Gracias por lastimarme

Capítulo 19

Dylan

Haberle ofrecido a Brooke ir a tomar algo no fue una buena opción. No porque yo no quiera pero me estaba tratando tan fríamente que pensé que así iba a aflojar un poco. ¿En qué estaba pensando? Ni siquiera yo entiendo por qué dije tales cosas frente a ella. No sé por qué, cada vez que me concentro en sus ojos intento decirle cosas con coherencia, termino haciendo todo lo contrario. 
Ya había terminado de dar la última clase del día y ahora tenía que apresurarme porque en dos horas era la cena en la que tenía que reemplazar a mi padre. No puedo creer que hagan estas cenas tan seguido.
Cuando fui hacia mi casa, mi padre efectivamente no estaba allí, así que hice todo lo más rápido posible. Ustedes se estarán preguntando "Dylan, tienes dos horas para prepararte. ¿Para qué apresurarse?". Es verdad, dos horas es mucho tiempo pero tengo que hacer más cosas aparte de prepararme para ir a la cena. Mañana tengo clase con tercer año y todavía hay algunos trabajos prácticos que no llegué a corregir. Los necesito sí o sí para mañana.

Luego de terminar de revisar todos los trabajos de mis alumnos, fui a darme una ducha y a alistarme. No sabía si tenía que ir más formal de como iba a las demás cenas. Esta era distinta porque tenía que ir en representación de mi padre. 
Decidí ponerme un traje de color azul. Al menos era distinto al traje negro que siempre llevaba puesto. 
La cena es en un restaurante al otro lado de Oakland, no sé por qué lo habrán hecho tan lejos.

 

Luego de estacionar el auto, me dirigí hacia la entrada del espléndido lugar. Ya habían llegado varias personas y eso me puso un poco nervioso. Vengo en representación del dueño de la empresa y llego tarde. Hice varios saludos generales como solía hacer mi padre y en eso me di cuenta de que Brooke estaba aquí, me había olvidado completamente que ella venía a las cenas de la empresa.
Se encontraba sola sentada en una mesa esperando a que sirvieran la comida o al menos eso parecía. Después de lo que pasó hoy no creo que quiera hablar conmigo pero igualmente lo voy a intentar. Necesito saber qué le sucede.

-Hola Martin- le dije cuando llegué a su lado y me senté junto a ella. No se vio sorprendida, seguramente ya se imaginaba que yo iba a estar aquí.

-¿Ahora me llamarás por mi apellido, Riece?- contestó con tono irónico. Parecía estar de buen humor, tal vez solo tuvo un mal día y por eso me había tratado horrible.

-No sería una mala idea- comenté. ¿Por qué siempre que hablo tengo que sonar como si estuviese coqueteando? Le tengo que preguntar qué es lo que sucede, no puedo quedarme con esta incertidumbre.- ¿Sucede algo?-

-No. ¿Por qué la pregunta?- me cuestionó girándose hacia mí ya que había estado prestando atención en donde se encontraba su padre, supongo.

-Eres muy mala mintiendo, Brooke. Ya sabes de qué te hablo.- dije. Esa era la verdad. Cuando ella miente se le hace un pequeño agujerito debajo de su labio inferior. No me pregunten cómo fue que lo descubrí, simplemente lo sé.- ¿Por qué me tratas así? Distante.- creo que me arrepentí inmediatamente luego de decir eso. No tuviese que haber entrado en el tema. Su cara cambió y no para bien.

-¿Pretendes que te trate como si nada hubiese pasado?- pareció enojarse. ¿Qué? ¿Qué había sucedido?

-No sé a qué te refieres, Brooke- dije siendo totalmente sincero. Estaba realmente confundido, no recuerdo haber hecho algo malo. Vi cómo ella rodó sus ojos. Estará pensando que estoy fingiendo pero de verdad no sabía qué pasaba.

-Olvídalo- me dijo mientras se levantaba de su asiento e iba hacia el patio de atrás del salón. Al instante me levanté para poder seguirla. No puedo dejar que se vaya. Aunque sé que tengo que estar presente en todo momento en esta cena, nadie se dará cuenta que me ausento unos minutos.

-¡Brooke espera!- le grité para que me escuche aunque sabía que si lo hacía, de todos modos no iba a hacerme caso. Como vi que no iba a frenarse y cada vez caminaba más rápido, tuve que acelerar el paso. Sin darme cuenta estaba corriendo a Brooke Martin por el inmenso parque del salón en una cena empresarial. 
Unos pocos segundos después, estaba solamente a dos pasos de su cuerpo y por fin pude llegar a ella. La agarré de su brazo para que se de la vuelta y pueda escucharme.- Por favor, Brooke. Dime qué te sucede conmigo.-

-¿Qué me sucede contigo?- me repitió. No había prestado atención a las leves lágrimas que tenía en sus mejillas y también algunas amenazando por salir de sus ojos.- La pregunta es: ¿Qué te sucede a ti conmigo?- me preguntó señalándome. No puedo estar más perdido.- Le pediste a mi amiga que te besara para que yo no me acerque a ti. ¿Quién hace eso, Dylan?- me dijo casi escupiéndome en la cara. Ella se había enterado lo de Mel.

-No entiendes qué fue lo que sucedió- le dije intentando buscar alguna respuesta en mi cabeza. No podía decirle la verdadera razón por la cual le pedí a Mel que me besara. Tampoco podía decirle que Melody era mi amiga. Es un secreto muy importante para ella y para mí, sería traicionar a mi mejor amiga.

-Entonces explícamelo- me atacó acercándose a mí para que le de una respuesta que yo no podía formular.

-Es difícil- fue todo lo que se me ocurrió para que pueda entenderme. Sabía que no iba a funcionar pero no tenía otra alternativa.

-Déjalo ya, Dylan. Espero que te siga yendo bien mintiéndole a toda la gente que te rodea.- me respondió alejándose de mí. Necesito a Brooke. La necesito para descubrir el enigma de mi madre, la necesito para que siga enojándose conmigo por mis comentarios estúpidos. La necesito.

 

Finalizada la cena, volví a mi casa y claramente mi padre no estaba. Luego de lo ocurrido con Brooke, ella se fue y yo también. No nos volvimos a cruzar en toda la noche. ¿Le dije todo lo que pensaba? No. Obvio que no. No podía contarle todo en este momento. No quiero que piense que la estoy usando, ni tampoco que la necesito. Sería caer muy bajo que Brooke sepa eso. Sería como decirle a tu hermano (en el caso de que tengas) "Perdón" luego de una pelea.
Sacando a ella del medio, el resto del evento fue genial. Pude hablar con todos los socios que estaban presentes y también con los hijos o hijas de estos. Mi padre se caracterizaba por ser un hombre muy sociable y amigable así que su hijo tenía que cumplir el mismo papel. No voy a mentirles diciendo que fui yo mismo con cada uno de ellos. Traté a cada persona como me papá lo hubiese hecho aunque yo no me sienta cómodo haciéndolo. Él me había dejado muy en claro hace un tiempo atrás que cada vez que tenga que reemplazarlo en algún lugar tenía que ser su sombra. No podía actuar como Dylan Riece, tenía que fingir para parecerme lo más posible a el señor Jack Riece.
A todo esto, tenía que hablar con Melody. Ella en primer lugar le había contado todo a Brooke o la gran mayoría y aparte se lo contó mal. Me hizo quedar mal a mí cuando en realidad no es así. ¿Qué mejor que llamar a mi mejor amiga a las 2am? Hay que devolver las cosas que a uno le hacen ¿no? 
Un pitido, dos pitidos, tres pitidos, contestó.



#352 en Detective
#4685 en Novela romántica

En el texto hay: amor, suspenso y misterio

Editado: 30.03.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.