Gracias por lastimarme

Capítulo 57

Brooke

Definitivamente si hace unos meses me hubiesen dicho que iba a recibir a un Dylan todo furioso dos días seguidos, no les hubiese creído. A diferencia de ayer, no me gritó en ningún momento pero sí me rogó que le abra la puerta. Cuando lo dejé pasar, ni siquiera me saludó o me dijo algo. Se puso a caminar en círculos suspirando alrededor de tres veces por segundo y parecía estar debatiéndose consigo mismo si explotar o no. ¿Se habrá enterado que su padre me tiene amenazada? No. Eso no podía ser posible. La señora Tazio no iba a traicionarme de esa forma. Pero entonces... ¿qué es?

-¿Puedes dejar de hacer eso y decirme qué está pasando?- le dije frenando su caminata poniéndome frente a él.

-¿Qué está pasando? NADA. Eso pasa: NADA.- me respondió y a continuación se tomó el cabello con ambas manos para luego largar:- Le tuviese que haber roto todos los huesos.-

-¿Qué? ¿Qué huesos? ¿De quién estás hablando Dylan?- volví a preguntar y ahora sí estaba asustada. ¿Y si es su padre de quién habla?

-Te lo dije. Te dije que era un hijo de puta y lo sigue siendo.- me reprochó frunciendo sus cejas.- ¿Te ha hecho algo a ti? Porque si es así te juro que iré y lo...-

-¿PUEDES DECIRME DE QUIÉN MIERDA ESTÁS HABLANDO?- grité antes que prosiguiera. Sus ojos me miraron como siempre me miran cuando está enojado y no sabe controlarse.

-Tu profesor de Diseño ha estado haciendo de las suyas con Alison.- me confesó y mi corazón dio un brinco. ¿Carl London? Alison, su alumna, ¿ha sido engañada por él también?

-Pero si ella no va a la Universidad.- respondí confundida. Mi profesor engaña alumnas para poder robar, lo recuerdo. Pero supuestamente, todo era para fines académicos. Si el señor London no es el profesor de Alison, ¿por qué le habría pedido eso?

-¿Qué tiene que no vaya a la Universidad, Brooke? ¿Tú entiendes la gravedad del asunto?- me reprochó una vez más. Estoy completamente segura que todo lo de la investigación lo tiene así, todo lo de su padre.

-Sí, lo entiendo.- suspiré.- Pero ya está, ya no va a volver a pasar y Carl no va a volver a robar.- intenté tranquilizarlo aunque su cara me dejó saber que eso no iba a pasar. ¿No podrían poner una mejor seguridad en la empresa y en las cenas para que los robos no sucedan más?

-No tiene nada que ver con los robos, Brooke.- tomó mi rostro con sus manos y una incomodidad se instaló en mí.- Abusó de ella.- soltó y mi cabeza comenzó a dar vueltas. ¿Cómo qué él había...?- Primero le mintió y luego cuando Alison quiso dejarlo, él la obligó a quedarse.-

-Pero... ¿cómo lo sabes?- pregunté sin estar segura que quisiera saber la respuesta.

-Ella misma me lo dijo en la escuela pensando que yo no lo conocía. Me pidió ayuda y cuando se encontraron en una plaza pude verlo.- explicó y quitó sus manos de mi rostro. De pronto sentí un vacío al no sentir su tacto rozando mi piel.- Le dije miles de cosas pero no hice nada. ¿Entiendes que no lo golpeé hasta que quede inconsciente?- se enojó consigo mismo y a eso le siguió un grito de desesperación por su parte.

-Está perfecto lo que has hecho. ¿Qué ibas a hacer? ¿Pegarle hasta que se muera para que luego lo dejen seguir con su vida como antes?-

-Lo sé, lo sé. Pero no puedes darte una idea de lo que sentí cuando supe que esa misma persona había estado hace un tiempo junto a ti en un salón de clases completamente solos. No me perdonaría nunca en mi vida que hubieses sido tú quien...- comenzó a volver a enojarse consigo mismo pero antes de terminar su frase me miró.- No te ha hecho nada a ti, ¿cierto?-

-Claro que no. Ya la has ayudado y lo hiciste de la mejor manera posible, ya está.- respondí para luego hacerle una seña la cual indicaba que me siga escaleras arriba.

En mi habitación, le mostré los documentos que me había enviado la señora Tazio semanas atrás. Eran papeles que mostraban la herencia correspondiente a su madre, papeles del auto y demás. Con eso mismo habíamos podido llegar a las distintas posibles teorías de la muerte de nuestras madres.

-Antes que sigamos, quisiera pedirte perdón.- escuché que Dylan dijo detrás de mí y a continuación cerró la computadora que estaba justo en frente mío. Sin mirarlo respondí:

-No pasa nada, reaccionaste como cualquier persona lo hubiese hecho.-

-No. Reaccioné como siempre reacciono en situaciones así. Tú no tenías la culpa, entiendo por qué no me lo contaste y yo hubiese hecho lo mismo en tu lugar.- volvió a justificarme y de pronto, pensando que él estaba parado detrás mío pero un poco más lejos; sentí una leve reparación en mi cuello.- Perdón.- suspiró y el aire de sus pulmones cayó directamente en mi oreja. ¿Por qué tienes que disculparte cuando yo te sigo mintiendo?



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En el texto hay: amor, suspenso y misterio

Editado: 30.03.2020

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