Dylan
-Pienso que quiero besarte cada segundo que estoy junto a ti, Brooke.- fue lo que dije antes que ella se abalance hacia mí y me bese como si no hubiera un mañana. Pareciera que estaba esperando esto tanto como yo. Sus dedos se perdieron en mi pelo y las mías en su espalda. Ya no aguantaba no poder decirle lo que me pasaba, aunque ni siquiera yo mismo sé qué me está pasando: desde que se cruzó en mi vida que ya no soy yo mismo. Mi hooby preferido solía ser molestar a toda persona que se me cruzara y en lo que más me enfocaba era en mi trabajo. Hoy en día, con ella, solo me interesa molestarla para que luego termine besándome y en lo que más me preocupo es en que esté bien.
Poco a poco la intensidad de nuestro encuentro fue disminuyendo y una de mis manos se dirigió a su mejilla para que no se separe de mí. No quería que se termine, ¿y si después no iba a volver a repetirse? Gracias a mi gesto pudimos dudar un poco más pero ya el aire se estaba yendo de nuestros pulmones y teníamos que parar.
-Sigo pensando que eres un imbécil.- me sonrió luego que nuestras bocas se separaran y sus manos siguieran dándoles suaves caricias a mi cuello y a mis mejillas. Le sonreí, volví a darle un beso corto para despegar mis manos de su cuerpo y meterlas en los bolsillos delanteros de mis pantalones de jogging.
-¿Y ahora?- pregunté. Si nuestros padres se enteraban que estábamos en una situación como esta no íbamos a poder decubrir de una vez por todas el enigma que rodeaba a mi madre y al accidente automovilístico en el que murió.
-Ahora vamos a enfocarnos en descubrir qué pasó con tu madre.- se dio vuelta para servirse el vaso de jugo que tanto quería y volvimos a donde habíamos visto el cuadro de ella junto a sus padres y el coche que había atropellado a los míos. Lo dejamos en su lugar para que el señor Martin no se percatara que ella estuvo aquí, Brooke tomó prestado su cargador de celular que se encontraba tirado en el suelo y nos dirigimos a su habitación.- ¿Qué día fue el accidente exactamente?- me preguntó mientras abría unos de los cajones de su cómoda y sacaba un cuaderno color gris de allí.
-23 de junio del 2000, yo tenía solo siete años cuando pasó y tuve que quedarme junto a Melody y su familia mientras mi padre estaba en el hospital en estado grave.- le conté, me senté en su cama y ella tomó asiento en su escritorio. Su cara se transformó cuando escuchó el año del accidente ¿no se lo había contado ya?
-Ese verano tuve un campamento especial para niños de mi edad ya que eramos muy chicos para ir a los que organizaba el colegio al cual me iban a mandar.- me dijo y comencé a hacer cuentas mentales: si Brooke tiene diecinueve años y yo tengo veintitrés, cuando murió mi madre ella tenía tan solo tres años.- Nunca pude enterarme si mi padre chocó o no y aunque lo hubiese sabido no lo recordaría.- hice una mueca con mi rostro dándole la razón. Vi que su cara no era la mejor y lo entendía.
-Tranquila, tal vez tu padre no fue el culpable.- intenté calmarla.
-¿¡Y ENTONCES QUIÉN!?- se desesperó y se levantó de la silla para comenzar a caminar de un lado al otro tocándose el pelo y tirándolo levemente.- DIME.- gritó y cayó desplomada al suelo cubriéndose la cara. Escuché su llanto y de inmediato me arrodillé frente a ella para abrazarla y apreparla contra mí para que se sienta protegida. No sé cuánto tiempo estuvimos así pero me tenía tan preocupado que Brooke no pueda superar esta situación que no me di cuenta que yo también estaba llorando. No suelo llorar muy seguido ¿por qué? Porque no tengo razones. Pero ahora sí. Si Robert Martin atropelló a mis padres y luego Jack, porque ya no sé si llamarlo papá, lo ayudó a que no se sepa su homicidio y aparte lo contrató en su empresa, significa que esa persona también está involucrada. No solo tu padre es un asesino en esta teoría, Brooke.
-Oye, tal vez a tu padre le robaron el auto y con él chocaron en el que iba mi madre.- le dije lo que primero se me vino a la mente pensando que la iba a convencer. Pero me olvidaba que Brooke está más compenetrada con esta investigación que yo.
-Y tu padre va a hacer desaparecer la noticia en la que muestran que apareció el coche, claro.- rodó sus preciosos ojos llorosos y me miró percatándose que lo míos estaban iguales. En el segundo que supo que yo estaba de ese modo intentó recuperarse: sin lugar a dudas ella no quería que yo esté mal pero no había otra opción. Todo esto lo provocó mi progenitor y, aunque no se vaya a decir, él es el culpable que no sepamos quién mató a mi madre. Estoy completamente seguro.- ¿Cómo lo supiste?-
-Garret.- respondí y entonces recordé lo que mi amigo me había dicho: "...mi madre me dijo que te lo había dicho".- Tenemos que pedirle ayuda a él.-
-No estoy segura.- me contestó haciendo un gesto de desconfianza. ¿Ya no confía en él?
-Te recuerdo que gracias a Garret pude enterarme que tu padre era el dueño del auto. Su madre le dijo que ya nos había contado.-
-No es que desconfíe de él pero no le hablo desde que me enteré de algo.- cambió su cara por una mueca de enojo y se puso a escribir en su cuaderno.
-¿Qué cosa?- cuestioné. Mi amigo no había hecho nada malo como para que una de sus amigas le dejase de hablar. Respiró hondo y me respondió:
-Se acostó con Alison.- me miró. ¿Solo eso?
-Ah sí, lo sabía. ¿Qué tiene?- le pregunté. No entiendo por qué le dejó de hablar a Garret porque hace un año estuvo con su hermanastra (que en ese momento ninguno de los dos sabían que lo eran)- Alison no es una chica mala. No va a intentar nada sabiendo que son casi hermanos.- aclaré.
-¿La conoces bien?- insinuó. No se rio en ningún momento así que no estaba haciendo ninguna broma. Me reí por dentro y creo que es buen momento para volver a implementar mi hobby preferido.