Mamá, por favor,
mamá, basta ya,
me estás haciendo daño
y no sabes el hueco que estás dejando.
Papá, ya no más,
Papá, por favor,
que la noche se acerca
y es ella quien calma mi dolor.
Cuando cae la noche
me acuesto a pensar en ustedes,
y mientras más lo hago
evito lágrimas derramar.
Un monstruo por el día,
un ser humano por la noche,
parece que por cada día
se vuelve un reproche.
Sin darme cuenta
el monstruo salió
y el ser humano
día a día se escondió.
Al poco tiempo
a los dos me adopté,
libre al monstruo dejé
mientras a la humanidad la limité.
Una forma de vivir:
una manera de no sufrir.
Quien por fuera lleva un monstruo
es que dentro trata de subsistir.
Una misma persona,
el mismo ser,
quien ha llevado la pena
de sus amados seres.
Critican y juzgan,
Parece no importarle,
pero por dentro
su grieta se expande.
Pase lo que pase
jamás dejaré de ser
lo que un día, sin opción,
tuve que padecer.
2010,
13