardia. 

—¿Es en serio? Si me engañan Atenea las castigará—Amenazó. 

—Que así sea—Acepta una de las ninfas—Si desea puede seguirnos mi lady—Agrega antes de comenzar a caminar junto con la otra.

Algo asustada pero guiada por el hambre que sentía seguí a las ninfas,al fin y al cabo sólo los idiotas son capaces de desafiar la furia de Atenea. 
 

Las ninfas me guían por varios minutos por el bosque para que pudiera comer bayas de algunos arbustos y fruta de algunos árboles, por supuesto que no todos los frutos son comestibles y después a una pequeña laguna donde una ninfa de la misma me esperaba. 
 

—Acercarte Clarisse,yo te daré de beber agua pura y te quitará la sed como si fuera vino hecho por dioniso—Dice la ninfa ofreciéndome su mano para que entrara con ella al agua. 

—Mi madre siempre me dijo que nunca confiara de las ninfas y mucho menos de las acuáticas, sé muy bien lo que hacen—Respondo desconfiada mientras fulmino con la mirada a la ninfa. 

—Confía Clarisse,no tengas miedo,ellas están bajo mis órdenes—Dice una voz suave de mujer. 

—¿Deméter? ¿Es usted mi lady?—Pregunto mirando a mi alrededor buscando la fuente de la voz. 

—Si Clarisse,soy yo—Contestó la diosa materializando se a unos pocos metros de mi. 

—Mi lady—Contestamos las ninfas y yo haciendo una reverencia hacía la diosa.

—¿Qué hace usted aquí?—preguntó. 

—vengo a vigilar que comas y bebas para tu viaje Clarisse,es duro e incierto por lo que debés tener toda tu fuerza contigo. 

—¿Entonces puedo confiar en ellas? ¿Aún cuando mi madre me dijo que nunca lo hiciera?—preguntó. 

—Tu madre era una mujer muy sabia pero yo soy una diosa y te digo que confíes esta vez en ellas y como siempre también en mi. 

—Cómo desee señora—Contestó mientras hago una reverencia hacía Deméter. 
 

Así confiando por primera vez en las ninfas y esperando que la diosa la protegiera ante el peligro, camino hacia la laguna y tomó la mano que la ninfa me ofrece una vez más y entró en la laguna para después arrodillarme y con las manos formando una "cuna" obtengo el líquido más valioso del mundo: agua,para beberla y calmar la sed. 

Después de calmar la sed salgo de la laguna agradeciendo a las ninfas para después dirigirme a la diosa. 
 

—Mi señora dígame ahora ¿Qué tan peligroso es el camino al templo de Hermes?—Preguntó.