Capítulo 4:

Sigo el camino en dirección a la cueva de las gorgonas después de haber salvado la vida de la princesa psique y sintiéndome muy orgullosa y feliz por mis actos porque no siempre se puede salvar a una princesa ni mucho menos ver a una de las mujeres más importantes que existen,claro que hay que hacer énfasis en que a pesar de que rindo tributo y eterna admiración a Atenea siempre seré seguidora de Psique por ser tan valiente porque para retar la furia y envidia de Afrodita hay que tener muchas agallas ya que es una de las diosas más poderosas que existen. 

Pasan los días y sigo caminando descansando solo durante la noche para dormir y durante unos cuantos minutos para comer porque el camino hacia la cueva de las gorgonas es aún más largo y duro que el camino para ir al templo de Hermes y por supuesto ambas cosas están en diferentes lugares causando que tuviera que caminar a través del bosque y de algunas pequeñas aldeas en su interior. 

Al pasar por las aldeas algunas personas se le quedaban viendo mientras murmuraban entre ellas,ya era bien sabido entre la gente de Grecia que había una chica atravesado ríos y bosques, enfrentándose a monstruos y acudiendo a los mismísimos dioses con una misión entre manos pero lo que esas personas no sabían era el grado de importancia de mi misión y es que ni yo misma lo sabía. 

Llegó a una cueva rodeada de flora y estatuas que en algún tiempo debieron haber sido humanos en una aventura porque ninguna persona que no estuviera en una se atrevería a ir a el lugar donde si miras a los ojos de las personas puedes morir con gran dolor al poco a poco convertirte en estatua. 

Agudizo el oído al escuchar un ruido de pisadas sobre las hojas caídas de los árboles y al notar que el ruido se acercaba cada vez más saco mi espada de la funda y me pongo en posición de ataque y girando para buscar el lugar donde podría estar el causante del ruido. 

De repente choco espadas con alguien más,el causante del ruido había salido del bosque y atacado pero por supuesto contraataque,en el bosque solo se escuchaba el choque de las espadas y los jadeos por el esfuerzo. 

—Hey espera!—Dice el hombre al verse desarmado—Por favor perdonadme la vida—Ruega. 

—¿Tu no eres el chico del restaurante? —Pregunto. 

—Si y tu eres la chica con prisa ¿Por esto tenías prisa?¿Para venir aquí?—pregunta levantándose el chico. 

—Estoy en una misión muy importante,he estado en varios lugares ya—Contestó. 

—¡Claro! Tu eres la chica de la que todos están hablando, mi nombre es Matthews Davis Thomson pero mis amigos me dicen Matt, mucho gusto. —Se presenta Matthews. 

—Mi nombre es Clarisse Evangeline Minerva Queen Johnson pero mis amigos me dicen Clarisse solamente, también es un gusto conocerte—Respondo. 

Después de hablar durante varios minutos Matthews y yo entramos a la cueva empuñando las espadas tras haber encendido una antorcha antigua que matthews encuentra tirada cerca, miramos los alrededores de la cueva cuidando no encontrarse con alguna gorgona pero en su lugar lo único que podemos ver son estalactitas, cadáveres tanto de hombres como de animales,estatuas que alguna vez fueron hombres,murciélagos y muchas telarañas pero también una apertura hecha artificialmente que según parecía fue hecha por las mismas gorgonas utilizando los cadáveres y herramientas de pobres aventureros, esta llegaba hacia alguna parte de una llanura en medio de un bosque,no es necesario agregar que esta estaba llena de cadáveres de animales y estatuas. 

—Este lugar es espantoso—Exclamó matthews. 

—Totalmente—Afirmó—¡Que horror!-Exclamó al pisar entre las costillas el cadáver de algún animal. 

—Ten cuidado,no sabemos que podemos encontrar por aquí—Advierte matthews—Por cierto ¿porque viniste aquí?¿no es demasiado para una chica?—Pregunta curioso. 

—El mapa de mi madre está señalado aquí aunque en realidad no se que debo hacer y nada es demasiado para mi,bueno,tal vez pisar cadáveres y ver gente convertida en estatua si sea demasiado pero es lo que hay ¿no? —explico—¿Y tu? ¿Qué haces aquí? —Pregunto pasando sobre una estatua caída de un hombre. 

—Hera me ordenó que cuidara de alguien muy importante y como no ha venido a molestar supongo que ese "alguien importante" eres tú—Explica Matthews. 

—Lo dudo,nunca nadie se ha preocupado por mi aparte de mi madre—Digo—¿porque haces lo que hera ordena?¿le rindes tributo o porque le temes?—Pregunta curiosa. 

—En realidad lo hago porque si no le obedezco mi padre se enfada y aunque no me puede hacer daño no me lo quiero aguantar un sermón suyo diciéndome que debo obedecer a hera—Explica Matthews. 

—¿y quién es tu padre para decirte que hacer? ¿zeus? ya estas muy grande como para que estés obligado a hacerle caso—Digo. 

—Si,justamente mi padre es zeus—Responde Matthews riendo, un poco irónico a mi parecer. 

Me detengo y miro escéptica a matthews con los brazos cruzados sobre el pecho. 

—No tienes que fingir ni hacerte el super gracioso conmigo,si no me quieres decir quién es tu padre, no me importa,yo no tengo pero no es para que te burles.—Digo un tanto ofendida.  

—Perdon si te ofendi pero no estoy bromeando, mi padre es el padre de todos,el gran señor zeus—Dice matthews serio—mi padre y mi madre tuvieron relaciones un dia que mi padre vino a hacer de las suyas y mi madre quedó embarazada—Explica sin rastro alguno de humor en su rostro. 

—¡¡No puedo creerlo!! ¡eres el hijo de zeus y te comportas como si fueras cualquier persona! de verdad que no lo creo,eres hermano de dioses, semidioses y grandes héroes de toda grecia— Dije sorprendida. 

—No es para tanto—Dice matthews restándole importancia—mi padre cuida de mi y se asegura que siempre tenga todo lo que necesito o quiero, ya sea haciéndolo por el mismo o ordenandole a alguien que lo haga,los pocos hermanos que conozco o me repugnan o me tratan como si fuera un niño indefenso por el hecho de que si aceptó los "regalos" de los dioses—Agrega.